
El multimillonario y jefe de Tesla, Elon Musk, ha ofrecido comprar la red social Twitter, diciendo que es la persona correcta para "desbloquear el extraordinario potencial" de la plataforma.
En un anuncio sorprendente, Musk indicó que pagaría US$54,20 por acción, elevando el valor de la firma a US$41.000 millones.
Hace unos días, el empresario se había convertido en el mayor accionista de Twitter al comprar una gran parte de sus acciones.
Musk añadió que, en caso de no aceptarse su oferta, "necesitaría reconsiderar" su posición como accionista.
Un documento emitido por el regulador financiero de Estados Unidos parece revelar los mensajes con los que Musk se dirigió a la junta directiva de Twitter, anunciando su idea de adquirir la compañía el pasado fin de semana.Quizás también te interese y continuar leyendo
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En sus mensajes, Musk aseguró no "estar jugando un partido de ida y vuelta" e insistió que a los accionistas les "encantaría el alto precio" que estaba ofreciendo por la compañía.
"Invertí en Twitter porque creo en su potencial para ser la plataforma para la libertad de expresión alrededor del mundo, y creo que la libertad de expresión es un imperativo social para una democracia funcional", dijo Musk, según el documento del regulador financiero estadounidense.
"Sin embargo, desde mi inversión me he dado cuenta que la compañía no hará prosperar ni servirá a este imperativo social en su forma actual. Twitter necesita transformarse en una empresa privada. Twitter tiene un potencial extraordinario. Lo voy a desbloquear", añadió.
Twitter ofreció a Musk un puesto en su junta directiva tras conocerse que había adquirido el 9,2% de la compañía. Dicho puesto se iba a hacer efectivo el pasado fin de semana, pero Musk decidió rechazarlo.
Los mensajes de Musk a la junta directiva de Twitter
Como indiqué este fin de semana, creo que la compañía debería privatizarse para afrontar los cambios que necesita. Tras pensarlo en los últimos días, he decidio que quiero adquirir la compañía y privatizarla.
Les enviaré una carta con una oferta esta noche, se hará pública en la mañana.
¿Están disponibles para hablar? No estoy jugando un partido de ida y vuelta.
He ido directamente al final. Es un precio alto y a sus accionistas les encantará.
Si el trato no funciona, dado que no confío en la gestión ni creo que pueda conducir el cambio necesario en el mercado público, reconsideraría mi posición como accionista.
Esto no es una amenaza, simplemente no es una buena inversión sin los cambios que se necesitan. Y esos cambios no pasarán sin privatizar la compañía.
Parag Agrawal, jefe ejecutivo de la red social, tuiteó que la decisión de Musk de no tomar un puesto en la junta directiva era "lo mejor".
"Valoramos y siempre valoraremos los aportes de nuestros accionistas, estén en nuestra junta o no. Elon es nuestro mayor accionista y permaneceremos abiertos a sus aportes", dijo.
Y advirtió a su personal: "habrá distracciones en adelante".

Elon Musk no tuiteó sobre su nueva participación en Twitter, lo que para un ávido tuitero parece algo irónico.
Tal vez fue porque el 9,2% que posee ahora se considera como una participación pasiva, aunque quienes conocen a Musk no esperan que siga siendo así por mucho tiempo.
Su primer movimiento fue lanzar una encuesta, preguntando si la gente quería un botón de edición, algo que se pide desde hace mucho tiempo y quizás algo que él personalmente necesita (Twitter confirmó este martes que trabaja en una opción de edición).
El nuevo anuncio de que se unirá al directorio de Twitter no fue una sorpresa.
El director ejecutivo de Twitter, Parag Agrawal, informó en un tuit que "a través de conversaciones con Elon durante las últimas semanas, nos quedó claro que aportaría un gran valor a nuestra Junta".
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Agregó que "como creyente apasionado y crítico intenso" del servicio, él es "exactamente lo que necesitamos".
Elon Musk suele expresar sus ideas y proponer debates por Twitter.
Más tarde, Musk respondió diciendo que estaba ansioso por hacer mejoras en el gigante de las redes sociales.
La participación del 9,2% de Musk en la empresa de redes sociales puede parecer pequeña, pero Dan Ives, de la firma analista Wedbush, la describe como "alucinante", lo que equivale a 73,5 millones de acciones en la red social.
Las acciones en la plataforma se dispararon luego de que se revelara el lunes que el fundador de Tesla se había convertido en el mayor accionista de la compañía, lo que significa que el valor de la participación ya aumentó y ahora vale más de US$3.000 millones.
La participación accionaria de Musk es cuatro veces mayor que la del fundador de Twitter, Jack Dorsey, quien renunció como director ejecutivo en noviembre.
Ives cree que el empresario sudafricano ahora tiene sus ojos "puestos con láser" en Twitter, y su participación significativa lo verá impulsar un papel activo en la gestión de la empresa.
"Esperaríamos que esta participación pasiva sea solo el comienzo de conversaciones más amplias con la junta y gerencia de Twitter que, en última instancia, podría conducir a una participación activa y un rol de propiedad potencialmente más agresivo de Twitter", dijo.
Cuando Elon Musk tiene una idea, a menudo recurre a Twitter para expresarla.
Musk tiene una especie de relación de amor y odio con Twitter. Es un tuitero frecuente, con más de 80 millones de seguidores, y no es ajeno a la controversia en sus interacciones en el sitio de redes sociales.
La plataforma parece adaptarse a su personalidad impulsiva: el año pasado preguntó si debería vender el 10% de sus acciones en su empresa de autos eléctricos Tesla, a lo que los usuarios de Twitter respondieron que sí. Esto llevó a Musk a vender alrededor de US$5.000 millones en acciones de la empresa en noviembre.
Las acciones de Twitter se dispararon luego de que se revelara que el fundador de Tesla se había convertido en el mayor accionista de la compañía.
Meses antes había ofrecido firmar un cheque de US$6.000 millones si el Programa Mundial de Alimentos (PMA) explicaba cómo se utilizaría para solucionar el hambre en el mundo, tras una declaración del jefe del programa de la ONU.
Pero tuitear también lo ha metido en problemas. Una publicación de 2018 sobre las acciones de Tesla desató una investigación de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos que terminó con un acuerdo para que los abogados de la empresa aprobaran previamente ciertos tuits. No está claro si eso realmente sucede.
Curiosamente, el Wall Street Journal informó que sus archivos compartidos de Twitter con la SEC, que en circunstancias normales incluirían una línea que dice que no tiene la intención de influir en la empresa, venían con una marca que decía: "No aplica".
El momento del acuerdo también generó dudas y podría poner a Musk otra vez en desacuerdo con los reguladores financieros.
Su inversión en Twitter se presentó el 14 de marzo, pero no se anunció hasta esta semana. La ley de valores estadounidense exige la divulgación dentro de los 10 días posteriores a la adquisición del 5% de una empresa.
Musk vendió 10% de sus acciones en la empresa de Tesla después de consultar a otros usuarios en Twitter.
Libertad de expresión
Musk usa Twitter no solo como un indicador de cómo dirige sus propias empresas, sino también cada vez más para medir la temperatura de la nación.
El mes pasado, después de presentar su inversión ante la SEC pero antes de que su participación accionaria se hiciera pública, preguntó a los usuarios si creían que la libertad de expresión era esencial para el funcionamiento de una democracia y si Twitter se adhiere a este principio.
La profesora asistente de la Universidad de Cornell, Alexandra Cirone, cree que esto es evidencia de que puede usar su nueva participación "para tratar de influir en las prácticas de Twitter" y para un "juego más activo en el ecosistema de las redes sociales".
Pero otros ven problemas más inmediatos con sus reflexiones.
Howard Fischer, socio del bufete de abogados Moses & Singer, le dijo a la agencia Reuters que, dado que ya había comprado una participación en Twitter, estas preguntas podrían verse como una forma de manipulación del mercado. "Sospecho que la SEC va a analizar detenidamente si pueden presentar cargos de manipulación, junto con la falta de presentación", dijo.
Agrawal claramente está observando cada uno de sus movimientos. En respuesta a su encuesta de botón de edición, que actualmente tiene 2,6 millones de respuestas, instó a los votantes a hacerlo "con cuidado".
"Las consecuencias de esta encuesta serán importantes", dijo, haciéndose eco de las mismas palabras que usó Musk después de lanzar su encuesta de libertad de expresión en Twitter.
Jack Dorsey siempre había rechazado la idea, y los críticos señalan que podría permitir a las personas cambiar fundamentalmente el significado de los tuits después de haberlos compartido.
Sería un gran cambio para Twitter incluir un botón de edición, y Musk está interesado en ser parte de esa conversación.
Durante un tiempo el mes pasado, parecía que Musk tenía la intención de construir una nueva plataforma de redes sociales como rival de Twitter, y allí tiene un precedente de otro tuitero prolífico y controvertido.
Donald Trump, a quien se le prohibió el uso de Twitter en enero de 2021 después de los disturbios en el Capitolio, anunció el otoño pasado que lanzaría su propia red social, denominada Truth Social, para "hacer frente a la tiranía de la gran tecnología".
Sería un gran cambio para Twitter incluir un botón de edición, y Musk está interesado en ser parte de esa conversación.
Pero seis semanas después de su lanzamiento, hay una lista de espera de 1,5 millones de personas que no pueden usarla, y Joshua Tucker, director del Centro de Redes Sociales y Política de la Universidad de Nueva York, calificó la plataforma como un desastre.
Según Reuters, dos ejecutivos clave renunciaron después del problemático lanzamiento.
Para aquellos con acciones en muchos otros negocios de Musk (Space X, Tesla, Neuralink, The Boring Company), sin duda suspirarán de alivio al saber que no siguió el mismo camino que Trump.
Pero también existirá la preocupación de que tenga otro proyecto apasionante para distraerlo del negocio serio de administrar sus firmas establecidas.
Sin mencionar los problemas que ahora podrían surgir sobre el acuerdo de Twitter por parte de la SEC.
El experto en redes sociales Casey Newton señala que no es la primera vez que una gran empresa de tecnología mira a Twitter. El presidente ejecutivo de Microsoft, Steve Ballmer, compró una vez una participación del 4% de la compañía "y esencialmente no hizo nada con ella", escribe.
Pero continúa diciendo que Ballmer nunca tuiteó como lo hizo Musk: "Alegremente, molesto, constantemente".
Y lo más probable es que sea desde esta cuenta de Twitter que Musk le haga saber al mundo lo que piensa hacer a continuación.







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