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La comunidad árabe en República Dominicana

Los bazares son comunes en el Medio Oriente, Arabia e India. La palabra “bazar” significa “lugar de los precios”.

  La hegemonía del Medio Oriente en República Dominicana expresada en el comercio y la cultura



Los inciensos que traen consigo olores del mediterráneo; las sortijas, las cadenas y anillos adornados de simbologías extranjeras; las especias de sabores forasteros al paladar caribeño y, por supuesto, la habilidad comerciante de “regatear” son algunas de las tantas riquezas culturales que trajeron consigo los árabes al llegar a la Isla. Comenzaron a llegar a finales del siglo XIX, y más pronto que tarde la comunidad árabe logró ser la minoría más relevante del país; pues hoy en día ellos y sus descendientes se destacan en áreas como medicina, ingeniería, política, derecho, arte, comercio, industria, entre otras.
“Los turquitos”, como se les llamó a estos emigrantes del Medio Oriente, fueron en su mayoría libaneses, seguidos de los palestinos y por último los sirios. Adquirieron este apodo porque para escapar del Imperio al momento, tenían que realizarle cambios a sus documentos de modo que quedara su nacionalidad como turca.
La meta de muchos de ellos fue tomar rumbo a Marsella para finalmente llegar a “Las Américas”, cuyos ecos de libertad resonaban desde el otro lado del hemisferio. Algunos llegaron de Marsella a Haití y se establecieron allí; otros llegaron directamente a República Dominicana, pero fue al momento de la prohibición del comercio al detalle en el país vecino cuando realmente se propagaron a todo lo largo y ancho del lado Este de la Isla.
Club Libanés Sirio Palestino, localizado en la autopista 30 de Mayo, sirve como punto de reunión de la comunidad árabe en el país.
Club Libanés Sirio Palestino, localizado en la autopista 30 de Mayo, sirve como punto de reunión de la comunidad árabe en el país.
Contrario a la creencia popular, los libaneses no son árabes. Si bien es cierto que hablan el idioma no son la misma etnia. “Los libaneses son descendientes de fenicios, así como los iraníes son persas”, explica Moisés Arbaje, actual presidente del Club Libanés Sirio Palestino.
Siendo el Líbano la nación del Medio Oriente con más cristianos (49% cristianos y 51% musulmanes), parte de la razón de la salida de los libaneses se debió al choque religioso que enfrentaban con los otomanos, que eran musulmanes. “Los libaneses cristianos estaban sujetos a presiones de las creencias de los turcos y entre las distintas razones, los maltrataban por temas religiosos”, señala Arbaje.
Entre los detalles que ofrece en su relatoría en cuanto a cómo llegan y se asientan estos escapistas de un régimen que duró 624 años, puntualiza que no se quedaron fijos en una región, sino que se expandieron por todo el país. “Los que cruzaban por Pedernales terminaban en Barahona; los que cruzaban por Comendador terminaban en Las Matas de Farfán; y los que cruzaban por Dajabón se quedaban en Santiago. Pero estuvieron tanto en el Norte, como en el Sur, Este y Oeste”.
Además, menciona que parte de la estrategia de integración de los árabes y libaneses en la sociedad dominicana fue mezclarse con el pueblo casándose con mujeres criollas y formando familias.
Relevancia
Destaca que entre las universidades de República Dominicana, cuatro de ellas les pertenece a descendientes de libaneses. La Universidad Iberoamericana (UNIBE) le pertenece a los Hazoury; Instituto Nacional de Ciencias Exactas (INCE) a los Hazim; Universidad Central del Este (UCE) a los Hazim; Organización y Métodos (O&M) a los Abinader.
Indica que entre las investigaciones que el Club Libanes Sirio Palestino ha llevado a cabo han concluido que los libaneses, sirios y palestinos son lumbreras en muchas áreas.
“En el arte tenemos al Premio Nacional de Literatura, al poeta Tony Raful quien es descendiente libanés; el crítico de arte Gamal Michelén, presidente de la Asociación Dominicana de Galerías de Arte y descendiente palestino. En la música no se concibe el bolero dominicano sin Moisés Zouain”.
En cuanto a las leyes menciona al jurista Juttin Cury; en la medicina dice que “son los más”, entre ellos el cardiólogo Víctor Atallah, el neurocirujano José Puello Herrera, la oftalmóloga Margarita Arbaje. En la política nombra a Jacobo Majluta, Luis Abinader y Alberto Atallah.
Entre otras figuras públicas alude al ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul y el periodista y abogado Luis Scheker Ortiz.
Entre los restaurantes que se distinguen están La Libanesa, de la familia Moussa, el cual tiene una gran variedad de comida típica como tabbouleh, kibbeh, babaganoush, hummus, entre otras delicias, y le brinda sus servicios a supermercados con sus pan pitas.
Scherezade, fundado en 1995 por la familia Scheker surgió como la idea de dos hijos de un libanés de mantener viva la memoria de su padre. Con arquitectura marroquí y una variedad de platos mediterráneos es uno de los restaurantes familiares más conocidos de Santo Domingo.
“Mi padre murió cuando éramos los seis muy jóvenes y mi hermano y yo nos sentimos con el compromiso de revivirlo de alguna manera. Así fue como abrimos un restaurante con gastronomía mediterránea y con una edificación que simulara un castillo árabe” relata Rafael Scheker, co-fundador.
Agrega que el nombre “Scherezade” se da gracias a su amor por la literatura, al encontrarse con el libro “Las Mil y Una Noches”.
Baladi, del libanés Imad Slim, con sucursal en Naco y Arroyo Hondo es otro de los restaurantes populares de comida libanesa.
Juventud de descendientes
Entre las jóvenes descendientes de libaneses, varias se encuentran ganando cada vez más reconocimiento en la belleza y moda. Tal es el caso de Yasmin Yeara, conocida popularmente como “The Hippie Nerd”.
El uso de la henna data desde los tiempos de los fenicios.
El uso de la henna data desde los tiempos de los fenicios.
Esta fashion blogger es una de las más reconocidas del país por ser de las primeras en implementar el concepto de un blog de moda en República Dominicana. Además de su página donde publica artículos acerca del buen vestir y las tendencias de momento, también tiene su tienda cuyos productos son elaborados en suelo dominicano y en Brasil.
Shantall Alam es otra descendiente de libaneses que también ha optado por traer un concepto revolucionario. Al implementársele desde pequeña el respeto y amor hacia la tierra de sus antepasados por parte de su padre, el ex presidente del Club Libanes Sirio Palestino, Elvis Alam, Shantall decide traer un poco del Medio Oriente a República Dominicana. Así decide hacer un negocio basado en el arte de la henna.
La henna es una planta que al desbaratar sus hojas y echarle agua crea una pasta que libera una tinta. A partir de esta tinta las personas se han decorado la piel desde la antigüedad para propósitos de celebración, como bodas, o bien cualquier motivo estético.
Los fenicios la utilizaban comúnmente en la primavera para la celebración de uno de sus dioses más importantes, el dios Adonis.
Según Alam, existe una mala concepción de la henna entre algunas personas que podrían considerar esta práctica contraria a su fe, y que trata de explicar que no es más que una decoración temporal. “La henna no es un tatuaje, es una pintura”, dice.
Cuenta que su primera experiencia laboral con la henna fue en 2013 cuando le pidieron que trabajara para una boda hindú. Aunque la henna no es originaria de India, Alam especifica que llega a este país en el siglo XVI y que por esta razón se utiliza en ceremonias con fines decorativos.
A principios de 2013 comenzó a tener clientes de manera formal, primero en el salón Art Beauty y luego en The Nail Bar. Le atribuye la creciente ‘fiebre’ que existe actualmente con la henna al bombo que ésta tuvo en Estados Unidos. Describe sus diseños como orientados a patrones marroquíes e hindú.
En cuanto al color de esta tinta dice que “el color de la henna es caoba. Dependiendo de la temperatura del cuerpo, quedará más clara o más oscura. En las manos, por ejemplo, tiende a quedar más oscura que en el resto del cuerpo”. Además de trabajar con henna trabaja con jagua.
La jagua es una fruta de América, y cuando no está madura contiene un gel azul oscuro que se utiliza para hacer decoraciones corporales. Ésta dura el doble de lo que dura la henna en la piel, es decir, alrededor de dos semanas.
Club Libanés Sirio Palestino
El señor Moisés Arbaje puntualiza que el club es el único con semejante nombre, pues su fin al momento de su fundación fue unificar a los emigrantes del Medio Oriente sin distinción de nacionalidades. Explica que tiene oficialmente 90 años, ya que fue en 1925 cuando se llevó a cabo el decreto de incorporación. Sin embargo, en existencia lleva ya 101, pues su origen se traza en 1914.
“Cuando llegan los árabes y libaneses a República Dominicana, estos empiezan a buscarse entre sí con fines de ayudarse entre ellos e intercambiar experiencias sobre el país, al igual que para hacer negocios los unos con los otros”, agrega, y señala también que al juntarse estas comunidades y sumárseles sus familias, surgió la necesidad de buscarle entretención a estas personas. Es ahí, al presentársele la necesidad de compartir con sus similares lúdicamente, cuando nace el club.
Ya que no hay embajadas del Líbano ni de Siria ni de Palestina, el club les sirve como una especie de cobija para que las tres nacionalidades puedan darse apoyo mutuo. Sí existen consulados del Líbano y de Palestina, siendo el cónsul libanés Adeel Baza y el de Palestina Víctor Atallah.

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