Así lo sugiere una investigación publicada recientemente en la revista científica American Journal of Epidemiology. Sin embargo, a través de un comunicado de prensa de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU (NIH, por sus siglas en inglés), los científicos aclararon que se necesitan más estudios para confirmar los resultados.
Ya no se trata solamente de cuidar tu piel del cáncer, sino que también tendrás que tomar precauciones con los protectores solares.
Desarreglo hormonal
La culpa de que la paternidad pueda complicarse recaería sobre la benzofenona, una sustancia que comprende cerca de 29 químicos que filtran las radiaciones ultravioletas, y que se utilizan en bloqueadores y otros productos para cuidar la piel y el cabello. Los investigadores observaron que algunos de esos químicos que absorbe la piel podrían interferir en las hormonas y en los procesos del sistema endocrino.
Los científicos encontraron que los hombres con una alta exposición a los filtros específicos, llamados BP-2 ó 4OH-BP, podrían sufrir hasta un 30% de disminución de su fertilidad. Esto no implica que no puedan procrear, sino que les llevaría más tiempo lograr fecundar a sus parejas.
La investigadora principal, la Dra. Germaine Louis, adelantó en el comunicado de prensa mencionado que el próximo paso será entender si los químicos están afectando la calidad del semen u otro aspecto de la reproducción.
Resaltó que la piel “es nuestro órgano más grande” y que lo que hagamos con ella y la manera en que la cuidemos importa no solo por el cáncer. Por lo tanto, alentó a los hombres que estén preocupados por su fertilidad a darse una ducha en cuanto hayan concluido su día de sol.
Filtros necesarios
Si ahora corres a leer la composición de tu bloqueador, es posible que no encuentres los químicos mencionados, porque en los Estados Unidos los fabricantes no están obligados a declararlos en las etiquetas de los envases, tal como informa la cadena CNN.
Mientras tanto, continúa cuidando tu piel con un protector solar de factor 30 que sea de amplio espectro, es decir, que pueda filtrar los rayos ultravioletas de tipo A y B, tal como recomienda la Academia Americana de Dermatología. Recuerda darte un baño después de tomar sol y consulta con tu médico de cabecera ante cualquier duda.
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