“¡Ese es un ángel de luz, Jesús está con nosotros!” no se cansaba de repetir la señora
La humilde vivienda de Francisca Pérez, se ha convertido en
un lugar de peregrinación desde el pasado martes, tras la aparición de
una figura que se asemeja a un ángel en las aspas de una lavadora.
Doña Mitidín, como es conocida la señora por los vecinos de la calle Respaldo 36 en Cristo Rey, narra que se disponía a lavar la noche del martes cuando la figura se dibujó con detergente en el fondo del aparato.
Afirma que su hijo Hernán, fue quien le advirtió que no echara agua a la lavadora para que los vecinos también pudieran apreciar “la imagen divina”, lo cual aplazó sus quehaceres.
“¡Ese es un ángel de luz, Jesús está con nosotros!” no se cansaba de repetir la señora con sus brazos abiertos y una amplia sonrisa, aferrada a la idea de que a partir de la aparición la situación de inseguridad y delincuencia que azota al sector cambiará. “Este barrio va a mejorar, esta es una señal grande y mucho más ahora que estamos en Cuaresma”.
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Cual santuario, la lavadora permanece con dos velones encendidos y la constante visita de curiosos que se acercan a observar el “ángel de luz”.
“Doña Mitidín es muy creyente, ella vive orando y aquí en el sector es una bendición de Semana Santa que se nos haya aparecido ese ángel”, afirmó María Estela Carrión, quien avisó a elCaribe del curioso suceso.
“A mí se me engrifa la piel, esto es un milagro. Hay que orar por la salud de todos los que padecen enfermedades”, afirmó Danilsa Peña.
Doña Mitidín, como es conocida la señora por los vecinos de la calle Respaldo 36 en Cristo Rey, narra que se disponía a lavar la noche del martes cuando la figura se dibujó con detergente en el fondo del aparato.
Afirma que su hijo Hernán, fue quien le advirtió que no echara agua a la lavadora para que los vecinos también pudieran apreciar “la imagen divina”, lo cual aplazó sus quehaceres.
“¡Ese es un ángel de luz, Jesús está con nosotros!” no se cansaba de repetir la señora con sus brazos abiertos y una amplia sonrisa, aferrada a la idea de que a partir de la aparición la situación de inseguridad y delincuencia que azota al sector cambiará. “Este barrio va a mejorar, esta es una señal grande y mucho más ahora que estamos en Cuaresma”.
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Cual santuario, la lavadora permanece con dos velones encendidos y la constante visita de curiosos que se acercan a observar el “ángel de luz”.
“Doña Mitidín es muy creyente, ella vive orando y aquí en el sector es una bendición de Semana Santa que se nos haya aparecido ese ángel”, afirmó María Estela Carrión, quien avisó a elCaribe del curioso suceso.
“A mí se me engrifa la piel, esto es un milagro. Hay que orar por la salud de todos los que padecen enfermedades”, afirmó Danilsa Peña.
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