Como sucede con cada nuevo producto de esta empresa, los rumores previos a la salida al mercado se reproducen en sitios y medios especializados. Y el iPhone 5 no fue la excepción. Desde hace meses, se tejió toda una red de posibilidades que permitió configurar un teléfono imaginario, similar al que vería la luz el 4 de octubre.
El encargado de fabricar este prototipo fue un grupo de ingenieros alemanes. Los especialistas -fanáticos de los productos de Apple- construyeron un modelo del smartphone a partir de los rumores existentes.
Al tratarse de una maqueta, y no de un modelo con funciones completas, toda la simulación se basó en el diseño. Utilizaron una pantalla de cuatro pulgadas en una carcasa un poco más compacta que la del iPhone 4 e integraron una la tecla de inicio rectangular.
Con este botón de home, el diseño del nuevo dispositivo comprime el largo del teléfono, desarrollando una pantalla más amplia. La misma tecla, además, se supone que integrará opciones de control multitáctil, acercándose a la filosofía del Magic TrackPad para ordenadores de la firma.
Otro de los rumores que fue respetado es el que advierte sobre un grosor irregular en el equipo. En consecuencia, la maqueta desarrollada por estos fanáticos alemanes tendría una medida de 5,33 milímetros en su zona más delgada (a la trasera del botón de inicio) y 6,86 milímetros en su parte más gruesa.
Además, el acabado de la carcasa exterior recordaría mucho al del iPad 2, con un toque de aluminio que buscaría darle más firmeza al diseño, frente a la fragilidad que acabó confiriéndole el cristal al iPhone 4.
En cuanto a los controles externos, los botones de volumen y de bloqueo/encendido se mantendrán como hasta ahora.
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