Para quienes buscan un Mercedes-Benz Clase G llevado mucho más allá de lo que ofrece la fábrica, el mercado ofrece numerosas opciones. Pero si tu objetivo es un nivel de exceso absoluto, Mansory es la respuesta que buscas y su más reciente creación es la mejor prueba de ello: Grande Entrée.
Construido sobre la base del Mercedes-AMG G 63 2025, este modelo está limitado a ocho unidades a nivel mundial. Aunque su pintura blanca mate puede parecer moderada para los estándares de Mansory, el resto del vehículo rompe cualquier noción de discreción. Destaca especialmente el uso intensivo de fibra de carbono.
La sección frontal incorpora parachoques, parrilla y capó completamente fabricados en carbono expuesto. Este mismo material, con un distintivo patrón con estilo ajedrez, se extiende hacia las salpicaderas, espejos, techo, manijas, parachoques trasero y alerón.
Mansory Grande Entrée: Un banquete extremo en el interior
Para aumentar el dramatismo, el preparador añadió puertas traseras de apertura inversa, inspiradas en Rolls-Royce. Sin embargo, el verdadero espectáculo se encuentra en el interior.
El habitáculo está recubierto casi por completo en cuero blanco, desde los asientos y el tablero hasta las alfombras, contrastado con acentos en cuero azul brillante. Las salidas de aire, mandos y botones fueron rediseñados en el mismo tono azul.
Los pedales y la consola central lucen un elegante patrón de diamante, mientras que el botón de arranque ahora se ubica en el techo, un detalle propio del estilo provocador de Mansory.
El conjunto se completa con mejoras mecánicas sustanciales, que elevan el rendimiento del V8 biturbo de 4.0 litros hasta los 820 caballos de fuerza y 848 lb-pie de torque.
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