

Y llegó el día de Fordo.
Desde que Israel inició su actual campaña militar contra Irán con la justificación de que el régimen de los ayatolás estaba cerca de lograr una bomba atómica, el nombre de esta instalación nuclear iraní ha venido ocupando los titulares de los medios en todo el mundo.
La planta de enriquecimiento de uranio es considerada la joya de la corona del controvertido programa nuclear de la nación persa, pero, hasta ahora, se había librado de los ataques israelíes.
¿Por qué no había sido objetivo de las bombas y de los misiles que Israel viene lanzando desde hace diez días contra su archienemigo iraní? Por su ubicación.
Fordo fue construida varios metros bajo tierra sobre cordillera montañosa cerca de la ciudad de Qom, a unos 96 kilómetros al sur de la capital, Teherán, lo cual la hacía casi inalcanzable para las armas israelíes, pero no para las de Estados Unidos.
La evidencia satelital
El ataque que la aviación estadounidense lanzó el sábado por la noche sobre Fordo y otras dos instalaciones (Natanz e Isfahán) ha provocado daños "devastadores" en el programa nuclear, según el secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth.
"Les quitamos la 'bomba' de las manos (¡y la usarían si pudieran!)", escribió este domingo el presidente Donald Trump en su red Truth Social, al responder a las criticas de una congresista republicana, quien tachó de "inconstitucional" su decisión.
En el caso de la planta subterránea, las imágenes satelitales de alta resolución que la empresa Maxar Technologies ha difundido revelan que las bombas estadounidenses dieron en el blanco.
En las gráficas, tomadas este 22 de junio, horas después de los ataques autorizados por Trump, se observan hasta seis grandes cráteres (probablemente los puntos de entrada de las bombas estadounidenses), así como polvo gris y escombros esparcidos por la ladera de la montaña.
Los boquetes parecen ser la confirmación de que Washington utilizó, por primera vez en el campo de batalla, su bomba antibúnkeres o penetrador masivo de municiones (MOP) GBU-57A/B.
La GBU-57 pesa 13.600 kilogramos y, según los expertos militares, puede atravesar aproximadamente 18 metros de hormigón o 61 metros de tierra antes de explotar.
El general Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., confirmó durante una sesión informativa del Pentágono del domingo que 14 bombas MOP se encontraban entre las "75 armas guiadas de precisión" utilizadas en los ataques contra Irán.
En las imágenes, sin embargo, no se aprecian columnas de humo, fuego ni grandes escombros. ¿Por qué? "No se observará un gran efecto explosivo en el punto de entrada, ya que (este tipo de bombas) no están diseñadas para detonar en el acceso, sino en las profundidades de la instalación", explicó a BBC Verify Stu Ray, analista senior de imágenes de McKenzie Intelligence Services.
Otro detalle es que los seis túneles de entrada a Fordo ya no se pueden distinguir en las imágenes. Esto, según el experto, podría deberse a que colapsaron tras los ataques o que fueron bloqueados intencionalmente por los iraníes en un intento por "mitigar los daños de los bombardeos aéreos".
Ray también aseguró que los aviones estadounidenses lanzaron al menos tres municiones distintas en dos puntos de impacto, y que la coloración gris del suelo parece ser restos de hormigón expulsados por las explosiones.
Dañado pero no destruido
Sin embargo, el hecho de que Fordo se encuentre a varios metros bajo tierra también impide verificar la magnitud de los daños que sufrió en estos ataques.
"Es evidente que resultó afectada, pero el grado de daño en el interior de las salas de enriquecimiento de uranio no se puede determinar con certeza", dijo Rafael Grossi, director de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
Por su parte, las autoridades iraníes han reconocido que la instalación resultó dañada.
"Hemos sufrido daños", dijo Behrouz Kamalvandi, vocero de la Organización para la Energía Atómica de Irán (AEOI, por sus siglas en inglés), quien no obstante dejó en claro que el programa nuclear seguirá.
"Esta no es la primera vez que la industria (nuclear) sufre daños", recordó.
Desde Teherán minimizaron el golpe, alegando que el material que albergaba Fordo fue trasladado previamente a otras locaciones.
"Irán no sufrió un gran golpe porque los materiales ya habían sido retirados", aseguró el subdirector político de la radiodifusión estatal iraní, Hassan Abedini.

Esta opinión es compartida por la inteligencia israelí, cuyas evaluaciones iniciales arrojaron que los ataques estadounidenses no destruyeron, sino que infligieron "graves daños" a Fordo, reveló el diario The New York Times, el cual citó a dos agentes israelíes bajo la condición de anonimato.
Otras autoridades persas como el presidente Masoud Pezeshkian insistieron en que el país no renunciará a sus deseos de lograr tecnología nuclear, aunque reiterando que con "fines civiles y pacíficos".
La OIEA, por su parte, ha asegurado que no ha detectado un aumento en los niveles de radiación tras los ataques estadounidenses.
En 2023, la OIEA constató que las centrifugadoras de Fordo podían enriquecer el uranio a niveles del 60%, por encima de lo requerido para el uso civil. Habrían llegado a hacerlo al 83,7%, cerca del 90% necesario para fabricar un arma nuclear.
Según el Instituto de Estudios para la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés), Fordo escondía 2.000 centrifugadoras en dos túneles a 80 metros bajo tierra.

Sobre los otros dos blancos
La firma Maxar también reveló este domingo imágenes de las plantas de Natanz e Isfahán, las cuales ya habían sido atacadas previamente por Israel.
Sobre la primera, ubicada a unos 220 kilómetros al sureste de Teherán y que tiene una sección subterránea, las gráficas muestran dos enormes cráteres.
Por su parte, en la ya destruida de Isfahán las fotos satelitales muestran grandes marcas negras de quemaduras, múltiples edificios derrumbados y escombros por todo el complejo.
Y aunque desde Washington aseguran que sus ataques no dejaron víctimas, la Media Luna Roja iraní asegura que once personas resultaron heridas, pero no precisó si eran civiles o militares, reportó BBC Monitoring.

El presidente Donald Trump informó este sábado que Estados Unidos atacó tres instalaciones nucleares en Irán, algo que las autoridades iraníes confirmaron.
"Hemos completado con gran éxito nuestro ataque contra tres instalaciones nucleares en Irán, entre ellas Fordo, Natanz y Isfahán. Todos los aviones se encuentran ahora fuera del espacio aéreo iraní", escribió en su red social Truth Social.
En una declaración televisada posterior, el presidente estadounidense añadió: "Nuestro objetivo era la destrucción de la capacidad de enriquecimiento de uranio de Irán y un alto a la amenaza nuclear planteada por el Estado patrocinador del terror número uno del mundo".
Y describió los ataques como un "éxito militar espectacular" que produjo la destrucción "completa y total" de las tres instalaciones nucleares.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, reaccionó a los hechos calificándolos como una "grave violación" a la Carta de las Naciones Unidas, el derecho internacional y el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.
Final de Más leídas
"Los acontecimientos de esta mañana son indignantes y tendrán consecuencias duraderas", escribió.
Y agregó Araghchi: "Irán se reserva todas las opciones para defender su soberanía, sus intereses y su pueblo".
Los ataques estadounidenses en suelo iraní se dieron en coordinación con Israel, confirmaron el presidente Trump y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
"Trabajamos como equipo, como quizás ningún otro equipo ha trabajado antes", expresó Trump.
Netanyahu reaccionó al ataque felicitando al mandatario estadounidense y agregó: "El presidente Trump y yo solemos decir: 'La paz a través de la fuerza'. Primero viene la fuerza, luego la paz".
"La historia recordará que el presidente Trump actuó para negarle al régimen más peligroso del mundo las armas más peligrosas del mundo", concluyó.
EE.UU. usó los bombarderos B-2 en los ataques, confirmó el secretario de Defensa del país, Peter Hegseth, en una posterior conferencia de prensa.
Estos aviones fueron empleados para accionar el penetrador de municiones masivo (MOP) GBU-57A/B, la mayor bomba no nuclear "rompebúnkeres" del mundo.
Se trata de un arma de 13.600 kg de peso que solo posee ese país y que solo pueden llevar los B-2, aviones de más de 50 metros de envergadura.
Israel le había pedido a Washington que interviniera, porque solo esta arma tiene la capacidad de penetrar el complejo subterráneo de Fordo, situado en las profundidades de una montaña.
Desde el inicio de los ataques entre Irán e Israel el pasado 13 de junio, estaba sobre la mesa la pregunta de si Estados Unidos intervendría o se quedaría al margen.
Los ataques de este sábado llegan apenas dos días después de que el presidente estadounidense dijera que tomaría esa decisión "en un plazo de dos semanas".
Durante la campaña electoral, Trump había insistido en la necesidad de dejar de involucrarse en "guerras eternas" y prometió que, de ser elegido, no incursionaría en ninguna y acabaría con las que ya estaban en curso.

Los detalles del ataque
Hegseth sostuvo en una conferencia de prensa la mañana del domingo (hora de EE.UU.) que los aviones estadounidenses entraron al espacio aéreo iraní "sin que el mundo lo supiera".
No hubo un intento de Irán por interceptar las naves.
"El ataque incluyó la misión más larga de un bombardero B-2 desde 2001 y el primer empleo operativo del MOP (Penetrador de Artillería Masiva)", añadió.
Por su parte, Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto del Ejército de EE.UU., indicó a la prensa que la "misión fue altamente clasificada, y muy pocas personas en Washington conocían el momento o la naturaleza del plan".
El militar explicó que los tres objetivos de infraestructura nuclear iraní fueron alcanzados entre las 18:40 hora del este y las 19:05 hora del este.
Añadió que un misil Tomahawk fue el último en impactar en Isfahán para asegurar que Estados Unidos mantuviera el "elemento sorpresa".
"Parece que los sistemas de misiles tierra-aire de Irán no nos detectaron", sostuvo, y añadió que, durante la misión, sus fuerzas no tuvieron conocimiento de ningún disparo contra el grupo al retirarse.
En la operación, llamada "Martillo de medianoche", se utilizaron alrededor de 75 "armas guiadas de precisión", incluyendo 14 "Penetradores de Artillería Masiva", también conocidos como "rompebúnkeres", continuó Cane.
"Devastamos el programa nuclear iraní, pero vale la pena señalar que la operación no tuvo como objetivo a las tropas iraníes ni al pueblo iraní", dijo Hegseth, quien aseguró que la misión no estaba relacionada con un intento de cambiar el actual régimen de gobierno de Irán.

Una posible escalada
Según la corresponsal para Norteamérica de la BBC Nomia Iqbal, la participación de EE.UU. en este conflicto genera preocupación por una posible escalada de la tensión en Medio Oriente.
En su declaración televisada, Trump afirmó: "Irán, el matón del Medio Oriente, ahora debe hacer la paz. Si no lo hacen, los ataques futuros serán mucho más grandes y mucho más fáciles".
"Por 40 años, Irán ha dicho 'muerte a Estados Unidos, muerte a Israel'. Han matado a nuestra gente. Les han volado los brazos, les han volado las piernas con bombas en la carretera. Esa era su especialidad", prosiguió.
"Perdimos a más de 100 personas. Y cientos de miles a lo largo del Medio Oriente, y alrededor del mundo, murieron como resultado del odio. En particular, muchos murieron por cuenta del general Qasem Soleimani", subrayó.
"Hace mucho tiempo decidí que no dejaría que esto pasara. No continuará", aseveró.
Según CBS, cadena socia de la BBC, EE.UU. se había comunicado por canales diplomáticos con Irán antes de llevar a cabo los ataques para anunciar que su intención no es conseguir un cambio de régimen sino debilitar su programa nuclear.
Previamente, Trump había expresado que su intención tampoco era, por ahora, matar al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei.
El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araghchi, había dicho horas antes del ataque que una intervención estadounidense directa en el conflicto sería "muy, muy peligrosa".
Las autoridades iraníes confirmaron los ataques a las tres instalaciones mencionadas por Trump.
"Se han escuchado varias explosiones en Natanz e Isfahán, hemos visto ataques cerca de las instalaciones nucleares de Isfahán y Natanz", expresó Akbar Salehi, vicegobernador de seguridad de Isfahán, una provincia al sur de Teherán.
La televisión estatal iraní ha tratado de restarle importancia a los ataques de EE.UU y dijo que las tres instalaciones nucleares ya habían sido evacuadas.
Irán "no sufrió un golpe importante porque los materiales ya habían sido retirados", afirmó el subdirector político de la cadena estatal iraní, Hassan Abedini.
Uno de los presentadores afirmó que la destrucción total de Fordo que anunció Trump no es cierta, y que "solo se averiaron dos túneles a la entrada y la salida".
La Organización de Energía Atómica de Irán, por su parte, calificó el ataque de "salvaje", y señaló que "a pesar de los planes maliciosos de los enemigos", los científicos y expertos "mantendrán el avance de la industria nuclear del país".
Irán ha defendido que sus instalaciones nucleares no tienen fines militares; es decir, que no se usan para fabricar armas sino para producir energía.
Fordo

Uno de los objetivos del ataque fue Fordo, una planta de enriquecimiento de uranio bajo tierra, situada a unos 96 km al sur de la capital, Teherán.
Se cree que Fordo constaba de dos túneles principales que albergan centrifugadoras que son utilizadas para enriquecer uranio, así como una red de túneles más pequeños.
Antes del ataque de este sábado, Israel le había pedido a Washington que interviniera, ya que Estados Unidos es el único país con capacidad militar para atacar la instalación.
El bombardero B-2 era el único avión capaz de llevar el penetrador de municiones masivo (MOP) GBU-57A/B, que podía penetrar la capa de concreto que protegía a la instalación de Fordo.
Los ataques israelíes de los últimos días ya habían provocado daños en las instalaciones nucleares de Natanz e Isfahán.
Según el ejército israelí, sus ataques contra Isfahán habían logrado desmantelar "la instalación que producía uranio metálico, la infraestructura de reconversión de uranio enriquecido, laboratorios, e infraestructura adicional", pero al menos una parte bajo tierra no había sido alcanzada.
La instalación en Natanz incluía una sala de centrifugadoras subterránea, que, según el ejército israelí, también resultó dañada en un ataque reciente.


"Este es un momento trascendental"
Análisis del corresponsal de la BBC Mark Lowen desde Tel Aviv, Israel
La pregunta que surge tras los ataques estadounidenses contra Irán es ahora cuál será la reacción de Teherán.
Se trata de un momento crucial en la guerra y en las relaciones entre Irán e Israel, que tiene implicaciones potencialmente enormes para la seguridad estadounidense.
Hay alrededor de 40.000 soldados estadounidenses en esta región. Estarán en estado de máxima alerta.
Ayer, los hutíes respaldados por Irán en Yemen amenazaron con reanudar los ataques contra los barcos estadounidenses en el mar Rojo si Estados Unidos se involucraba militarmente en Irán.
Ahora habrá un gran temor a las represalias iraníes contra los activos estadounidenses y militares en la región y, por supuesto, a cómo Irán tomará represalias contra Israel.

Las reacciones
Las reacciones desde dentro y fuera de Estados Unidos al ataque a Irán no se han hecho esperar.
"Estoy profundamente alarmado por el uso de la fuerza por parte de los Estados Unidos contra Irán hoy. Se trata de una escalada peligrosa en una región que ya se encuentra al borde del abismo, y una amenaza directa para la paz y la seguridad internacionales", escribió en X el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres.
Y agregó que "existe un riesgo creciente de que este conflicto se salga rápidamente de control, con consecuencias catastróficas para la población civil, la región y el mundo".
Políticos demócratas en EE.UU. han criticado la decisión de Trump argumentando que se trata de una escalada que puede traer consecuencias devastadoras para el país y que el presidente pasó por encima del Congreso y violó la Constitución.
El líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, dijo que el presidente Trump "engañó al país sobre sus intenciones, no solicitó la autorización del Congreso para el uso de la fuerza militar y corre el riesgo de enredarse en una guerra potencialmente desastrosa en Oriente Medio".
El senador Bernie Sanders recordó que "la única entidad que puede llevar a este país a la guerra es el Congreso", y la representante Alexandria Ocasio-Cortez incluso aseveró que es motivo para adelantar un juicio político.
Los copartidarios de Trump, como el senador republicano Mitch McConnell, han, por el contrario, celebrado su decisión. "Aprovechar esta oportunidad no es una escalada hacia la guerra, sino una respuesta prudente a los belicistas de Teherán", escribió McConnell.
En América Latina, el presidente chileno, Gabriel Boric, condenó el ataque en tanto "atacar centrales nucleares está prohibido por el derecho internacional".
Su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel sumó que los hechos de hoy arrastran "a la humanidad a una crisis de irreversibles consecuencias".
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