El Instituto Weizmann de Ciencias está explorando nuevas fronteras en la inmunización nasal. La nariz es una de las principales vías de acceso a nuestro cuerpo, y los cornetas nasales desempeñan un papel crucial al calentar y humedecer el aire antes de llegar a los pulmones. Sin embargo, también son vulnerables a la invasión de patógenos al estar cerca del cerebro y no ser accesibles a los anticuerpos del sistema inmunitario.
Un nuevo estudio publicado en Naturaleza por el Instituto Weizmann de Ciencias revela que las células secretoras de anticuerpos migran a los cornetas nasales durante la enfermedad o la vacunación, donde secretan anticuerpos localmente en la cavidad nasal. Esto abre posibilidades para vacunas nasales más efectivas y nuevos tratamientos para diversas enfermedades.
Durante la pandemia, la búsqueda de una vacuna contra la COVID en aerosol nasal despertó interés. Las vacunas nasales existentes no son efectivas en una sola dosis y requieren refuerzos, pero aún no se comprende completamente su funcionamiento. Investigadores del Instituto Weizmann examinaron la respuesta inmunitaria a vacunas nasales en ratones, descubriendo cómo las células B se especializan y migran a los cornetas nasales para producir anticuerpos específicos.
Estos hallazgos revelan un proceso detallado de diferenciación de células B que lleva a la producción de anticuerpos especializados para proteger la cavidad nasal. La investigación también sugiere la importancia de las células T en el proceso de inmunización y la necesidad de dosis de refuerzo para una respuesta inmunitaria efectiva. La comprensión de estos mecanismos podría conducir a nuevos tratamientos para alergias y enfermedades autoinmunes.
Además, se descubrió que las células secretoras de anticuerpos migran a las glándulas productoras de moco en los cornetas nasales, proporcionando una defensa inmunitaria local que protege no solo contra enfermedades, sino también el cerebro y las terminaciones nerviosas responsables del olfato. Este descubrimiento podría tener implicaciones para el diseño de vacunas contra enfermedades neurológicas en el futuro.
En resumen, el estudio del Instituto Weizmann de Ciencias sobre la inmunización nasal revela un fascinante mecanismo de defensa inmunitaria en las vías respiratorias que podría tener aplicaciones potenciales en el desarrollo de nuevas vacunas y tratamientos para diversas enfermedades.
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