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¡Duelo en Albany! Supermayoría demócrata sigue “echando tijera” a la agenda presupuestaria de la gobernadora Hochul

Sigue en suspenso si en los próximos días avanzaran leyes vitales para la clase trabajadora inmigrante. Difícilmente, la mandataria estatal podrá hacer cambios en la Ley de Fianzas. Sí está cerca un ajuste al mínimo legal de la hora de trabajo, pero no está claro cómo y cuándo

Falta menos de una semana para que termine el lapso legal para que la Asamblea Estatal en Albany concrete acuerdos con la gobernadora Kathy Hochul, para dar el visto bueno a su proyecto de presupuesto del Estado de Nueva York, para el año fiscal 2024, que empieza el 1 de abril. La cifra asciende a $227,000 millones.

Todo indica, que en muchos puntos específicos y generales, la mandataria no logrará concretar las ideas presentadas en febrero, sobre cómo y dónde pretende invertir los multibillonarios recursos fiscales de Nueva York en los próximos meses.

A la par, tampoco los legisladores de la aplastante mayoría demócrata encuentran espacios para pasar algunas legislaciones esperadas por la clase trabajadora. Particularmente, en beneficio de los indocumentados.

A esta fecha, también está en suspenso, si se lograrán sellar acuerdos legislativos para una serie de leyes impulsadas por organizaciones comunitarias que beneficiarían principalmente a la clase trabajadora inmigrante, como la “Ley de Cobertura para Todos”, las medidas contra los desalojos conocida como “Por una Buena Causa” o el “Puente para el desempleo” que daría protecciones a los trabajadores independientes e indocumentados que pierdan sus empleos.

“Vienen las horas de largas y fuertes negociaciones. Aunque todo apunta en este momento, a que en el caso específico de este paquete de leyes, que son vitales para los trabajadores esenciales inmigrantes  y la economía estatal, este año tampoco habrá acuerdos. A menos que hayan cartas que se jueguen ambos extremos a último momento”, indicó una fuente legislativa a El Diario.

En esa lista de ajustes presupuestarios, también está en incógnita si se logrará un aumento a los trabajadores domiciliarios que solicitan un incremento del 150% del salario mínimo y se incluyan fondos para extender el cuidado infantil y los vales de viviendas a todos los inmigrantes.

En el horno un aumento salarial

Lo que sí se dibuja más claro, es que se concretará este mismo año un esquema de aumento del salario mínimo legal por hora, indexado a la inflación, pero por un esquema absolutamente distinto al planteado por la mandataria estatal.

El plan presupuestario de Hochul usaría $38 millones en fondos estatales para respaldar los aumentos. Afectaría a unos 900.000 trabajadores, pero de una forma “racional” para que no impacte a las empresas.

En contraste, la idea de legisladores demócratas del Senado es exigir un alza automática para “ponerse al día” con el reciente aumento inflacionario.

“El Senado apoya elevar el salario mínimo y luego indexarlo a la inflación después de un aumento suficiente para garantizar que los neoyorquinos ganen un salario digno para satisfacer sus necesidades básicas y las necesidades de sus familias”, dice la legislación presupuestaria del Senado.

La propuesta de ley Raise Up New York, patrocinada por la senadora estatal Jessica Ramos, aumentaría el salario mínimo a $21.25 por hora en la ciudad de Nueva York y los condados suburbanos de Nassau, Westchester y Suffolk para 2026. Pero en este punto, hasta este viernes, habían muchas diferencias.

El escenario más ambicioso es un alza escalonada que tendrían efectos inmediatos: En la Gran Manzana treparía a $17 por hora en el 2023, 18,80 en el 2024 y $20,45 en el 2025. De allí en adelante, se aplicarían cada doce meses los mismos criterios de revisión.

Un punto de honor: Reforma a la Ley de Fianzas

En las últimas horas, la gobernadora Hochul ha mostrado “sus garras” para dejar claro cuáles son sus prioridades y algunas facciones del partido demócrata también. Y, en una docena de temas, todo avizora una agria discusión, en donde difícilmente se encontrará un punto intermedio.

La reforma de la ley de fianza será el tema que posiblemente más consuma las energías de las negociaciones.

Con la antesala de una secuencia de comunicados, de un bloque de 18 asambleístas, del ala más progresista del capitolio estatal, que advirtieron que no se tocará “una letra” de esta reforma, la gobernadora volvió a insistir este miércoles que va a pelear su propuesta legislativa de avanzar en ciertos cambios técnicos.

La idea de fondo es reglamentar a los jueces para que apliquen los medios “menos restrictivos”, al decidir si una persona arrestada por un delito grave debe ser liberada o supervisada antes de su juicio.

“Siempre he dejado claro que no creo que la riqueza de alguien, deba ser un factor determinante sobre si no alguien está preso o no”, dijo la mandataria al mostrar estadísticas que muestran que las balaceras y los asesinatos disminuyeron en Nueva York pero el índice de delincuencia, o delitos más graves, aumentó un 21 %, en 2022, en comparación con 2021.

La reforma de la ley de fianzas eliminó desde enero de 2020 la fianza en efectivo para la mayoría de los delitos menores y delitos graves no violentos.

En resumen, se logró que los jueces consideren la capacidad de pago de una persona en los casos en que se establece una fianza. El objetivo era reducir el encarcelamiento previo al juicio que afecta desproporcionadamente a las comunidades negras y latinas.

De allí en adelante, se despertó una serie de señalamientos, los cuales coincidieron con un alza en los crímenes y robos. 

Por un lado, se asocia esta ola criminal con el relajamiento de las leyes que ya no castigan con prisión preventiva a quienes cometan delitos calificados como menores. Y por otro, los defensores de la reforma argumentan que no hay razones para asociar esta tendencia con los ajustes a la forma cómo se administra la justicia penal.

La gobernadora en su intervención más reciente, previo a los debates finales sobre el presupuesto, dejó claro que no quiere que se encarcelen a personas por delitos menores o criminalizar la pobreza.

“Proponemos que los jueces tengan la discreción necesaria para garantizar la seguridad pública. Y la opinión pública está claramente del lado de esta aclaración para los jueces. Es sólo sentido común. Cuenta con el respaldo de la mayoría de los neoyorquinos, y los datos también están con nosotros”, defendió Hochul a última hora.

En este sentido, esta semana los líderes de ambas cámaras, también han despejado cualquier duda sobre sus posiciones alrededor de esta reforma.

“Estamos dispuestos siempre a sentarnos y escuchar posiciones contrarias. Siempre hemos analizado los datos seriamente. Y en este momento no hay razones para pensar en cambios”, aclaró la líder de la mayoría del senado estatal, Andrea Stewart-Cousins

No hay consenso

Pero pese a los intentos de la mandataria estatal de propiciar este cambio, varias proyecciones apuntan a que no logrará un consenso con los demócratas en ambas cámaras.

“La defensa de estas reformas, es más que un punto de honor para los demócratas, especialmente los de tendencia más izquierdista. Eso difícilmente pueda ser tocado”, puntualizaron fuentes de la Asamblea.

Con base a versiones de la publicación Político, en otros capítulos de su proyecto presupuestario la gobernadora también se encontrará con un gran “paredón”.

“La Asamblea rechaza el plan de Hochul de exigir nuevas viviendas en los suburbios y el norte del estado y, en cambio, proporcionan $500 millones como incentivos para fomentar nuevos desarrollos”, asegura el medio digital.

 Se pudo conocer que tampoco la gobernadora podrá incluir su propuesta de abrir más escuelas chárter en el estado, al eliminar el límite de estos centros educativos autónomos en la ciudad de Nueva York y autorizar la reemisión de escuelas chárter “zombies”.

En otros rubros, Hochul quiere prohibir los productos de tabaco con sabor, pero la Legislatura liderada por los demócratas no los incluyó en sus presupuestos de una sola cámara. Pero respaldarán su propuesta de aumentar el impuesto a los cigarrillos en $1, aseguró Político.

Además se anticipa que los demócratas en ambas cámaras también aumentarían los impuestos a los neoyorquinos adinerados, un plan fiscal que la gobernadora ha prometido no apoyar.

Todo podría enredarse

El estratega político Jack O’Donnell dijo a medios locales que este año la gobernadora Kathy Hochul busca poner a toda costa su “sello personal” en este presupuesto.

Se proyecta incluso que esta discusión podría terminar más tarde del 1 de abril y eso implicaría que, por ejemplo, los empleados estatales tengan problemas para recibir sus salarios el 6 de abril.

O’Donnell interpreta que el presupuesto es parte de una batalla en curso sobre si la “supermayoría” demócrata en ambas cámaras, es un partido de “centro izquierda” o de “extrema izquierda”.

Por su parte, los republicanos que son minoría en la legislatura estatal desde 2019 y su acción es poco determinante en el destino presupuestario del estado de Nueva York, en un comunicado firmado por Robert Ortt, el líder de esa minoría, expusieron su visión sobre este proceso.

“Tenemos nuestra agenda presupuestaria para rescatar a Nueva York. Rechazamos los impuestos aplastantes y el gasto gubernamental descontrolado, también todas las políticas pro-criminales que nos han convertido en un estado peligroso, además los mandatos estatales intrusivos y la extralimitación del gobierno. Todo esto ha sido la regla de un partido dominante, que le ha estado fallando a la gente de nuestro estado”, destacó Ortt.

En números:

  • $227,000 millones es el presupuesto para el año fiscal 2023 propuesto por la Gobernadora.
  • 2,4% es el aumento del gasto en comparación con el año pasado.
  • 1,000 mil millones de dólares en fondos se transferirán a NYC para atender la crisis migratoria.

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