Independientemente del motivo que nos cause esta afección, cuando vomitamos, tratamos de tomar todas las medidas necesarias para no volver a pasar por esa horrible experiencia. Afortunadamente, estos efectos secundarios casi siempre pueden controlarse o, al menos, reducirse.
Una de las peores situaciones por las que podemos pasar durante el embarazo o cuando sufrimos una infección gastrointestinal o una indigestión, son las náuseas y los vómitos. Asimismo, independientemente del motivo que nos cause esta afección, cuando vomitamos, tratamos de tomar todas las medidas posibles para no volver a pasar por esa horrible experiencia. Afortunadamente, estos efectos secundarios casi siempre pueden controlarse o, al menos, reducirse considerablemente. Por esta razón, es importante conocer qué alimentos podemos comer y cuáles debemos evitar para no volver a sufrir estos síntomas tan desagradables.
Jengibre
El jengibre es un alimento originario del sudeste asiático y cuenta con una larga trayectoria como remedio para problemas estomacales en la medicina tradicional. Contiene compuestos bioactivos que interactúan con el sistema nervioso central y el estómago para paliar estos síntomas.
Asimismo, varios estudios han demostrado que consumir jengibre puede reducir las náuseas causadas por los mareos, las cirugías y la quimioterapia, aunque algunos resultados han resultado contradictorios. Además, el jengibre puede ser un tratamiento seguro y eficaz para tratar las náuseas matutinas durante el embarazo.
Agua y bebidas sin gas
Cuando sentimos náuseas o sufrimos vómitos más o menos continuados, es posible que no tengamos ganas de comer. Sin embargo, mantenernos hidratados es crucial para nuestra salud, especialmente si vomitamos frecuentemente o tenemos fiebre.
El agua siempre es una buena fuente de hidratación, no obstante, es posible que también debamos reemplazar los electrolitos perdidos.
Algunas de las mejores bebidas para combatir la deshidratación y las náuseas incluyen:
Agua
Soluciones orales
Bebidas deportivas
Té helado
Zumo de manzana
Agua de coco
Cabe destacar que es recomendable consumir estas bebidas frías, ya que el estomago suele tolerarlas mejor.
Caldos
Las sopas de pollo son remedios caseros comunes para multitud de enfermedades, desde dolores de cabeza hasta resfriados y fiebre.
Los líquidos a menudo se toleran mejor que los alimentos sólidos cuando sufrimos náuseas. Razón por la cual las sopas pueden ser una buena primera toma de contacto para volver a comer. Asimismo, estos alimentos proporcionan electrolitos, que son particularmente importantes si vomitamos con frecuencia, además de mantenernos hidratados.
Dieta BRAT
Si nuestro cuerpo nos permite comer alimentos sólidos, una de las mejores opciones es utilizar lo que se conoce como la dieta BRAT, que está compuesta por la ingesta de plátano, arroz, compota de manzana y tostadas.
La compota, las tostadas y el arroz son alimentos con un alto poder saciante y no resultan pesados para nuestro estómago. Por otro lado, comer plátano después de vomitar es especialmente útil para que nuestro cuerpo recupere la mayoría de los nutrientes que ha perdido. No obstante, no es recomendable seguir esta dieta durante más de 24/48 horas, ya que es considerada una dieta muy restrictiva.
Patatas y fideos
Alimentos como las patatas cocidas y los fideos son una gran opción cuando sufrimos náuseas o vómitos, ya que ayudan a asentar el estómago. Además, proporcionan una gran cantidad de calorías y son muy fáciles de preparar.
ALIMENTOS QUE NO DEBEMOS CONSUMIR
Si queremos evitar volver a pasar por el mal trago de sentir náuseas o directamente vomitar cada vez que tratemos de ingerir algo, deberemos eludir los siguientes alimentos:
Alimentos grasos o fritos
Alimentos muy dulces
Comidas picantes
Alimentos con olores muy pronunciados
Bebidas alcohólicas
Cafeína
Además, es recomendable evitar los productos lácteos, ya sea leche, yogur o queso, y las verduras crudas, ya que la cantidad de fibra que contienen puede acelerar la actividad de los intestinos y provocar el vómito.
Otros consejos para evitar vómitos y náuseas
Además de consumir ciertos alimentos y bebidas, existen otras medidas para aliviar estos síntomas:
Medidas adicionales:
Comer pequeñas cantidades y en intervalos cortos de tiempo: Lo más recomendable es alimentarnos cada 1 o 2 horas, ya que el estómago vacío puede empeorar la situación.
Evitar la preparación de alimentos: El olor que produce la preparación de la comida puede empeorar las náuseas. Por tanto, si es posible, debemos evitar o acortar el tiempo que pasamos en la cocina.
No acostarse inmediatamente después de comer: Para evitar estos síntomas es recomendable evitar tumbarnos durante al menos 30 minutos tras la ingesta de alimentos, ya que esto puede ejercer presión sobre el estómago y empeorar las náuseas.
Comer y beber despacio: Esto permite a nuestro organismo relajarse durante las comidas además de permitirnos disfrutar de los alimentos. Asimismo, es recomendable evitar consumir líquidos y sólidos al mismo tiempo.
Mantener una buena salud bucodental: Las náuseas y los vómitos pueden dejar un sabor desagradable en la boca, lo que puede suprimir nuestras ganas de comer. Para evitarlo, deberemos cepillarnos los dientes regularmente.
Por último, es importante destacar que mientras que la mayoría de los casos se resuelven en el mismo día, en ocasiones se necesita atención médica. Si los síntomas persisten durante más de 24 horas, deberemos buscar atención sanitaria para evitar una deshidratación severa. Asimismo, se recomienda consultar con un médico si sufrimos hinchazón abdominal, dolor de cabeza, sangre en el vómito o si el vómito viene acompañado por rigidez en el cuello o si nos sentimos desorientados.
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