Las vacunas de ARNm son la esperanza en la lucha contra la pandemia de coronavirus. Su potencial va mucho más allá. Este principio activo abriría las puertas a métodos de tratamiento completamente nuevos en medicina. Pero, ¿cómo funciona exactamente? ¿Y dónde están los riesgos?
Durante mucho tiempo, la tecnología de ARN mensajero parecía inadecuada para un enfoque terapéutico. Ahora, la expectativa es que en el futuro podrá servir para tratar una variedad de enfermedades como el VIH, la malaria, las enfermedades cardiovasculares y autoinmunes e incluso el cáncer. ¿Qué potencial tiene realmente la tecnología de ARNm?
Las vacunas de ARNm transportan a las células las instrucciones para construir una proteína viral y estas luego comienzan a producir la nueva biomolécula. El sistema inmunitario aumenta sus defensas contra el virus, aunque solo conoce una pequeña parte inofensiva del patógeno. Lo que suena simple en el papel es un proyecto tan complejo en el organismo vivo como lo sería un aterrizaje en Marte.
La investigación del ARNm comenzó hace unas tres décadas con la aspiración de desarrollar terapias individuales contra el cáncer. Hoy en día existen estudios clínicos que investigan la regeneración del músculo cardíaco inmediatamente después de un infarto con una terapia basada en ARNm.
Las personas con enfermedades autoinmunes o VIH también podrían beneficiarse de los preparados y vacunas de ARNm. Y los virus de la influenza siempre producen nuevas cepas. Una vacuna de ARNm podría adaptarse más rápido que las vacunas convencionales y, por lo tanto, sería más precisa. Actualmente se están desarrollando en todo el mundo más de 150 terapias y vacunas diferentes basadas en ARNm.
Pero, ¿qué potencial tiene realmente la tecnología de ARNm? ¿Dónde están los riesgos? ¿Qué han aprendido los científicos del coronavirus? ¿Es la tecnología de ARNm la nueva solución milagrosa en la medicina, o es simplemente una exageración?
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