Por su acelerado crecimiento poblacional de los últimos años obliga a que las autoridades establezcan las normas que ordenen el uso adecuado del espacio urbano y rural.
Es frecuente escuchar que tierras agrícolas cercanas a la ciudad se están destinando a viviendas. Por eso reciben de forma deficiente los servicios básicos, a otros no les llegan. Dada esa realidad comienza a tratarse con atención el tema del Ordenamiento Territorial.
El ordenamiento territorial analiza, desarrolla y gestiona los procesos de planificación en los espacios geográficos tanto urbanos como rurales para que sea sostenible. El ordenamiento urbano fija las normativas que regula el uso del territorio. Estas normas indican los usos posibles para las áreas que posee el espacio.
Sus beneficios son, entre otros, que permite el desarrollo equilibrado para los residentes del territorio de que se trate, facilita el acceso a las diferentes zonas del espacio, gestiona los recursos naturales para evitar consumos excesivos, protege el medioambiente y mantiene el territorio en buenas condiciones para garantizar una vida tranquila.
Visto los beneficios que se derivan de un plan de ordenamiento territorial, EL JAYA respalda los esfuerzos del Consejo Económico y Social de San Francisco de Macorís que busca crear una alianza estratégica con el Concejo de Regidores, con los técnicos y la Alcaldía de San Francisco de Macorís. Esta alianza posibilitará establecer y aplicar las normativas necesarias para regular la expansión horizontal de la ciudad.
Están dadas las condiciones para que estas decisiones se tomen en San Francisco de Macorís. Existen las instituciones para hacerlo y entre sus integrantes hay conciencia y disposición para que así ocurra. Una institución importante que acompañará en la parte técnica en lo relativo al ordenamiento territorial es el Viceministerio Técnico de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Regional.
Se impone pues, como necesario y urgente, que las autoridades legislen y creen las normas que demanda la acelerada expansión territorial de barrios, urbanizaciones y residenciales. Hay que decir que no se trata de prohibir el desarrollo de esas inversiones, sino de ordenarlas para hacer llevadera la vida de sus residentes en esos nuevos lugares.
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