El régimen chino quiere tener control sobre la información que la próxima generación de automóviles inteligentes recopilan sobre sus conductores, las carreteras que recorren y las caras y voces que pasan, según un proyecto de ley sobre gestión de seguridad de datos para la industria automotriz presentado en mayo.
El proyecto busca garantizar que los fabricantes de toda la cadena de suministro de automóviles mantengan los datos en el país y aprueben una evaluación de seguridad del gobierno si se envían al extranjero.
Sin embargo, advierte un análisis del experto Anjani Trivedi publicado por Bloomberg, este enfoque corre el riesgo de que Beijing “ponga en peligro sus ambiciosos planes para liderar la carrera mundial de vehículos eléctricos y autónomos”.
“Las empresas a lo largo de la cadena de suministro, las nuevas empresas relacionadas con los automóviles y las empresas tecnológicas podrían encontrarse repentinamente en el lado equivocado de la regulación, excluidas de la recaudación de capital que tanto necesitan para hacer crecer sus negocios, a costa de paralizar el sector eléctrico y autónomo de China”, según el experto.
De acuerdo a Trivedi, aunque los pasos de China para proteger la privacidad y poner límites a la recolección de datos “tienen sentido”, las nuevas reglas podrían frenar la innovación, creando una enorme carga para las empresas en aras de la regulación.
En los últimos años, China logró avances significativos en las normas viales para la conducción autónoma e implementó políticas que fueron más audaces que en casi cualquier otro lugar del planeta. Pero para las empresas globales que operan en el mercado automotriz más grande del mundo, el costo del cumplimiento será alto.
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/CBKWTE3E3CO4E7KH3P5L6UVYZY.jpg%20420w)
Es que, según el proyecto de ley, cuantos más datos se recopilen, más problemas regulatorios y obstáculos enfrentarán las empresas. Si las empresas no pueden obtener sus datos, que son clave para mejorar la experiencia del conductor y fabricar automóviles inteligentes, el desarrollo no ocurrirá o se verá restringido, de acuerdo al experto. Así, “los fabricantes de automóviles podrían verse obligados a ingresar a mercados donde las políticas incentivan la innovación, como partes de Europa o Estados Unidos”.
Según Trivedi, el aumento de los controles chinos también tiene que ver con la “paranoia” de Beijing con respecto al uso de datos que podrían hacer las empresas extranjeras.
Un ejemplo es la restricción del uso de vehículos de Tesla por parte del personal militar y los empleados de empresas estatales clave, citando preocupaciones de que la información que recopilan podría ser una fuente de filtraciones de seguridad nacional, informó el Wall Street Journal. Asimismo, las oficinas gubernamentales tampoco permiten automóviles Tesla en sus instalaciones.
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/TCVCRVAU4TTSAF3MIAH5NGK6RI.jpg%20420w)
En un intento de tranquilizar al gobierno chino, la compañía de Elon Musk ahora está aumentando los centros de datos locales y trasladando sus servicios de verificación y datos de clientes chinos de EEUU a China. La firma también dijo que estaba desarrollando una plataforma local para permitir que los usuarios accedan a sus datos, una reversión de una decisión anterior de no compartir información.
La embestida del régimen también podría afectar a las empresas locales como Full Truck Alliance, Didi Global, NIO, XPeng y Li Auto que tienen un enorme potencial en un mercado prometedor.
“Siempre ansiosos por dar ejemplo al sector privado, los funcionarios han mostrado poca simpatía por los campeones locales y tomarán medidas contra ellos, incluso si está en desacuerdo con lo que comúnmente se entiende que son las propias políticas de China”, escribe Trivedi. “Las empresas están aprendiendo que los reguladores llegarán tan lejos como lo consideren necesario y han comenzado a advertir a los inversores sobre la evolución de las reglas”.
0 Comentarios