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Por qué algunas emociones pueden llevar a la pérdida del apetito, según una especialista de Harvard


Una base de datos de registros médicos electrónicos sugiere que la pandemia no empeoró el problema de sobrepeso y obesidad, contrariamente a la percepción pública.

La pandemia de COVID-19 ha sido difícil para todos en más de una forma. Por un lado, existía un temor persistente de infectarse, mientras que por el otro, quedarse en casa todo el día provocaba un aumento del peso y los problemas de salud mental. Mucha gente ha estado hablando del “COVID-15“, refiriéndose al aumento de 15 libras (casi 7 kg) durante la cuarentena. Pero, ¿la gente realmente aumentó de peso? Esta pregunta intrigó a investigadores estadounidenses en que examinaron los datos de los pacientes de los registros médicos electrónicos.

Específicamente, observaron los cambios de peso de 15 millones de pacientes el año anterior al inicio de la pandemia y luego los cambios de peso durante un año durante el transcurso de la pandemia. Resulta que según el análisis de Epic Systems, una de las compañías de registros médicos más grandes de los Estados Unidos, el 39% de los pacientes aumentaron de peso durante la pandemia, y el aumento de peso se definió por encima de la fluctuación normal de 2,5 libras (1,1 kg). Aproximadamente el 27% ganó menos de 12.5 libras (5,6 kg) y alrededor del 10% ganó más, con un 2% que ganó más de 27.5 libras (12.5 kg).


Hubo mucho estrés durante el primer año de la pandemia y el estrés está asociado con un aumento de cortisol. El aumento de cortisol se ha asociado con una mayor ingesta de alimentos hiperpalatables, que son alimentos con alto contenido de sal, grasa o ambos. También hay evidencia de que nuestros cuerpos metabolizan los alimentos más lentamente cuando están bajo estrés. Además, el estrés y los niveles altos de cortisol están asociados con un aumento de la grasa abdominal, lo que pone a las personas en riesgo de enfermedades como enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2. Para agregar a la lista de efectos nocivos para la salud del estrés en el cuerpo, los niveles altos de cortisol pueden reducir la masa muscular magray esto a su vez tiene un impacto en su tasa metabólica. Cuanto menos masa muscular magra tenga una persona, menor será su tasa metabólica y menos calorías quemará en reposo. Todo esto es una configuración para el aumento de peso y la mala salud con mayor estrés.

Aun así, algunas personas responden al estrés sin comer. Estas personas ignoran sus señales de hambre y, por lo tanto, algunas pierden peso en momentos de estrés. “El análisis de la historia clínica electrónica reveló que el 35% de los pacientes perdieron peso durante el primer año de la pandemia. Pocas personas se quejaban de perder peso, por lo que escuchamos menos al respecto. Es probable que las razones de esto sean multifacéticas. Es posible que la gente estuviera sentada más y moviéndose menos. Por lo tanto, perdieron masa muscular y ganaron grasa (la grasa pesa menos que el músculo)”, aseguró Elizabeth Pegg Frates, profesora de la Escuela de Medicina de Harvard y la Escuela de Extensión de Harvard.

El estrés y los niveles altos de cortisol están asociados con un aumento de la grasa abdominal, lo que pone a las personas en riesgo de enfermedades como enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2 (Getty Images)
El estrés y los niveles altos de cortisol están asociados con un aumento de la grasa abdominal, lo que pone a las personas en riesgo de enfermedades como enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2 

Una razón más saludable para esta pérdida de peso puede ser que las personas priorizan su salud y tienen más control sobre sus alimentos. Para Frates, “las personas estaban cocinando más en sus propias cocinas y las investigaciones demuestran que cocinar y no ir a restaurantes puede ayudarnos a perder peso”. Un estudio de la Universidad de Minnesota rastreó los hábitos alimenticios y la salud de 3.031 personas durante 15 años: aquellos que comían comida rápida dos o más veces por semana aumentaron 10 libras (4.5 kg) más que aquellos que rara vez comían de esta manera. En otro estudio de la misma universidad, las mujeres que salieron a comer comida rápida una vez más por semana durante un estudio de tres años aumentaron 1.6 libras (o.7 kg) extra.

Además, algunas personas tomaron el tiempo de cuarentena como una oportunidad para ejercitarse y concentrarse en su estado físico, nutrición y sueño. “Es probable que estas personas hayan perdido peso. También es posible que sin un viaje diario al trabajo, la gente haya hecho tiempo para hacer ejercicio y preparar comidas más saludables en casa”, aseveró la experta.

“Si aumentaste de peso durante la cuarentena -continuó-, tenés la oportunidad de cambiar tus hábitos y trabajar para seguir los seis pilares de la medicina del estilo de vida (ejercicio, alimentación saludable, sueño profundo, conexiones sociales, resistencia al estrés y evitar el uso de sustancias de riesgo) para ayudarte a perder peso, mejorar tu salud y sensación de bienestar”.

5 formas de evitar un aumento de peso a lo largo de los años (pandémicos o no), según la Escuela de Medicina de Harvard

“Este podría ser el momento adecuado para probar una variedad de técnicas de respiración profunda, yoga, tai chi, el qigong u otros ejercicios de movimiento de atención plena” (REUTERS)
“Este podría ser el momento adecuado para probar una variedad de técnicas de respiración profunda, yoga, tai chi, el qigong u otros ejercicios de movimiento de atención plena” 

- Mover el cuerpo todos los días. Acumular 150 minutos de actividad física de intensidad moderada cada semana.

- Comer más plantas. “Las verduras tienen fitonutrientes que ayudan a combatir enfermedades y fibra que ayuda a alimentar el microbioma en el intestino que fermenta la fibra en ácidos grasos de cadena corta como acetato, butirato y propionato, que a su vez ayudan a regular su metabolismo y su sistema inmunológico”, indicó Frates.

- Sentarse menos. Levantarse de la silla y moverse a cada hora.

- Consumir menos alimentos procesados. Para la especialista, “tratar de comer alimentos que no vengan en paquetes o latas es clave”.

- Encontrar la diversión en las estrategias de reducción del estrés. “Este podría ser el momento adecuado para probar una variedad de técnicas de respiración profunda, yoga, tai chi, el qigong u otros ejercicios de movimiento de atención plena”, finalizó.


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