Para muchos de nosotros, el año pasado fue una prueba definitiva de que sentarse en un sofá con una consola portátil en la mano es una forma terrible de mantenerse en forma. Pero, ¿y si esa consola fuera una versión de gran tamaño de la Nintendo Switch que mide 1,8 metros de largo y pesa 30 kilos? Solo intentar alcanzar los botones y sostenerlo en tu regazo sería un mejor ejercicio que una clase de CrossFit.
Michael Pick es el científico loco detrás de esta creación, que se construyó a partir de una combinación de madera contrachapada utilizada para la carcasa general de la consola ampliada, botones de gran tamaño producidos en una impresora 3D y una pantalla 4K en el medio. Con 1,8 metros de largo, la Switch personalizado de Pick es aproximadamente un 650% más grande que la Switch original de Nintendo, y es lo más parecido a una versión “Pro” de la consola portátil en la actualidad.
Escondido dentro del Joy-Con izquierdo hay una Switch real que usa un cable HDMI para alimentar el juego a la pantalla 4K, por lo que se necesitó apenas un mínimo de modificación de hardware para realizar esta bestia. Lo más sorprendente no es que los Joy-Cons gigantes funcionen, sino cómo Pick lo logró. En lugar de funcionar como controladores inalámbricos Bluetooth, los botones de los Joy-Cons gigantes en realidad activan partes que presionan físicamente los botones de los Joy-Cons reales en el interior. Suena un poco sobre-diseñado, pero el enfoque significa que si llega la versión de próxima generación del Switch, se puede cambiar a esta carcasa de gran tamaño con algunas modificaciones y actualizaciones.
En lugar de quedarse con este gigantesco Switch, Pick lo donó al Hospital de Niños de Saint Jude en Nashville, Tennessee (Estados Unidos), donde pueden disfrutarlo los pacientes. Y no es necesario que los niños tengan que trepar por toda la consola para jugar, ya que también funciona bien con los controladores Bluetooth que son mucho más fáciles de sostener.
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