El doctor Joaquín Balaguer en su Gobierno de los 12 años, de una manera burlesca adormeció a la ciudadanía, disponiendo comisiones de investigación alrededor de crímenes han horrendos, como los perpetrados por gatillos alegres de la Policía contra Orlando Martínez, William Mieses y Amín Abel Hasbun.
Con la creación de esas comisiones, que en su mayoría eran integradas por autores materiales e intelectuales de esos crímenes, el doctor Balaguer ante los ojos de familias que perdían a sus mejores hijos, se lavaba las manos como Pilatos.
Los gobernantes siguientes a través de jefes policiales, autoridades del Ministerio Público y “cuestionadas” Comisiones de los Derechos Humanos, han recurrido al mismo estilo, sin importar el reproche mayoritario de grupos sociales y populares, no comprometido con el crimen organizado.
En esta semana tan pronto se originó la muerte de Melvin Peña Castillo, alias Cacòn y José Miguel García en un alegado intercambio de disparos con agentes policiales, el Director General de la Policía envió una comisión de investigación, presidida por el general Héctor García Cueva, el mismo que engavetó las evidencias sobre quién o quiénes asesinaron al dirigente estudiantil Mario Vladimir Lantigua Baldera.
Ante el dolor que los abates desde el pasado lunes, el licenciado Jorge Peña Mendoza y cada uno de los que integran su familia, lo único que han solicitado es que se diga la verdad de los trágicos hechos que se llevaron las vidas de los jóvenes Cacòn y José Miguel.
El general Orison Olívense Minaya y la fiscal licenciada Smaily Rodríguez hasta el momento han despachado con mucha responsabilidad en diferentes casos, por cuya razón no deben dejarse tumbar el pulso del general García Cueva, que a juicio del Falpo ha dado muestra de “irresponsabilidad” en cada investigación.
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Via=>elJaya.com
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