La publicidad que abrirá, interrumpirá y cerrará el Super Bowl vale por la audiencia que la vea. Febrero es para Estados Unidos el mes del evento deportivo más visto a nivel mundial, con más de cien millones de espectadores, fanáticos del fútbol americano y no tanto. Jugarán los Patriotas de Nueva Inglaterra contra los Halcones de Atlanta; jugarán también Mercedes-AMG, Audi, Kia, Honda, Toyota, Lexus y Ford.
Para las compañías automotrices, el Super Bowl es una especie de meca publicitaria. La final del año pasado registró un nuevo récord de audiencia. Televisada por CBS, alcanzó los 111 millones de televidentes sólo en Estados Unidos. El alcance y el impacto está garantizado. Por eso las firmas invierten más de 4,5 millones de dólares por 30 segundos de transmisión con la finalidad de presentar sus creaciones y su parafernalia vestidas de publicidades.
Se estima que el 35% de la audiencia local que vive el Super Bowl lo hace simplemente para ver los comerciales de televisión, muchos de los cuales son preparados de manera exclusiva para el evento deportivo. Con una duración promedio de un minuto de aire, con puestas en escena magníficas, con actores reconocidos e historias que declaran principios o posturas de índole social o político, las publicidades de autos -así como el show del entretiempo de Lady Gaga- serán los condimentos no deportivos más esperados del Super Bowl 51.
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