En 2012, cuando Emma Lawton tenía 29 años, los médicos le diagnosticaron Parkinson. Una noticia así te cambia por completo la vida, sobre todo si tu día a día está basado en la precisión con la que mueves tus manos. Y es que Lawton trabaja como diseñadora gráfica y el dibujo es una de los aspectos más importantes en su profesión.
Conforme la enfermedad fue avanzando Emma fue perdiendo el control de sus propias manos hasta llegar a un punto en el que ni siquiera podía dibujar una simple línea recta. Tener Parkinson a una edad tan temprana no es algo frecuente en un síndrome cuya aparición suele ocurrir a partir de los 50 años.
Sin embargo, lejos de apartarse o venirse abajo, Emma comenzó a dar charlas divulgativas en diferentes lugares para visibilizar la enfermedad y concienciar al público en general de la importancia de la inversión e investigación en trastornos neurodegenerativos. Muchas de esas charlas están publicadas en youtube e incluso escribió un libro con sus experiencias, titulado “Dropping the P bomb”.
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La historia de Emma Lawton corrió por la red y llegó a oídos de Haiyan Zhang, una ingeniera apasionada por las nuevas tecnologías que trabaja como Directora de Innovación en el Centro de investigación de Microsoft en Cambridge.
El reto para Haiyan era crear un dispositivo que permitiera a Lawton volver a escribir y dibujar… y a la vista del vídeo publicado por la BBC, lo ha conseguido. La historia apareció en el programa The Big Life Fix en BBC Two y se ha convertido en viral en tan solo unos días.
No hay muchos datos sobre cómo funciona este dispositivo, pero BBC explica que se trata de una pulsera que sacude deliberadamente el brazo del usuario. Estos temblores producidos por el brazalete electrónico logran “confundir” el cerebro del paciente, y de esta manera logra controlar sus propios temblores.
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Por supuesto, habrá que esperar más detalles de este dispositivo pero si se confirma su eficacia, significaría una ayuda espectacular para tantos y tantos pacientes de parkinson. Mientras tanto, la historia de Emma Lawton es una de esas que emocionan y dan sentido al complejo mundo tecnológico en el que vivimos.
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