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Qué es el reto del frasco de mermelada y cómo enfrentarlo



Te explicamos cómo mejorar tu fuerza de agarre en tres sencillos pasos.
Cada uno de los músculos de tu cuerpo tiene una función imprescindible.
Frasco de mermelada
Y, aunque a menudo nos olvidemos de ellos cuando entrenamos, los músculos de nuestros dedos, muñecas y antebrazos también son importantes.
Trabajar este grupo de músculos te permitirá mejorar tu fuerza de agarre, necesaria para cosas tan básicas como abrir un tarro de mayonesa o levantar objetos, y también para actividades más complejas, como el alpinismo.
Este semana BBC Sport, de la mano de su campaña Make Your Move, te presenta un nuevo desafío para que ejercites estos músculos: el reto del frasco de mermelada.
Solo necesitarás valerte de la ayuda de latas de sopa y pelotas flexibles para ponerlo en práctica.
"No importa cuán joven o viejo seas, este reto es bueno para todo el mundo", explicaron los especialistas a BBC Sport.
Te contamos cómo hacer este reto en tres sencillos pasos.
Al final, serás capaz de abrir frascos de mermelada con menos esfuerzo. Y también de dar apretones de mano con más confianza.

Paso 1: aprieta la mano con fuerza




Aprieta la mano con una plota flexibleImage copyrightthinkstock
Image captionSi lo haces bien, notaras el efecto en los músculos de tus manos y antebrazos.

Con tus palmas hacia arriba, extiende tus dedos y después aprieta el puño tan fuerte como puedas.
Repite el ejercicio y mantén tus manos apretadas hasta un minuto.
Después, practica cinco series de un minuto, realizando descansos entre ellas.
Si lo haces adecuadamente, sentirás en los músculos de tus manos y antebrazos.
Por último, hazlo utilizando pelotas flexibles (bien de espuma blanda o de goma).
De esta manera, ganarás resistencia, lo cual aportará fuerza a tus muñecas y brazos, y aumentará tu fuerza de agarre.
Debes mantener la presión durante uno o dos segundos y después extender tus dedos de nuevo, repitiendo el ejercicio cinco veces con cada mano.

Paso 2: flexiona la muñeca




Flexionando la muñeca
Image captionCon la ayuda de una lata, puedes trabajar tus antebrazos.

Ahora que ya ganaste algo de fuerza y resistencia en tus manos, es hora de comenzar a trabajar tus antebrazos.
Esta vez necesitas un par de latas, que debes colocar en las palmas de tus manos, posicionando estas hacia arriba.
Cada lata tiene un peso diferente, así que comienza con unas que sean ligeras.
Sujeta firmemente las latas y, utilizando únicamente la fuerza de tus muñecas, muévelas hacia ti, haciendo más pequeño el ángulo entre tus manos y tus antebrazos.
Mantén las latas en esa posición unos segundos y después colócalas en posición horizontal, asegurándote de que mantienes el control del movimiento y no extiendes demasiado tus muñecas.
Repite el ejercicio cinco veces con cada mano para empezar y aumenta el número progresivamente hasta llegar a 20.
Una vez logres hacerlo, puedes comenzar el tercer (y último) paso de este reto.

Paso 3: a la inversa




Por último, debes hacer las flexiones a la inversa para ejercitar tus dedos.
Image captionPor último, debes hacer las flexiones a la inversa para ejercitar tus dedos.

Este último paso te permitirá trabajar la parte superior de tus manos y antebrazos, además de todos los músculos de tus dedos.
Esta vez, debes agarrar las latas colocando las palmas de tus manos hacia abajo, de manera que puedas comenzar a hacer las flexiones a la inversa.
Sujetando las latas, lleva tus muñecas hacia tu brazo, moviendo las manos hacia arriba y hacia abajo.
Mantén las manos hacia arriba durante un par de segundos y después regresa a la posición inicial.
Debes repetirlo cinco veces con cada mano e ir aumentando el número hasta que logres hacer 20 sin problemas.
No te olvides de llevar un recuento de tu progreso y resultados, apuntándolos en una tabla.
El ejercicio es sencillo y puedes practicarlo mientras te tomas un descanso en el trabajo.
Hazlo al menos una vez al día, durante una o dos semanas, y comenzarás a notar la diferencia.
Si eres constante, lograrás aumentar tu fuerza de agarre y, tal vez, la próxima vez que des un apretón de manos causes una impresión bien diferente.

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