
Las técnicas de lectura veloz son cada vez más
solicitadas. Hay personas que llegan a leer hasta cuatro libros cada
siete días. Pero, ¿cómo hacerlo?
Y en esa línea se dirige un artículo publicado en Harvard Business Review, en el cual su autor recuerda sus años de estudiante cuando un profesor de historia de América Latina
lo inspiró y le enseñó a leer de manera compulsiva para poder ser parte
de conversaciones en reuniones en las que jamás hubiera encajado.
El artículo, escrito por Peter Bregman -un norteamericano reconocido por ser formador de líderes en diferentes disciplinas-, rememora su paso por la Universidad de Princeton, en la época en la que el académico Michael Jiménez le enumeró los secretos para poder leer -al menos- un libro por semana.
"Espero que no estés leyendo los libros palabra por palabra",
le dijo Jiménez a su alumno cuando éste le consultó al respecto. Y fue
allí cuando lo "iluminó". La respuesta, obviamente, fue positiva, a lo
que el sabio profesor le aconsejó: "Escucha, tú no necesitas leer esos libros. Tú necesitas entenderlos". Por supuesto que Jiménez se refiere a títulos de no ficción, donde el lector no se sumerge en un mundo inventado por el escritor.
Fue en ese momento en que le enumeró las cinco claves para ser un lector rápido y voraz:
1 - Empezar con el autor.
Leer una breve biografía sobre el escritor facilitará saber a quién se
enfrenta uno. Una buena entrevista hecha al autor podría ser un buen
comienzo para conocer respecto a sus ideas y sus creencias.
2 - Leer el título, el subtítulo, las solapas y el índice de contenidos.
¿Cuál es el argumento central del libro? ¿Cuál es el planteo que
propone el autor? En ese momento, seguramente uno ya esté capacitado
para describir la idea principal del libro y decírsela a alguien que no
sepa nada sobre él.
3 - Leer la introducción y la conclusión.
Los autores plantean los casos en el inicio y en el final de sus
libros. Por lo general en los prólogos y los epílogos. Leer estos dos
capítulos palabra por palabra, pero de manera rápida. Así uno tendrá una
verdadera noción de hacia dónde se dirige el escritor. Así se podrá
saber cómo es el planteo (introducción) y cómo fue resuelto
(conclusión).
4 - Leer/esquematizar cada capítulo.
Leer el título y los primeros párrafos de las primeras páginas para
resolver cómo el autor encajó el capítulo dentro de su argumento.
Después esquematizar los títulos y subtítulos (si los tuviera) para
saber cómo es el flujo de información. Leer la primera oración y la
última de cada párrafo. Si entendió la idea, continúe. Caso contrario,
léalo completo.
5 - Terminar con el índice de contenidos nuevamente.
Cuando los cuatro puntos anteriores se hayan completado vuelva al mapa
de contenidos. Realice un sumario mental y complételo con la información
que fue sacando a lo largo de todo el libro, sumándole lo que sabe del
autor.
Bregman recomienda,
además, ir haciendo notas al margen del libro para recordar los
párrafos y las ideas más fuertes. De esta forma -dice el autor- uno está
comprometido de manera total y holística con la obra. "Tu cerebro
está alerta todo el tiempo y estás dispuesto a ver el libro más
holísticamente. Tú no sólo lo estás tomando, lo estás resolviendo", indicó el autor.
0 Comentarios