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Dificultades escolares: ¿cómo ayudar a tu hijo?



No pretendes que sea el primero de la clase, sino simplemente un alumno como los demás. Sin embargo, a tan solo un par de meses del comienzo de las clases los problemas empiezan a aparecer. Las señales no son las mismas en primaria que en secundaria, pero en todos los casos es importante saber interpretarlas para poder encontrar soluciones adaptadas.

Problemas de aprendizaje al empezar la educación primaria

“Durante los cursos de educación infantil, Hugo no presentaba ningún problema. Estaba en la media. Pero ahora en primaria no consigue seguir el ritmo del resto de la clase, tiene dificultades a la hora de leer y de escribir” – María
Para evitar que se quede atrás, hay que ser muy constante. Las maestras suelen cometer el error de mandarles al logopeda a la primera de cambio, lamenta el Dr. Olivier Revol. El psiquiatra recomienda, antes de nada, consultar al médico de cabecera. Lo primero es asegurarse de que no existen problemas de visión o de audición, ya que estos suelen ser más frecuentes de lo que pensamos. Si es necesario, que compruebe que es capaz de leer todas las letras y palabras. Únicamente después de haber comprobado que todo está en orden a nivel médico, se puede acudir al logopeda.
Se pueden dar dos diagnósticos diferentes”, destaca nuestro experto. “Tu hijo puede presentar un simple retraso que se puede solucionar rápidamente con algunas sesiones de logopedia. Si se trata de problemas más específicos, como la dislexia o la disortografía, es preferible un seguimiento regular con un especialista. Hoy en día se puede informar al centro escolar para que se ocupe de este tipo de problemas”, afirma el psiquiatra. Con el fin de que el niño no se tenga que enfrentar a más dificultades.
“Durante los cursos de educación infantil, Hugo no presentaba ningún problema. Estaba en la media. Pero ahora en primaria no consigue seguir el ritmo del resto de la clase, tiene dificultades a la hora de leer y de escribir” – María

Para evitar que se quede atrás, hay que ser muy constante. Las maestras suelen cometer el error de mandarles al logopeda a la primera de cambio, lamenta el Dr. Olivier Revol. El psiquiatra recomienda, antes de nada, consultar al médico de cabecera. Lo primero es asegurarse de que no existen problemas de visión o de audición, ya que estos suelen ser más frecuentes de lo que pensamos. Si es necesario, que compruebe que es capaz de leer todas las letras y palabras. Únicamente después de haber comprobado que todo está en orden a nivel médico, se puede acudir al logopeda.

Se pueden dar dos diagnósticos diferentes”, destaca nuestro experto. “Tu hijo puede presentar un simple retraso que se puede solucionar rápidamente con algunas sesiones de logopedia. Si se trata de problemas más específicos, como la dislexia o la disortografía, es preferible un seguimiento regular con un especialista. Hoy en día se puede informar al centro escolar para que se ocupe de este tipo de problemas”, afirma el psiquiatra. Con el fin de que el niño no se tenga que enfrentar a más dificultades.

La pérdida de los conocimientos adquiridos en el segundo año de primaria

“Hasta ahora Valentina no había tenido ningún problema de aprendizaje. Sin embargo, de repente se comporta como si dudara de los conocimientos aprendidos hasta este curso. ¡Parece como si se le hubiera olvidado todo! – Pablo
Lo primero que hay que hacer es ir al médico de cabecera “para comprobar que todo está bien a nivel médico”, repite el Dr. Olivier Revol. A veces, una simple otitis seromucosa que aparece de manera repetitiva puede acabar obstruyendo sus tímpanos y reducir la calidad de la audición. Puede que de cerca no lo notes, pero en cuanto se aleja un poco verás que no escucha bien. Después de la revisión, el médico de cabecera puede preguntarle si hay algo que le preocupa. Cambios importantes en su vida, haber discutido con un amigo, la pérdida de un animal, etc. son algunas de las situaciones que pueden tener que ver. “Los trastornos del humor y afectivos en el niño se suelen manifestar a través de una bajada en el rendimiento escolar”, añade nuestro experto. También se pueden considerar otras posibilidades como el chantaje o la victimización.
Si tampoco se trata de una cuestión psicológica puede realizar un test de CI para medir su Coeficiente Intelectual, y averiguar cuáles son sus puntos fuertes y cuáles los débiles. Estas pruebas sirven para descubrir a qué velocidad procesa la información, cuál es su memoria visual, su concentración y, quizás, su precocidad intelectual. El médico es tajante: ”Los problemas escolares son síntomas que primero habrá que identificar. Solo se recurrirá al apoyo escolar cuando se hayan comprobado todas estas fases”.

Una adaptación difícil a la secundaria

“En Primaria Víctor era buen estudiante, sin embargo, desde que ha empezado el instituto está como perdido. Le cuesta organizarse a la hora de hacer sus deberes y parece que está desmotivado” - Elizabeth
La etapa del instituto puede ser una verdadera prueba de fuego para algunos niños, en especial para los más sensibles”, asegura el Dr. Olivier Revol. En primaria, siguen “mimados” por la maestra, algo que cambia completamente cuando empiezan la secundaria. Asignaturas y profesores diferentes, la presencia de niños de mayor edad y la necesidad de organizarse mejor, son algunas de las muchas novedades a las que el niño se debe enfrentar. La secundaria requiere muchas más funciones cognitivas, organizativas y de adaptación, lo que puede acarrear dificultades.
Ante un caso como este, es necesario distinguir entre los problemas primarios y los secundarios, que son reacciones a su estado psicológico. ¿Cómo saberlo? Si tiene dificultades escolares porque está triste o deprimido, se le debería notar fuera de la escuela. “Si deja de lado actividades que le encantaban, o tiene menos amigos, habrá que empezar a pensar en una hipótesis psicológica…”, propone nuestro experto. Algunas sesiones de psicoterapia pueden ser suficientes para que exprese sus preocupaciones; lo importante es que no entre en la acumulación.
Una vez descartadas las causas psicológicas, explora las causas neurológicas. ”A veces podemos estar delante de un caso de trastornos dys sin darnos ni cuenta, simplemente porque el niño ha sido capaz de sobrecompensar hasta este momento. A veces pasa. En estos casos habrá que poner en marcha las terapias de rehabilitación necesarias (logopedia, lógica matemática, o lectura y ortografía). Si el niño no presenta problemas particulares, entonces recurre al apoyo escolar. Puede que te veas tentada/o a ocupar tú este lugar, pero no suele ser una buena idea. Vuestra relación corre el riesgo de acabar girando en torno a la escolaridad, cuando la educación tiene que tener lugar en otros contextos”, insiste el psiquiatra. En estos casos es necesario recurrir a una tercera persona.

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1 Comentarios

  1. Si tu hijo presenta dificultades de aprendizaje, es importante brindarle el material adecuado para su desarrollo educativo. Con recursos y herramientas especializadas, podrás apoyar su aprendizaje y potenciar sus habilidades, asegurando un entorno propicio para su crecimiento académico.

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