El 27 de marzo de 1964 Alaska registró el mayor terremoto de la historia de Estados Unidos.
Minutos después, el mar se tragó un pequeño pueblo llamado Chenega.
Aunque establecer una relación entre ambos fenómenos parece el paso más
obvio, lo cierto es que el origen del tsunami de Chenega ha sido un
misterio hasta hoy.
Con 9,2 MW en la escala de magnitud de momento,
el terremoto de Alaska de 1964 fue sencillamente tremendo. No solo fue
el temblor más fuerte registrado en Estados Unidos. También es el
segundo mayor terremoto en la historia de la humanidad.Ese día, el tsunami segó las vidas de 23 de los 75 habitantes de la aldea costera de Chenega, cercana a Valdez. El problema es que nunca se pudo establecer el mecanismo exacto por el que el seísmo desató semejante destrucción sobre el pueblo. La relación entre el tsunami de Chenega y el gran terremoto de 1964 es obvia, pero faltaba la gran pregunta: “¿cómo?”.
Chenega se encuentra en el estrecho Prince William Sound, una zona de tortuosa orografía excavada a lo largo de miles de años por glaciares. Los tsunamis en áreas costeras se producen cuando un seísmo provoca bruscos desplazamientos de tierra en el fondo marino cercano a la costa y a relativamente poca profundidad. Sin embargo, ningún estudio pudo encontrar ese desplazamiento submarino en los fondos cercanos a Chenega.
Finalmente, un equipo de investigadores de la Universidad del Estado de Boise y del Departamento de Agricultura y Pesca de Alaska han localizado el origen del tsunami concreto que devastó Chenega. El análisis del fondo marino cercano a Chenega mediante batimetría de alta definición ha revelado que el corrimiento de tierras submarino sí que tuvo lugar, pero a una distancia mucho mayor de lo que se creía, y a una profundidad también mayor, de entre 250 y 350 metros.
El estudio obliga a examinar con más atención los fiordos marinos como nuevos lugares que podrían sufrir tsunamis en caso de seísmo. 50 años después, las 23 muertes de Chenega al menos servirán para salvar vidas en el futuro. [Earth and Planetary Science Letters vía U.S. Geological Survey]
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