¿Cuál es la diferencia entre un probiótico y un prebiótico?
Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) junto con la OMS, los probióticos
podrían definirse como los microorganismos vivos que administrados en
cantidades adecuadas proporcionan beneficios en nuestra salud.
Mientras que los prebióticos
son ingredientes que selectivamente fermentados resultan altamente
beneficiosos para la composición de la microbiota gastrointestinal. Su
función sería por lo tanto, la de alimentar a las bacterias buenas.
La
microbiota autóctona de cada individuo está constituida por el conjunto
de microorganismos que colonizan establemente la superficie epidérmica y
los conductos y cavidades del organismo que comunican con el exterior
(la piel, glándula mamaria y aparatos digestivo y urogenital).
La
microbiota permite proveernos de nutrientes esenciales como las
vitaminas, de hacer aprovechables componentes de la dieta no digeribles,
combatir la infección por agentes patógenos (exclusión competitiva
porque se adhiere a la mucosa, segrega bacteriocinas y promueve el
desarrollo de la inmunidad innata y adquirida). Si se altera la
microbiota (disbiosis) aumenta la susceptibilidad a infecciones como la
gastroenteritis y la vaginitis. Además la disbiosis puede contribuir a
la aparición de procesos autoinmunes como la atopia, la diabetes y la
celiaquía.
¿Cuál es la principal característica de los prebióticos?
Ante
todo conviene distinguir el efecto de los prebióticos del de la fibra
dietética. Ciertamente, ambos resisten parcial o totalmente el proceso
de la digestión y pueden (en general) ser fermentados por la flora
intestinal del colon, interviniendo así sobre la actividad y la
composición de la flora. Pero lo que caracteriza a los prebióticos es su
acción selectiva sobre un grupo específico de bacterias (beneficiosas) y
no sobre toda la población de bacterias que habitan en el intestino. La
fibra dietética tiene, en efecto, otras muchas ventajas, mejora el
estreñimiento, ayuda a regular el colesterol y estabiliza los niveles de
glucosa tras las comidas pero no tiene efecto prebiótico.
¿Es el efecto prebiótico exclusivo de los carbohidratos no digeribles?
En
la práctica, la mayoría de los prebióticos son carbohidratos no
digeribles ni absorbibles que estimulan el crecimiento selectivo de
algunas comunidades de bacterias beneficiosas de la flora, lo que se
llama comúnmente" efecto bífidus", aunque de hecho existen algunas
proteínas, pépticos y lípidos que se comportan así.
El "efecto bífidus"
puede resumirse como el resultado de consumir alimentos con
carbohidratos que sirven de nutrientes para las bacterias buenas:
Bifidobacterium y Lactobacillus principalmente, a la vez que se oponen
al crecimiento de las bacterias putrefactivas (perjudiciales):
Clostridium y Fusobacterium. Además estos prebióticos al ser fermentados
por la microbiota generan ácidos grasos de cadena corta, sobretodo
butirato, que dificultan el crecimiento de algunos patógenos como la
Salmonella.
¿Qué condiciones debe cumplir una sustancia para considerarla un prebiótico?
- En primer lugar, debe ser resistente a la acidez gástrica.
-
No debe ser hidrolizado ni total ni parcialmente por las enzimas
digestivas y no absorberse en el intestino delgado para llegar intacta
al intestino grueso.
- Ser fermentada por bacterias beneficiosas de la microbiota intestinal.
- Ser capaz de inducir efectos fisiológicos beneficiosos para la salud.
¿Cuáles son los efectos fisiológicos de los prebióticos?
El
primero es obviamente contribuir al equilibrio y a la salud de la
microbiota digestiva. Con ello se obtiene un efecto anticariogénico y se
disminuyen las infecciones gastrointestinales.
Una
flora colónica sana disminuye el contacto de tóxicos con la pared
intestinal, mermando la capacidad mutagénica y disminuyendo la
probabilidad del cáncer de colon.
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