Es
una de esas afirmaciones que todo el mundo ha oído alguna vez: el agua
en un desagüe gira en un sentido según estemos en el hemisferio norte o
en el sur. En puntos turísticos cercanos al ecuador pueden encontrarse
incluso a personas que lo demuestran in situ con un barreño de agua y un embudo. Tiene nombre y todo, Efecto Coriolis. ¿Es real?
Para demostrarlo, los que son probablemente dos de los mejores videobloggers de ciencia, Destin Sandlin de Smarter Every Day y Derek Muller de Veritasium se
han colocado en puntas casi opuestas del globo (uno en América y otro
en Australia) y han elaborado una serie de experimentos para determinar,
de una vez por todas, si el agua gira realmente hacia un lado o al otro
dependiendo del hemisferio.
El
resultado son dos vídeos que están pensados para reproducirse a la vez y
cuyas reproducciones se complementan la una de la otra. Puedes arrancar
uno, pausarlo, y luego hacer clic rápidamente en los dos a la vez, pero
si no se sincronizan bien o hay dificultades, herramientas como YouTubeDoubler permiten hacerlo de manera sencilla:
¿La conclusión? Sí, el efecto Coriolis,
pese a ser una fuerza relativamente débil puede apreciarse a un lado y a
otro del globo si se dan las condiciones adecuadas. Pero eso no quiere
decir que, en la mayoría de ocasiones rutinarias, el agua escapando por
un desagüe como puede ser el de un inodoro o un lavabo está influenciada
por factores externos (la dirección del chorro que llenó el recipiente,
por ejemplo) antes que por Coriolis.
Para poder
apreciarlo realmente tanto Sandlin como Muller tuvieron que llenar una
piscina de agua para niños, dejarla reposar durante 24 horas y después
vaciarla mientras añadían unas gotas de colorante alimenticio para
comprobar en qué dirección giraba el agua. En el hemisferio Sur giró en
dirección de las agujas del reloj, en el hemisferio Norte en la
dirección opuesta.
Como la
Tierra gira sobre su eje (rotación) en su viaje alrededor del Sol
(traslación), “tira” del agua en diferentes direcciones por la conservación del momento linear.
Es la misma conservación, la misma fuerza que lanza nuestro cuerpo
hacia adelante cuando damos un frenazo en el coche, por ejemplo, o la
misma que hace divertida una montaña rusa.
Coriolis
puede ser una fuerza pequeña, de hecho lo es, pero su efecto sí se nota
cuando se aplica a gran escala como en huracanes y grandes tormentas. En
el hemisferio Sur giran justo al contrario que en el hemisferio Norte.
Un mito
que, quizá como la mayoría, tiene su parte de verdad y su parte de
mentira. Las personas que lo demuestran con un barreño en el ecuador no
son más que timadores para turistas, y que realmente determinan la
dirección del giro según desde donde echen el agua. Y lo mismo en un
inodoro o en un fregadero.
La realidad
es que casi nunca vas a notar el impacto de la fuerza de Coriolis en tu
vida diaria, pero con un poco de método científico y eliminando
variables e influencias externas, puede comprobarse de manera
relativamente sencilla. Misterio resuelto.
0 Comentarios