Subirse
a una antena de radio de 200m es una cosa, pero tirarse desde ella
dando hasta nueve vueltas en el aire es una muy distinta. Eso es lo que
han hecho precisamente los saltadores BASE JT Holmes y Mark Broderick en este escalofriante vídeo grabado con GoPro.
El salto ha
tenido lugar en el desierto al norte de Nevada, en Estados Unidos. La
estructura desde la que saltan es una enorme torre vertical conocida
como transmisor de radiodifusión no direccional (NDB por sus siglas en
inglés) o radiofaro.
Estas torres se han usado durante años para ayudar a la navegación
aérea antes de la llegada de los sistemas de posicionamiento por
satélite.
Los
radiofaros más potentes como este pueden llegar a medir más de 200
metros de altura, aunque la mayor parte están ya en desuso, y tan solo
sirven de trampolín a locos de la adrenalina como Holmes y Broderick. Al
final del vídeo tenéis la torre vista desde lejos como referencia.
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