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¿Realmente nos deprimimos en invierno?

 Diciembre 10, 2014

¿Realmente nos deprimimos en invierno?

Una empresa de energía ha instalado lámparas de fototerapia en las paradas de autobuses de Noruega para ayudar a los residentes a hacer frente a la oscuridad del invierno.



Han pasado 30 años desde que el término trastorno afectivo estacional (TAE) se utilizó por primera vez para describir la depresión de invierno. Pero hay quienes piensan que es un término que hoy en día se utiliza muy a la ligera.
En 1984 el psiquiatra Norman Rosenthal utilizó por primera vez un término que cambió la forma en la que la gente pensaba acerca del invierno.El trastorno afectivo estacional describe un tipo de depresión con un patrón estacional, que por lo general ocurre durante el invierno.
Se cree que la falta de luz afecta la parte del cerebro que controla el sueño, el apetito, el deseo sexual, el estado de ánimo y de actividad. Los pacientes experimentan letargo y un ansia de alimentos azucarados.
Rosenthal también incluyó el término en un artículo que escribió luego de trasladarse desde el cálido clima de Johannesburgo en Sudáfrica al noreste de EE.UU. donde los inviernos son más severos.
"Me tomó cerca de tres años de observar cómo los inviernos se alternaban con los veranos", dijo Rosenthal, que da clases en la Universidad de Georgetown en Washington. "Se daba por hecho que la gente se ponía de mal humor en invierno, que no estaba tan feliz".
Pero el trabajo de Rosenthal y otros especialistas estableció que para algunas personas era más que eso.
La idea de que muchos son menos felices en invierno oscurece el hecho de que para un grupo de personas más pequeño está sucediendo algo más serio.
"Se convierte en una condición médica cuando tiene consecuencias en la vida de las personas, como no poder ir a trabajar, o cuando afecta su calidad de vida", dice Rosenthal.


 
La ciudad noruega de Rjukan ha erigido espejos gigantes para redirigir la luz solar en la plaza principal.

Cada vez más aceptado

El TAE ha sido aceptado como condición médica por muchos. En muchos países se ofrecen consejos, y también ha ganado terreno significativo en la cultura popular.
En Reino Unido el término fue utilizado por primera vez por el Times en 1988, en un artículo que destacaba una relación entre los trabajadores del turno de la tarde y la falta de luz.
Desde entonces, se ha filtrado poco a poco en el lenguaje común. Según Google Trends el término es mucho más comúnmente buscado en Canadá y Estados Unidos.
Rosenthal admite que el acrónimo -que sugiere el tipo de sentimientos que experimentan los enfermos- fue elegido para lograr el máximo impacto en los medios de comunicación. Y parece que funcionó.
Sarah Jarvis, médica británica, se dio cuenta hace una década de un aumento en las personas que llegan a su consulta citando depresión de invierno. Pero muchas resultaron tener "tristeza de invierno", dice ella.
"Es muy difícil, porque la tristeza de invierno es algo muy común. La mayoría de nosotros encontramos que en esta estación nuestro estado de ánimo se ve afectado".
Es similar a la forma en que las personas etiquetan mal otras condiciones, adoptando un término que han oído con anterioridad, dice Jarvis. Para padecer de TAE un paciente debe haber sufrido depresión durante dos años consecutivos, explica.
La tristeza de invierno a menudo implica una falta de sueño mientras que el trastorno afectivo estacional significa que las personas están permanentemente cansadas y pasan más tiempo en la cama.
Jarvis estima que entre el 3% y el 5% de la población de Reino Unido sufre de este trastorno mientras que una de cada ocho personas (12,5%) experimenta "tristeza de invierno", un cambio mucho menos definido en el estado de ánimo.


 
Rjukan está rodeada de montañas.
Rosenthal sugiere que el 6% de las personas en Estados Unidos sufre de la forma más aguda del TAE y que otro 14% tiene nostalgia de invierno.
Un estudio encontró que la forma más severa afectó al 1,5% de la población en el sur del estado de Florida, con un promedio de siete horas de sol al día, incluso en invierno, llegando a casi el 10% en el norte del estado de New Hampshire, que obtiene sólo cuatro horas diarias en noviembre y diciembre.
Jenny Scott-Thompson ha sido diagnosticada con trastorno afectivo estacional. Cada año, entre septiembre y abril sufre impulsos suicidas.
Después de conseguir licenciarse en matemáticas en la Universidad de Cambridge y conseguir un trabajo en el centro financiero de Londres, el trastorno le afectó demasiado.
"Luché con períodos de agotamiento y la pena en que vivía parecía desproporcionada con lo que estaba pasando en mi vida", dice ella. Scott-Thompson buscó ayuda y se le diagnosticó depresión de invierno.
El médico le recomendó pasar periodos junto a una caja de luz especial y trasladarse a otro lugar más soleado en invierno. De repente, su vida tomó un cariz diferente.
"Fue increíblemente eficaz. Ese año (2009-10) fue la primera vez en seis años que llegué desde finales de septiembre hasta abril sin tener sentimientos suicidas. Me di cuenta que no todo el mundo está acostumbrado a pasar la mitad del año odiando y queriendo morir".
Rosenthal aboga por el uso de la luz eléctrica, entre otros métodos, para compensar los efectos del trastorno.
La terapia de luz es algo que ya se hacía en la antigüedad. El médico griego Hipócrates abogaba propiedades curativas a la exposición al sol. A partir de finales de 1800 la helioterapia o fototerapia, se hizo popular.
Algunos niños enfermos de tuberculosis en barrios marginales, donde había poca luz solar disponible, fueron llevados a refugios donde pudieran pasar tanto tiempo al aire libre como fuera posible.
Los tratamientos de luz se han utilizado para otras dolencias. En 1903, Niels Ryberg Finsen fue galardonado con el Premio Nobel por inventar una lámpara ultravioleta para la tuberculosis cutánea.

Discrepancias

Rosenthal dice que los médicos no están haciendo a los pacientes las preguntas correctas, como, por ejemplo, si los síntomas que describen son de temporada o los sienten todo el año.


 
La terapia de la luz es utilizada para varios males.
Pero no todos los científicos creen que el TAE es una condición distinta a la nostalgia de invierno. En 2008 el psiquiatra noruego Vidje Hansen, catedrático de psiquiatría de la Universidad de Tromso arrojó dudas.
"Si va a encontrar personas con TAE, sería aquí en Noruega, donde no tenemos sol durante dos meses del año", dijo.
En cambio no hubo correlación entre la depresión y la cantidad de luz después de un análisis de 8.000 personas en Tromso, escribió.
El punto de vista de Hansen, aparentemente, no es compartido en toda Escandinavia, donde en gran parte del país casi no hay luz del sol en invierno.
En la norteña ciudad sueca de Umea, una empresa de energía ha instalado lámparas de fototerapia en las paradas de autobuses para ayudar a los residentes a hacer frente a la oscuridad del invierno.
Mientras, la ciudad noruega de Rjukan, rodeada de montañas, ha erigido espejos gigantes para redirigir la luz solar en la plaza principal.




Octubre 22, 2014

¿Por qué algunas personas sufren la "depresión de invierno"?
La terapia de luz ayuda es uno de los tratamientos que se utiliza para el trastorno afectivo estacional.




Los científicos identificaron la razón subyacente de por qué algunas personas son propensas a la "depresión de invierno", o trastorno afectivo estacional (TAE).
Este síndrome es una forma de depresión que ocurre durante el invierno. Por lo general comienza en el otoño y desaparece en la primavera.
Los expertos creen que en el TAE la depresión está desencadenada por la respuesta del cerebro a la disminución de la exposición a la luz natural.
Las teorías actuales se concentraban en el papel que podrían tener dos sustancias químicas específicas en el cerebro: melatonina y serotonina que ayudan a regular los ciclos de sueño-vigilia, la energía y el estado de ánimo.



Ahora unos escáneres cerebrales han confirmado estas sospechas: la gente con este síndrome no controla de forma efectiva la serotonina durante los meses de invierno.
El trabajo será presentado esta semana en una conferencia de Neuropsicofarmacología.
Los investigadores de la Universidad de Copenhague que llevaron a cabo el estudio dicen que sus hallazgos confirman lo que ya se sospechaba a pesar de que sólo estudiaron 11 personas con TAE y 23 voluntarios sanos para la comparación.
Utilizando la tomografía cerebral por emisión de positrones (TEP), fueron capaces de mostrar importantes diferencias entre los meses de verano e invierno en los niveles de la proteína transportadora de serotonina (SERT) en pacientes que sufren este trastorno.
Cuanto mayor es la actividad del SERT, menor es la de la serotonina.
Los voluntarios con TAE tenían mayores niveles de SERT en los meses de invierno mientras que los voluntarios sanos no.

La depresión de invierno

La investigadora principal, Brenda Mc Mahon, dijo: "Creemos que hemos encontrado el sector que el cerebro presiona cuando tiene que ajustar la serotonina a los cambios de estación".
"El transportador de serotonina lleva este químico de vuelta a las células nerviosas donde no está activo, por lo que cuanto mayor sea la actividad del SERT menor es la de la serotonina.
"La luz del sol mantiene este ajuste a un nivel bajo, pero cuando las noches se hacen más largas durante el otoño, los niveles de SERT aumentan, lo que resulta en la disminución en los niveles activos de serotonina".



El trastorno afectivo estacional afecta a personas en algunos países con marcados cambios estacionales.
"Muchas personas no están realmente afectadas por el TAE, y hemos encontrado que estas personas no tienen este aumento de la actividad del SERT, por lo que sus niveles activos de serotonina se mantienen altos durante todo el invierno".
Siegfried Kasper, del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología, que este año celebra su congreso anual en Berlín, aseguró: "Las fluctuaciones del SERT asociados con TAE se han visto en estudios anteriores, pero este es el primer estudio que compara a los pacientes durante el verano e invierno".
"Parece que confirma que el SERT se asocia con la depresión de invierno".
"Todavía no sabemos lo suficiente sobre cómo los niveles de serotonina pueden verse afectados por los niveles de luz así que este es un estudio pequeño bastante interesante. Daríamos la bienvenida a más investigaciones", señaló Sam Challis, director de información de la ONG de salud mental MIND.
Challis explicó que hay una amplia gama de tratamientos disponibles para este trastorno tales como la terapia de luz y la terapia cognitivo-conductual.
"Sabemos que el consumo de una dieta equilibrada, reduciendo el consumo de cafeína y hacer algo de ejercicio puede ayudar, así como pasar el mayor tiempo posible al aire libre porque –incluso cuando está nublado– la luz es mayor que en el interior de un edificio".
La "depresión de invierno", que sólo ocurre en regiones del mundo alejadas del Ecuador donde el ritmo biológico natural del organismo se ve trastornado por los días más cortos de invierno, afecta a más de 12 millones de personas en todo el norte de Europa.


Diciembre 9, 2013

La "depresión estacional" arropa en la Navidad a muchas personas
SANTO DOMINGO. "La Navidad es una época del año que se caracteriza por diversas condiciones que pueden llevar al individuo a sentir emociones encontradas en algunas ocasiones", así lo manifiesta la psicóloga Olga María Renville, al referirse a la nostalgia que, en ocasiones caracteriza esta época del año.
Cita que dentro de los aspectos que afectan el ánimo de las personas, está el clima y la estación del año en que se celebra la Pascua. Asegura que se ha comprobado que, en la medida en que bajan las temperaturas, los individuos tienden a ser más sedentarios y a experimentar lo que se conoce como "depresión estacional". Claro, explica, "no en todos los casos, el clima es un factor que colabora con que se tenga un ánimo más apacible en esta época".
Resalta la especialista que otra característica de la Navidad es el grado de emotividad que existe en las fiestas y hasta en las letras de las canciones y villancicos, así como en las reuniones entre amigos y familiares, lo cual fomenta la unión y el reencuentro. "Entonces ahí extrañamos a esas personas que hace mucho tiempo no vemos porque están lejos o han fallecido", agrega, refiriendo que influye en el cambio de ánimo.
Renville considera que la nostalgia es una de las emociones que con mayor frecuencia experimentan las personas y, que según dice, es en esta época cuando tiende a ponerse en su máxima expresión. "Es un sentimiento de tristeza que llega momentáneamente al recordar eventos del pasado tanto alegres como tristes, episodios donde probablemente los protagonistas de los mismos ya no están, por causas diversas", sostiene.
Resalta que al ser la Navidad una celebración que se realiza a final del año, tiende a asociarse con el cierre de una etapa, de un ciclo, lo cual también hace que las personas evoquen lo que han logrado y lo que no, durante este período. También lo asocian con las pérdidas de seres queridos, alguna relación amorosa, de amistad, en fin, con situaciones que provocan tristezas.
La especialista destaca que las personas que padecen de depresiones o trastorno bipolar, podrían ser más vulnerables a esta época por la gran cantidad de estímulos emotivos que experimentan durante ella. En tal sentido es importante tratar de evitar la soledad y mantenerse ocupados junto a familiares y amigos. La terapia ocupacional también es una buena aliada en estos casos. La psicóloga manifiesta que los niños suelen ser quienes más disfrutan del momento mágico que representa la Navidad. Por esta razón, advierte: "Los adultos que les rodean deben preservar esta ilusión, haciendo lo posible por no tomar decisiones que les afecten de forma negativa ni marquen esta época en la vida y el desarrollo de los infantes".
Explica Renville que decisiones de separaciones, divorcios, etcétera, deben ser tomadas en una época del año que no promueva la asociación de la Navidad con un evento triste, a menos que sea impostergable.
Considera que esta época es también un momento importante para fomentar los valores espirituales y al igual que los niños, toda la familia debe recordar el verdadero motivo de las fiestas navideñas.
Recomienda asistir a las actividades que se realicen en función del nacimiento del Niño Jesús, ya que a su parecer, es uno de los mejores recuerdos que debe guardar un niño en el proceso de desarrollo de sus valores. Aconseja evitar los excesos en esta época del año para no dar paso a la ocurrencia de situaciones difíciles que marquen la época.

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