Este hombre humilde, entrenado y entregado día a día al trabajo dignificador, es el mejor ejemplo que podemos presentar acerca de la conveniencia y beneficios para la sociedad cuando sus padres orientan y procuran que sus hijos sin abandonar la escuela asistan a algún taller a aprender algún oficios.
Minaya de 58 años declaró para los lectores de EL JAYA que apartir de los siete años de edad comenzó a vender dulces hechos por su madre. Es el único trabajo que conoce ya que con lo que produce cubre sus necesidades y las de su familia.
"Tengo 51 años en este oficio que aprendí con mi mamá, nunca he tenido que buscar empleo en el gobierno ni en ninguna otra parte porque con la venta de mis dulces hago más dinero que lo que yo podría ganar en una oficina pública", sostuvo .
Dijo que diariamente produce 50 libras de dulce jalao que vende a 100 pesos la unidad. El producto que elabora y mercadea Minaya goza de gran aceptación de sus habituales consumidores debido al dominio de la técnica y cuidado artesanal que usa en la combinación de ingredientes que le dan apetitosa aroma, cobriso color y exquisito sabor.
El jalao que ofrece Ramón Minaya es un buen dulce porque, sobre todo, no empalaga y previa autorización médica podrían disfrutarlo las personas diabéticas.
Como verdadero artesano en el arte de elaborar un excelente dulce jalao, Minaya no sólo cuida la higiene, sino también su impecable presentación en pequeñas bandejas plásticas.
Via El Jaya
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