El entrenador de los Brooklyn Nets fue multado por fingir un accidente para dar indicaciones a sus jugadores. Él, y uno de sus pupilos, todavía lo niegan.
La NBA ha impuesto una multa de 50.000 dólares al entrenador de los Brooklyn Nets, Jason Kidd, por fingir un accidente y así, con el juego parado, dar órdenes a su equipo a pesar de que ya no disponía de tiempos muertos.
La ocurrencia se dio en el partido que perdieron a domicilio por 94-99 ante Los Angeles Lakers este miércoles. Kidd negó a los periodistas que hubiese pedido al base Tyshawn Taylor que chocase con él para derramar el líquido -un té con hielo- que tenía dentro de un vaso de plástico.
Pero la revisión de la acción por parte de la NBA ha demostrado que el incidente fue intencionado y que el entrenador novato de los Nets ideó esa estrategia para forzar a los árbitros a parar el juego mientras secaban el suelo de la cancha, y aprovechar así para dar consignas a sus jugadores.
Kidd permanecía a un costado de la cancha mientras sostenía en la mano el vaso con té. El escolta de los Lakers Jodie Meeks estaba en la línea de tiros libres. Después de que Meeks encestase su primer disparo y diera a los Lakers una ventaja de 94-96, Tyshawn Taylor se acercó a Kidd y chocó con él para derramar la bebida en la cancha.
Intencionada o no, la demora benefició a Brooklyn al dar tiempo a Kidd a elaborar una jugada final. "El vaso se me resbaló de la mano mientras me acercaba a Ty. Tenía las palmas de las manos sudorosas", se defendió Kidd.
Taylor también negó que fuera armado. Reiteró que nunca escuchó a Kidd pedirle que chocase con él, y simplemente se le echó encima, sin haberle visto, cuando regresaba al banquillo.
La ocurrencia se dio en el partido que perdieron a domicilio por 94-99 ante Los Angeles Lakers este miércoles. Kidd negó a los periodistas que hubiese pedido al base Tyshawn Taylor que chocase con él para derramar el líquido -un té con hielo- que tenía dentro de un vaso de plástico.
Pero la revisión de la acción por parte de la NBA ha demostrado que el incidente fue intencionado y que el entrenador novato de los Nets ideó esa estrategia para forzar a los árbitros a parar el juego mientras secaban el suelo de la cancha, y aprovechar así para dar consignas a sus jugadores.
Kidd permanecía a un costado de la cancha mientras sostenía en la mano el vaso con té. El escolta de los Lakers Jodie Meeks estaba en la línea de tiros libres. Después de que Meeks encestase su primer disparo y diera a los Lakers una ventaja de 94-96, Tyshawn Taylor se acercó a Kidd y chocó con él para derramar la bebida en la cancha.
Intencionada o no, la demora benefició a Brooklyn al dar tiempo a Kidd a elaborar una jugada final. "El vaso se me resbaló de la mano mientras me acercaba a Ty. Tenía las palmas de las manos sudorosas", se defendió Kidd.
Taylor también negó que fuera armado. Reiteró que nunca escuchó a Kidd pedirle que chocase con él, y simplemente se le echó encima, sin haberle visto, cuando regresaba al banquillo.
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