ALBA NÚÑEZ DEFENDIÓ SU FIRME DESEMPEÑO E INTEGRIDAD MORAL Y PROFESIONAL
La procuradora fiscal de Puerto Plata, Alba
Núñez de Pichardo, defendió ayer su integridad profesional y de
representante de la sociedad, ajustada con rigor a las normas legales y a
la moral, apartada de todo interés particular y de corrupción. “Yo he
hecho mi trabajo con responsabilidad y con dignidad, y no me mueve más
nada que el servicio que presto, que el Estado me paga por él”, dijo.
Sobre una querella presentada por ayudantes fiscales de Puerto Plata, Núñez de Pichardo precisó que no le molesta ese hecho, indicando que siempre ha estado dispuesta a ser investigada en cualquier ámbito, siempre con la verdad, advirtiendo que “las verdades manipuladas son dañinas”.
“Yo he hecho mi trabajo con responsabilidad y con dignidad, y no me mueve más nada que el servicio que presto, que el Estado me paga por él”, aseguró Nuñez de Pichardo, quien ofreció detalles sobre un conflicto con ayudantes de fiscales de la jurisdicción después que estos denunciaran ser víctimas de alegado asedio y vigilancia de la funcionaria.
“No se puede permitir ningún interés particular en el delito o la amistad, enemistad o relación con los partícipes de tal o cual hecho”, dijo la magistrada, tras precisar que como jefa del ministerio público de la provincia ha tenido que solicitar sanciones y aplicar amonestaciones respecto a situaciones de los querellantes. En un conversatorio con Miguel Franjul, director de LISTÍN DIARIO, y María Isabel Soldevilla, jefa de Redacción, Núñez de Pichardo explicó las causas que, a su entender, han tenido varios de los fiscales bajo su jurisdicción para denunciar ante el Procurador General de la República que se sienten presionados por ella y algunos hasta han pedido su traslado.
Amonestaciones
Dijo que evidentemente las primeras razones nacen de las amonestaciones y las sanciones que ella ha solicitado contra algunos de los ocho procuradores fiscales y miembros del personal a su cargo.
Citó los casos de un fiscal que de manera inconsulta solicitó el descargo de los acusados en tres casos distintos de posesión de drogas, cuando la Oficina había acordado que cualquier conciliación en casos de narcotráfico debía ser previamente informada a la fiscal general.
Asimismo, las sanciones y el sometimiento judicial de que fue objeto una fiscal a la que se le sorprendió recibiendo dinero que le habían ofrecido como soborno. “Nosotros no podemos permitir que eso suceda, si por eso tenemos que ganarnos el rechazo y la enemistad de algunos, estoy dispuesta a recibir los ataques”, dijo. Tras defender nuevamente su actuación durante los seis años que lleva como fiscal de Puerto Plata, Núñez de Pichardo dijo que siempre ha tratado de tener un equipo de trabajo que esté acorde con los principios, los valores y la misión del ministerio público.
“Un equipo que entienda que hacemos un trabajo por el país y el bienestar de la gente, que debe hacerse ajustándose plenamente a la ley”, añadió.
Cosas distintas
Con relación a las denuncias y la inconformidad de los fiscales, la magistrada aclaró que esa situación que no es nueva, porque las solicitudes de sanciones y amonestaciones se vienen produciéndose desde años atrás, y que nada tiene que ver con el caso del residencial La Mulata III, de Sosúa, Puerto Plata, donde se hubo un exceso y abuso policial en contra de un grupo de alemanes, además de alegados robos y sustracciones de sus propiedades.
Explicó que la situación interna de los procuradores fiscales adjuntos es totalmente independiente y distinta al caso La Mulata III, debido a que varios de los procesos disciplinarios se iniciaron desde el año pasado y concluyeron en julio de este año, coincidencialmente con la investigación del caso de Sosúa.
“Hay algún proceso que se inició luego de este caso que ha tenido ribetes de escándalo, pero no tienen ninguna relación, ni ningún fiscal ha sido sancionado por este caso”, como ya ha explicado el procurador general Francisco Domínguez Brito.
Reiteró que nunca ha hecho nada contrario a las normas legales y a la moral, y que no le mueve ningún interés particular, ni acto de corrupción en su trayectoria profesional.
“Yo he hecho mi trabajo con responsabilidad y con dignidad, y no me mueve más nada que el servicio que presto, que el Estado me paga por él”, aseguró. Precisó que no le molesta que se hayan querellado en su contra, porque siempre ha estado dispuesta a que la investiguen en cualquier ámbito, siempre con la verdad, tras advertir que las verdades manipuladas son dañinas.
Sobre el caso de Sosúa, reiteró que siempre pidió a los alemanes y a sus abogados que interpongan una querella por el robo y que le suministren los videos que dijeron tener donde hay personas extrayendo cosas, porque iba a accionar.
Añadió que con los indicios que ya se sienten, esta parte del expediente lo estamos investigando, porque ya terminamos con la acusación de los alemanes y las agresiones de que fueron objetos tres personas, que son dos aspectos distintos del caso.
Sobre una querella presentada por ayudantes fiscales de Puerto Plata, Núñez de Pichardo precisó que no le molesta ese hecho, indicando que siempre ha estado dispuesta a ser investigada en cualquier ámbito, siempre con la verdad, advirtiendo que “las verdades manipuladas son dañinas”.
“Yo he hecho mi trabajo con responsabilidad y con dignidad, y no me mueve más nada que el servicio que presto, que el Estado me paga por él”, aseguró Nuñez de Pichardo, quien ofreció detalles sobre un conflicto con ayudantes de fiscales de la jurisdicción después que estos denunciaran ser víctimas de alegado asedio y vigilancia de la funcionaria.
“No se puede permitir ningún interés particular en el delito o la amistad, enemistad o relación con los partícipes de tal o cual hecho”, dijo la magistrada, tras precisar que como jefa del ministerio público de la provincia ha tenido que solicitar sanciones y aplicar amonestaciones respecto a situaciones de los querellantes. En un conversatorio con Miguel Franjul, director de LISTÍN DIARIO, y María Isabel Soldevilla, jefa de Redacción, Núñez de Pichardo explicó las causas que, a su entender, han tenido varios de los fiscales bajo su jurisdicción para denunciar ante el Procurador General de la República que se sienten presionados por ella y algunos hasta han pedido su traslado.
Amonestaciones
Dijo que evidentemente las primeras razones nacen de las amonestaciones y las sanciones que ella ha solicitado contra algunos de los ocho procuradores fiscales y miembros del personal a su cargo.
Citó los casos de un fiscal que de manera inconsulta solicitó el descargo de los acusados en tres casos distintos de posesión de drogas, cuando la Oficina había acordado que cualquier conciliación en casos de narcotráfico debía ser previamente informada a la fiscal general.
Asimismo, las sanciones y el sometimiento judicial de que fue objeto una fiscal a la que se le sorprendió recibiendo dinero que le habían ofrecido como soborno. “Nosotros no podemos permitir que eso suceda, si por eso tenemos que ganarnos el rechazo y la enemistad de algunos, estoy dispuesta a recibir los ataques”, dijo. Tras defender nuevamente su actuación durante los seis años que lleva como fiscal de Puerto Plata, Núñez de Pichardo dijo que siempre ha tratado de tener un equipo de trabajo que esté acorde con los principios, los valores y la misión del ministerio público.
“Un equipo que entienda que hacemos un trabajo por el país y el bienestar de la gente, que debe hacerse ajustándose plenamente a la ley”, añadió.
Cosas distintas
Con relación a las denuncias y la inconformidad de los fiscales, la magistrada aclaró que esa situación que no es nueva, porque las solicitudes de sanciones y amonestaciones se vienen produciéndose desde años atrás, y que nada tiene que ver con el caso del residencial La Mulata III, de Sosúa, Puerto Plata, donde se hubo un exceso y abuso policial en contra de un grupo de alemanes, además de alegados robos y sustracciones de sus propiedades.
Explicó que la situación interna de los procuradores fiscales adjuntos es totalmente independiente y distinta al caso La Mulata III, debido a que varios de los procesos disciplinarios se iniciaron desde el año pasado y concluyeron en julio de este año, coincidencialmente con la investigación del caso de Sosúa.
“Hay algún proceso que se inició luego de este caso que ha tenido ribetes de escándalo, pero no tienen ninguna relación, ni ningún fiscal ha sido sancionado por este caso”, como ya ha explicado el procurador general Francisco Domínguez Brito.
Reiteró que nunca ha hecho nada contrario a las normas legales y a la moral, y que no le mueve ningún interés particular, ni acto de corrupción en su trayectoria profesional.
“Yo he hecho mi trabajo con responsabilidad y con dignidad, y no me mueve más nada que el servicio que presto, que el Estado me paga por él”, aseguró. Precisó que no le molesta que se hayan querellado en su contra, porque siempre ha estado dispuesta a que la investiguen en cualquier ámbito, siempre con la verdad, tras advertir que las verdades manipuladas son dañinas.
Sobre el caso de Sosúa, reiteró que siempre pidió a los alemanes y a sus abogados que interpongan una querella por el robo y que le suministren los videos que dijeron tener donde hay personas extrayendo cosas, porque iba a accionar.
Añadió que con los indicios que ya se sienten, esta parte del expediente lo estamos investigando, porque ya terminamos con la acusación de los alemanes y las agresiones de que fueron objetos tres personas, que son dos aspectos distintos del caso.
0 Comentarios