El arpón tuvo que ser cortado con una cuchilla mecánica para que entrara en la radiografía.
Nasser López nadaba
tranquilamente en un lago cerca de su casa en Miami, Florida, cuando un
amigo disparó por accidente el gatillo de una pistola de arpones.
Segundos después, el proyectil de 90 centímetros
le había atravesado el cerebro. El arpón entró por su ojo derecho y
salió por la parte de atrás de la cabeza.Si bien los doctores no están seguros de la magnitud de los daños cerebrales que sufrió el joven, creen que las consecuencias pudieron ser mucho peores.
"Es un milagro que el arpón no haya tocado los principales vasos sanguíneos del cerebro", afirmó el neurocirujano Ross Bullock a la prensa.
Los expertos aseguran que también ayudó el hecho de que el arpón entrara en el lado derecho de su cerebro, y no el izquierdo, en donde se encuentran las zonas responsables del habla y otras funciones importantes.
Acero inoxidable
"Es un milagro que el arpón no haya tocado los principales vasos sanguíneos del cerebro"
Ross Bullock, neurocirujano
Tras sedar al adolescente, la lanza de acero inoxidable tuvo que ser cortada con una cuchilla mecánica para que cupiera en el escáner.
López se recupera positivamente y no tiene ningún recuerdo del terrible accidente.
Se espera que continúe hospitalizado hasta que se identifiquen la totalidad de sus heridas.
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