News

6/recent/ticker-posts

Cementerio guarda los restos de mil desconocidos



  • =Identificación. Un hombre sostiene la cruz de madera de una de las tumbas en donde está enterrado uno de los cadáveres no identificados que son llevados del Instituto de Patología Forense, y de algunos centros médicos de todo el país.
Un portón de hierro pintado de negro. Un camino ondulante de tierra y a cada lado tallos viejos de grama alta y seca. Detrás de una colina solitaria, estacas en vez de cruces y mil tumbas sin nombre sobre un terreno yermo.
En el cementerio municipal de Los Casabes, en Santo Domingo Norte, ocurre algo que muy pocos conocen: además de lo habitual, aquí se entierran a personas que murieron sin ser identificadas o cuyos cuerpos no fueron reclamados por sus familiares.
“Los cadáveres llegan bajo algunas condiciones. Son enviados a este cementerio con la finalidad de que sea sepultado en un lugar identificable y de fácil acceso”, explicó a LISTÍN DIARIO el director del Instituto Nacional de Patología Forense, el doctor Santos Páez Jiménez.
El funcionario dijo que los cuerpos que Patología “sepulta” son enviados por la Policía Nacional o por la Procuraduría General de la República. Al mes, agregó Páez, se pueden referir hasta entre diez y quince personas, muchos de ellos ciudadanos de origen haitiano o indigentes.
En total, en el cementerio municipal de Los Casabes, que funciona desde hace nueve años, reposan al menos 1,130 cadáveres que fueron traídos aquí de todo el país –desde 2004 hasta la fecha– sin ninguna identificación, restos de una numerosa lista de desaparecidos en República Dominicana.
Cada año, entre tres y cinco personas son declaradas desaparecidas en los anales de la Policía Nacional, a lo que se agrega otro grupo de dominicanos, no menos de 200 en la última década según registros no oficiales, que se extravían en viajes ilegales al tratar de cruzar las escasas doce millas que separan a República Dominicana de Puerto Rico.
Patología puede durar semanas, y hasta meses, con un cuerpo, pero pasado un tiempo prudente, solicita un ataúd que es donado por el Ministerio de Salud, y lo envía a Los Casabes para que sea sepultado. También pagan el impuesto al ayuntamiento.
“Antes de enterrarlos le tomamos fotos, registramos sus huellas y todas sus características y los documentamos con un número que está en el acta de defunción, para que si alguien algún día los reclama, puedan ser identificados”, dijo Páez.
LISTÍN DIARIO revisó una por una las actas a las que se refirió el director de Patología y encontró que no sólo este organismo envía cuerpos sin reconocer a Los Casabes. En el tenebroso registro del cementerio también aparecen fetos y restos de partes humanas que son remitidos aquí desde distintos hospitales.
“La mayoría de desaparecidos padece problemas mentales. En el caso de menores, pasa por conflictos con los padres”, comentó a LISTÍN DIARIO la mayor Iamdra Soto, segunda al mando en el Departamento de Investigaciones de Personas Desaparecidas de la Policía Nacional, una dependencia que cuenta con doce personas bajo el mando del coronel Rafael Herrera Valenzuela.
Soto manifestó que las denuncias de casos de personas desaparecidas (en la nomenclatura mundial también llamados NN, del latín “nomen nescio” –‘desconozco el nombre’–), no se limitan a ese departamento, sino que pueden ser procesadas en cualquier destacamento de la Policía en todo el territorio nacional.
“Cuando se alarga el proceso damos cuenta a homicidios”, explicó la oficial.
El año pasado, un total de 364 casos fueron reportados a la Policía, 261 de los cuales fueron resueltos por las autoridades y 103 quedaron pendientes. Las estadísticas oficiales señalan además que la mayoría de reportes  involucró a hombres (170), mujeres (90) y adolescentes (77).
Pero no fueron las únicas denuncias.

LEER MAS AQUI

Publicar un comentario

0 Comentarios