NUEVA YORK, Estados Unidos.- El confeso terrorista estadounidense de origen dominicano, Carlos Eduardo Almonte, de 25 años, apresado por conspirar ataques contra instalaciones militares en Estados Unidos e intereses norteamericanos en el extranjero será sentenciado a cadena perpetua el próximo 20 de marzo del 2013.
Almonte fue apresado junto a Mohamed Alessa en junio del 2010 y según la prensa de Estados Unidos recibirían condena este martes, pero el juez federal Dickinson Dedevoise, decidió posponer la sentencia para que los abogados tengan tiempo a preparar los informes que va a utilizar en la lectura del dictamen del caso.
Ambos hombres fueron detenidos en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, cuando trataban de viajar a Somalia para recibir entrenamientos de Al Qaeda, red terrorista a la cual pertenecen.
Almonte y Alessa están recluidos en el Centro Metropolitano de Corrección en Brooklyn, una cárcel federal en la que fueron confinados desde el día de sus arrestos.
Para evitar ser ejecutados, ambos admitieron en una negociación con los fiscales que preparaban ataques sangrientos contra instalaciones militares en Norteamérica y planeaban hacerlo también contra embajadas y edificios de corporaciones americanas en el extranjero.
Según las autoridades, Almonte y Alessa tenían intenciones de incorporarse a Al Shabaab, un grupo que se dice simpatizante de Al Qaeda, y que según las autoridades de Estados Unidos proporcionó apoyo a los miembros de la red terrorista buscados por los ataques contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania.
Los documentos policiales, Almonte y Alessa fueron acusados de conspirar para matar, mutilar y secuestrar a personas fuera de Estados Unidos.
Recientemente en la ciudad de Nueva York fue detenidos el también dominicana José Pimentel, de 27 años, fue detenido por ser “simpatizante” de la red Al Qaeda y que planeaba atentar en la ciudad, en lo que supone la decimocuarta ocasión en la que las autoridades desmantelan un complot para atentar en la Gran Manzana desde el 11S.
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