Un grupo de científicos noruegos comprobó que el cerebro humano puede recuperar un recuerdo en 125 milésimas de segundos. La competencia entre "paquetes" de recuerdos es lo que provoca la desorientación.
La sensación de desconcierto que provoca no saber dónde se encuentra
uno al despertarse en un lugar extraño es la consecuencia de dos de recuerdos que se superponen
generando esa confusión. Así lo señaló un equipo de expertos de la
Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, que llegó a la conclusión
de que la memoria se organiza en paquetes individuales.
Según el estudio, dado a conocer por la revista Nature y recogido por el diario español ABC, cada uno de esos paquetes se prolonga por 125 milésimas de segundo. El cerebro, de ese modo, puede recuperar hasta ocho recuerdos por segundo.
"El cerebro no se deja confundir", explicó May-Britt
Moser, una de las investigadoras. "Nunca confunde diferentes lugares y
recuerdos a la vez, incluso aunque lo percibas de esa forma", añadió.
Eso "se debe a que los procesos que tienen lugar dentro de tu cabeza
cuando tu cerebro está buscando un mapa de donde estás ocurren tan
rápido que no te das cuenta. Cuando te sientes algo confundido es porque
hay una competición en tu cerebro entre dos recuerdos", explicó la experta.
La investigación sobre la que se basó este estudio fue realizada con
ratas, a las cuales se les monitoreó cuidadosamente la actividad
eléctrica de su cerebro mientras exploraban laberintos. El estudio
pretendía averiguar si el cerebro mezclaba los recuerdos y, para eso,
los científicos crearon cajas especiales para confundir a los roedores.
Los animales fueron adiestrados para que una determinada iluminación
les represente un lugar. Al cambiar la iluminación de esa caja, el
cerebro de la rata cambiaba y por unos momentos creía que repentinamente
se encontraba en otro lugar. Se trataba de la misma confusión que una
persona siente repentinamente cuando no sabe dónde está. "Pero el
cerebro no mezclaba los recuerdos, iba y volvía entre dos de ellos, A y
B, pero siempre optaba por uno o por el otro", indicó Moser. "Estamos
empezando a echar un vistazo a los contornos de los mecanismos que
conforman el mundo de nuestros pensamientos", agregó.
0 Comentarios