Ayer tropas policiales se presentaron en horas de la mañana, recogiendo cientos de casquillos de armas de fuego de distintos calibres y apresando a numerosos ciudadanos para ser investigados sobre los hechos.
Al parecer los protagonistas de esas violentas acciones se sintieron ofendidos por la disposición del general César Augusto Sena Rojas, visto que anoche y en horas de la madrugada, se escucharon en toda la ciudad ráfagas màs allà de las que se escucharon en la Revolución del 24 de abril de 1965.
A nuestro punto de vista la Jefatura del general Sena Rojas está siendo “desafiada” por los propietarios de los puntos de drogas de la parte baja del ensanche San Martín, que según confiesan sus residentes, poseen armas de fuego de mayor calibre a las que exhiben los cuerpos policiales.
Está en veremos si el Director Regional Nordeste de la Policía tiene la capacidad para ponerle un alto a tan peligrosa situación, que podría terminar en medio de un baño de sangre, en caso de una reacción contraria de sus residentes, en busca de restaurar la paz y seguridad.
Si estos actos de violencia y de irrespeto a la autoridad continúan en el ensanche San Martín, la gestión del general César Augusto Sena Rojas estaría en peligro.
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