La cadena de muebles Ikea anunció que tomará medidas de seguridad “más cuidadosas” en sus tiendas en China, después de que se hiciera viral un video de una mujer masturbándose en uno de sus establecimientos.
La grabación pornográfica muestra a una mujer medio desnuda masturbándose en varios sofás y camas en una de las tiendas de la compañía sin que los clientes se den cuenta.
Ante la polémica, la empresa sueca emitió un comunicado. “Nos oponemos y condenamos firmemente este tipo de comportamiento y lo denunciamos de inmediato a la policía en la ciudad de la tienda sospechosa” dijo la empresa, sin dar detalles de donde ocurrió.
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El grupo indicó el sábado que tomaría “medidas de seguridad y limpieza todavía mas cuidadosas” y alentó a todos sus clientes a “curiosear por las tiendas de una manera ordenada y civilizada”.
Según al medios chinos se trataría de una tienda en la provincia de Guangdong (Cantón) porque se oye hablar cantonés en los anuncios por megafonía, una lengua que se habla en algunas partes del sur de China.
Los internautas también apuntan que nadie usa mascarillas en el video, dando a entender que fue filmado antes de la pandemia de coronavirus, que paralizó la actividad en China desde finales de enero, pero se viralizó en las últimas jornadas.
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La identidad de la protagonista y de la persona que filmaba no fueron reveladas.
Los chinos se exponen a hasta diez días de detención administrativa en caso de desnudez deliberada en público. Además, podría ser acusada por alterar el orden público, con una pena de hasta tres años. También, la persona que tomó la grabación puede ser considerada cómplice y quien haya subido el vídeo a Internet ha cometido el delito de difusión de material obsceno, consideró Hu Wei, abogado del bufete de abogados Globe-Law con sede en Beijing, consultado por el Global Times.
En tanto, aquellos que difunden contenido obsceno en internet puede se condenados a hasta 15 días de detención y 3.000 yuanes de multa. A su vez, la red social también podría ser responsable de no bloquear el contenido frente a la censura china.
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“Es una mujer muy valiente, no entiendo, lo está haciendo en pleno día”, dijo un mensaje en Weibo que tuvo más de 8.000 “me gusta”. Otros destacaron la comodidad de los sillones y lamentaron la pérdida de reputación que puede sufrir la compañía ante este incidente.
No se trata del primer video pornográfico que llega a las redes sociales chinas, muy controladas por el gobierno.
En 2016, un incidente en otro Ikea fue reportado en Beijing. En 2015 un video de una pareja teniendo sexo en una tienda de Uniqlo, una cadena de ropa japonesa, se hizo viral en el gigante asiático. La policía detuvo entonces a cinco personas, incluyendo a la pareja, y Uniqlo negó que se tratara de una operación publicitaria.
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