Tras la confirmación del quinto caso de COVID-19 en Puerto Rico, la gobernadora Wanda Vázquez impuso un toque de queda a partir de este domingo a las 6 de la tarde y hasta el 30 de marzo en tiendas, cines, teatros, casinos, parques, bares, centros comerciales, gimnasios, centros de juego y otros lugares.
Las tiendas que venden alimentos, los restaurantes, las farmacias y los bancos podrán permanecer abiertos hasta las 6 de la tarde. El cierre también aplica a las oficinas gubernamentales “excepto aquellas relacionadas a servicios esenciales”.
Además, los ciudadanos sólo podrán salir entre las 5 de la mañana y las 9 de la noche. Esto no aplica a los que trabajan en empresas de seguridad, profesionales de la salud, empleados de hospitales o los que laboran en la distribución de alimentos.
No cumplir con la orden conlleva una pena de hasta seis meses en prisión o hasta 5.000 dólares de multa.
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