La secuencia desde el interior de la cabina nos muestra, no solo la destreza de un piloto a los mandos de un caza F/A-18, sino algo que a muchos posiblemente se les puede pasar: la increíble velocidad que llevan en el momento de acometer el aterrizaje en un portaaviones.
El truco está en el cable de parada (o de frenado), un dispositivo mecánico empleado para decelerar la aeronave esencial en la aviación naval. El cable se instala en las cubiertas de los portaaviones en posición perpendicular a la zona de aterrizaje, de forma que deben ser recogidos por el gancho de parada del caza acoplándose.
Entonces la energía cinética de la aeronave se transfiere a los elementos de frenado a los que están unidos los extremos del cable. Dicho de otra forma, en realidad estamos más cerca de un “impacto controlado” sobre la pista que de un aterrizaje ordinario.
Por cierto, cuando los pilotos del caza aterrizan, aceleran a fondo, de manera que si la captura falla, no se caen del otro lado y vuelven a despegar.
De propina les dejamos un vídeo de lo que en realidad ve un piloto cuando aterriza en un portaaviones de noche y en unas condiciones terribles. Definitivamente, esta gente está hecha de otra pasta. [YouTube]
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