Si hay una modalidad de estacionamiento que amarga la vida a muchos conductores, esa es la de aparcar en paralelo. En Internet abundan los trucos para lograr esta maniobra limpiamente y sin maniobrar adelante y atrás durante interminables minutos, pero solo una está avalada por la ciencia.
El procedimiento lo calculó el matemático de la Universidad de Londres Simon R. Blackburn y lo hizo aplicando una serie de variables como la distancia entre las ruedas o la anchura medias de los vehículos al teorema de Pitágoras. ¿El problema? Como todas las soluciones que implican complejos cálculos matemáticos, la solución de Blackburn no es muy práctica a la hora de vérnoslas con el maldito hueco entre la fila de coches.
Si tienes curiosidad matemática, la solución del matemático está explicada con todo lujo de detalles en este PDF, pero en Men’s Health la tradujeron usando como referencia las ruedas de nuestro vehículo. Hemos traducido esas instrucciones en una pequeña infografía para mayor claridad.
El problema de este método es que el conductor debe conocer muy bien la posición de sus ruedas y ser bastante bueno intuyendo distancias y ángulos. De todos los consejos para aparcar en paralelo que hemos visto, probablemente el más útil no pasa por las matemáticas, sino por la experiencia. Podéis verlo en este vídeo de Conduite Facile a continuación y se resume en:
- Alinea tu retrovisor con el retrovisor del vehículo a tu lado. Si tu coche es más pequeño, déjalo un poco más atrás. Si tu coche es más grande, adelántalo un poco respecto al otro retrovisor. El objetivo es que el parachoques trasero de tu auto esté alineado con el del coche a tu lado
- Gira el volante hacia el lado del puesto todo lo que de y entra hasta que la matrícula del auto delante tuyo esté en el centro de tu ventanilla delantera. Si tu auto es más grande, un poco hacia la derecha. Si es pequeño, un poco hacia la izquierda.
- Gira completamente el volante en sentido contrario y completa la maniobra.
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