Las erupciones solares, aunque visualmente fascinantes, suponen la liberación de radiación electromagnética de forma repentina y muy intensa. Hasta ahora se creía que eran ocasionadas por varios factores, dependiendo de su tamaño, pero científicos han descubierto que todas son generadas por el mismo mecanismo.
Existen dos tipos de erupción (o fulguración) solar, una de escala pequeña, conocidas como eyecciones de plasma, y otra de escala grande, conocidas como eyecciones de masa coronal (o CME). Debido a que la diferencia de tamaño entre una y la otra es abismal, los astrónomos pensaban que cada una era ocasionada por un mecanismo distinto.
Sin embargo, en un estudio publicado en Nature por un equipo compuesto por expertos del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA y la Universidad de Durham de Reino Unido, utilizando simulaciones en 3D los investigadores determinaron que todas las fulguraciones solares son ocasionadas por el mismo mecanismo, uno conocido como “reconexión magnética”.
Las erupciones solares liberan filamentos de plasma denso (con una forma similar a los látigos o serpientes) en las capas inferiores de la atmósfera del Sol. El estudio asegura que se forman cuando se rompen las líneas de campo magnético que se encuentran sobre los filamentos de plasma y después se vuelven a unir. Las fulguraciones variarán en escala dependiendo de la fuerza y la estructura del campo magnético que la rodea.
Entender cómo se producen las erupciones solares podría ayudar a predecirlas y evitar algunos de los problemas que pueden ocasionar a nuestro planeta. Las llamaradas de mayor intensidad pueden afectar las telecomunicaciones satelitales en el planeta e incluso poner en peligro a los astronautas que se encuentran en la Estación Espacial Internacional. La comunidad científica teme que algún día exista una erupción solar tan grande que inhabilite todos los sistemas de navegación y las redes eléctricas del planeta, algo que ya sucedió hace varios siglos y que están seguros que se repetirá.
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