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¿Se está demonizando el azúcar?


El azucar añadido se encuentra en la mayor parte de alimentos que consumimos. 

El debate sobre la epidemia mundial de obesidad no cesa y en el último año el consumo excesivo de azúcar con frecuencia ha sido señalado como la principal causa de este problema.

Ante ello, una empresa azucarera británica, AB Sugar, ha lanzado una campaña contra lo que califica como la demonización de este producto por parte de los medios de comunicación.
Y es que los últimos años no han sido felices para cualquier persona involucrada en la industria azucarera.
El médico estadounidense Robert Lustig ha captado la atención internacional al sugerir que un exceso de fructosa -un tipo de azúcar- en la dieta equivale a comer "veneno".
Titulares como "El azúcar es ahora el enemigo número uno en la dieta occidental" han implantado en muchas mentes la noción de que el azúcar añadida en nuestras dietas está detrás de la epidemia de la obesidad, así como otros problemas de salud.
Según la empresa internacional de investigación de mercado Mintell, la "demonización" del azúcar está detrás del aumento en el consumo de edulcorantes artificiales, por ejemplo, en las bebidas.


Ante lo que considera un continuo ataque de los medios de comunicación contra el consumo del azúcar, AB Sugar ha puesto en marcha la campaña llamada "Making Sense of Sugar" con el objetivo de mejorar la comprensión de su producto.
"La obesidad es un problema complejo que no tiene una causa única", escribe el director ejecutivo de la empresa, Mark Carr, en un artículo publicado en la revista The Grocer.
"El azúcar ha sido culpada más de lo que se merece", asegura, "teniendo en cuenta que en la obesidad influyen otros factores como los niveles de ejercicio físico y el consumo total de calorías".
Carr critica a los medios de comunicación por publicar "titulares alarmantes y dar consejos confusos".

Mayor claridad

Al referirse al azúcar, quienes promueven un estilo de vida más saludable no se refieren al azúcar que se encuentra naturalmente en hidratos de carbono complejos o frutas.
Se refieren a los azúcares refinados, a veces conocidos como "azúcares libres", que se agregan artificialmente a los alimentos.

Algunos expertos recomiendan que se ingiera menos del 3%.
Y no hay duda de que existe una grave y creciente preocupación por los niveles de consumo de este aditivo.
El nuevo objetivo de la Organización Mundial de la Salud es que los azúcares añadidos, así como algunos naturales, representen no más del 5% del consumo de energía en comparación con el máximo del 10% recomendado anteriormente.
Algunos nutricionistas van incluso más allá y recomiendan menos del 3%.
El porcentaje del 5% representa 25 gramos (g) de azúcar al día.
Teniendo en cuenta que una lata de Coca Cola contiene 35 g de azúcar y que este ingrediente se añade a una gran cantidad de cereales, panes, salsas y platos preparados, mantenerse dentro del límite recomendado implica realizar grandes cambios en la dieta occidental.

Según la experta en nutrición británica Sarah Schenker, el azúcar está definitivamente malentendida.
"La palabra en sí tiene muchas definiciones, que a menudo requieren un nivel de comprensión de la bioquímica más allá del alcance del público general", dice.
"Considero que se necesita una mayor claridad," añade, "pero no estoy segura de que algo patrocinado por un proveedor de azúcar sea lo más imparcial", dice en referencia a las declaraciones de AB Sugar.
"Tenemos que ser conscientes de que el azúcar está, en todas sus variantes, casi omnipresente en nuestra comida. Estoy de acuerdo en que tenemos que tener una mayor comprensión, pero esto no quita que el mensaje principal es que la mayoría de nosotros ingerimos demasiada azúcar".

Septiembre 20, 2014

 ¿Qué pasa si se deja de consumir azúcar durante un año? 
Eve O. Schaub, una mujer madre de dos hijos de Vermont (EE.UU.), hizo que su familia no consumiera azúcar durante un año y compartió la experiencia y los asombrosos resultados de este experimento en su libro 'Year of no sugar' (El año sin azúcar).
Un día Schaub vio un video sobre los nocivos efectos que tiene el azúcar sobre el organismo humano, consecuencias como el aumento de peso y numerosas enfermedades, lo que incitó a esta madre a intentar introducir cambios en su dieta y en la de su familia excluyendo completamente el consumo de sacarosa.

Según confiesa Schaub, al principio la decisión fue un verdadero desafío para su marido y especialmente para sus dos hijas, de 9 y 13 años de edad, que como la gran mayoría de los niños eran amantes de las golosinas.

© facebook.com/yearofnosugar
La lista de alimentos que tuvieron que dejar de comer fue sin duda impresionante, ya que al empezar a leer las etiquetas de los productos la mujer se dio cuenta de que el azúcar se escondía en los lugares más inesperados, como en el pan, la salsa de tomate, caldos de pollo, condimentos, tocino y mayonesa, entre otros. Schaub eliminó de su cocina todos los alimentos que contenían azúcar refinado, edulcorantes añadidos, azúcar de mesa, miel, caramelo o jugo de frutas, azúcar falso o alcoholes de azúcar.

Los resultados de estos radicales cambios en la vida de la familia, por su parte, no se hicieron esperar. Al poco tiempo de haber dejado de consumir azúcar, Schaub, su marido y sus hijas notaron considerables mejoras en el nivel de energía, salud, digestión, patrones de sueño y humor. "Nos sentíamos más saludables, parecía que enfermábamos menos, que nos recuperábamos más rápido o que los resfriados eran más leves", asegura la autora, que también señala que ha experimentado cambios positivos en cuanto al deseo sexual.

La madre asegura que con el tiempo hasta su sentido del gusto empezó a cambiar. Alimentos que antes le parecían apetitosos pronto empezaron a tener un sabor desagradable y a causar diferentes tipos de molestias.
© facebook.com/yearofnosugar

Schaub explica que el objetivo de su libro es hacer que las personas presten más atención a los productos que contienen azúcar y tomen sus propias decisiones. "Los fabricantes lo utilizan porque mejora el sabor de los alimentos, es un eficaz conservante y es barato, pero tenemos el derecho de saber si nos estamos envenenando a nosotros mismos", declara la mujer.




Septiembre 17, 2014

Varias maneras de reducir el azúcar en nuestra dieta

Contra el azúcar, un plan más ambicioso.
Azucar
La Organización Mundial de la Salud recomendó recientemente que las personas traten de que sólo el 5% de su ingesta diaria de calorías proceda de productos dulces.
Ahora algunos expertos se han mostrado más radicales y han aconsejado que se reduzca a un 3% o menos.
Pero es más fácil decirlo que hacerlo.
Philip James, nutricionista de la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical, y uno de los expertos que han hecho la recomendación, dijo que para lograr reducir la ingesta a menos de un 3% ayudaría que se eliminaran las máquinas expendedoras que ofrecen dulces y bebidas azucaradas en escuelas y hospitales, por ejemplo.
También recomentó que los alimentos que tienen un contenido de azúcar superior al 2,5% sean etiquetados con una advertencia y se les imponga un impuesto por azúcar para reducir el consumo.
Pero, ¿qué podría hacer el consumidor para reducir la cantidad de azucar que ingiere al día?
BBC Mundo te propone cinco maneras para lograrlo.

Evita las bebidas azucaradas

Lo primero sería evitar refrescos y otras bebidas altas en calorías.
Algunas latas de soda de 330ml llegan a tener 35g de azúcar.
Además, según nutricionistas, no se disfrutan como los alimentos sólidos que poseen azúcar ni sacian de igual manera que éstos últimos.

Elabora tus propios dulces

Magdalena
Son más saludables los dulces caseros.
En los alimentos elaborados industrialmente, además de los azúcares añadidos puede haber otros aditivos con azúcar o sustitutos que también poseen hidratos simples.
Por lo tanto es preferible hacer dulces caseros para poder regular la cantidad de azúcar que se utiliza.
A la hora de elaborar pasteles se puede sustituir el azucar por puré de frutas que ofrecerán su fructosa natural y además, darán textura, humedad y ofrecerán nutrientes saludables a la receta.
Otra opción es reducir a la mitad la cantidad de azúcar y resaltar el sabor con un poco de edulcorantes sin calorías.

No utilice azúcar si no es necesario

Por ejemplo, si se consumen cereales con leche, generalmente los cereales ya poseen azúcar. Algunos de ellos contienen hasta 37% de azucar.
Por ello es mejor no añadir más a la mezcla o sustituir los más azucarados por otros simples como la avena, según recomendaciones del sistema de salud público británico.
Haciendo esto puede reducir la ingesta de azúcar en 70g en una semana.
Lo mismo se puede hacer con el yogur o con un puré de frutas que no necesitan más azúcar, de lo contrario, se esconde su sabor natural.
También se pueden emplear edulcorantes artificiales sin calorías si su paladar dulce se lo pide.

Evite la comida precocinada y condimentos y salsas

Estos alimentos generalmente son altos en azúcar y tentadores.
Un tercio de un frasco de tamaño medio de salsa para pasta (aproximadamente 150g) puede contener más de 13g de azúcar, el equivalente a tres cucharaditas de azúcar.
Los condimentos y salsas, como la salsa de tomate pueden tener hasta 23g de azúcar en 100g. Estos alimentos se sirven generalmente en pequeñas cantidades, pero si se comen todos los días, el recuento de azúcar pueden sumar.

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