
A continuación el discurso íntegro de la diplomática:
Es un placer para mí encontrarme hoy aquí con la Cámara de Comercio Americana, una entidad que representa verdaderamente el corazón y el espíritu de la colaboración entre nuestros dos países. A los miembros del consejo directivo de Amchamdr, a la comunidad empresarial dominicana, a las empresas estadounidenses que invierten y prosperan aquí, gracias por la cálida bienvenida y por todo lo que hacen para fortalecer los lazos entre los Estados Unidos y la República Dominicana.
También quiero agradecer a mi colega Patricia Aguilera, a quien todos ustedes conocen y aprecian, y quien ha dirigido esta misión como Encargada de Negocios durante dos años y medio. Su compromiso con promover los intereses de los Estados Unidos y con el importante comercio entre nuestras naciones, ha sido firme y constante.
Desde el momento en que el presidente Trump anunció su intención de nombrarme como embajadora ante este gran país, Patty me mantuvo informada y actualizada sobre la embajada y nuestra importante relación con la República Dominicana.
Y, lo que es igualmente importante, me decía constantemente cuánto iba a disfrutar de este mismo grupo; de hecho, ¡ha estado hablándome de este discurso ante Amcham durante meses. Me siento muy afortunada de poder beneficiarme de su conocimiento y comprensión de nuestra relación bilateral.
Destaca la fe del pueblo dominicano
Aunque aún no he tenido la oportunidad de viajar fuera de Santo Domingo para visitar las hermosas playas, pueblos, y ciudades de toda la República Dominicana he aprovechado las tranquilas mañanas de Santo Domingo para asistir a misa diaria la mayoría de los días entre semana y todos los domingos.
Incluso tuve la oportunidad de visitar y vivir por primera vez en mi vida un servicio evangélico. En estos momentos tengo la hermosa oportunidad de ver de primera mano la fe y la humildad ante Dios del pueblo dominicano.
Sé que muchos no están acostumbrados a hablar de estas cosas en público o en reuniones oficiales, pero yo no tengo miedo de decir que busco diariamente la guía de mi Señor Jesucristo, y me encanta que este sea un país lleno de personas que aman a Dios y lo honran.
La semana pasada visité a la vicepresidenta Raquel Peña en su despacho y no pude evitar notar el hermoso nacimiento que tiene orgullosamente exhibido; de manera similar, el Palacio Nacional exhibe un nacimiento reverente e impresionante para que todos lo vean.
- Es un honor servir aquí, representando a los Estados Unidos en un país cuya historia, cultura y espíritu emprendedor están profundamente entrelazados con los nuestros.
Grandes otra vez
Gracias a todos por brindarme la oportunidad hoy de compartir cómo veo nuestra relación bilateral: una basada en prioridades y una visión compartida. Como lo diría el presidente Trump: "Let´s make America and the Dominican Republic great again (Hagamos a Estados Unidos y la República Dominicana grandes otra vez".
Espero poder abordar cada una de esas áreas hoy.
Antes de mi destino aquí, pasé gran parte de mi carrera enfocada en la seguridad nacional, la aplicación de la ley y el combate contra los crímenes financieros. Eso me enseñó una verdad simple: la seguridad económica y la seguridad nacional van de la mano.
Cuando protegemos la integridad de nuestros sistemas financieros, nuestras fronteras y nuestras instituciones, protegemos nuestra prosperidad. Protegemos a nuestros pueblos.
Como se señaló durante la reciente e histórica visita a la República Dominicana del secretario de Guerra, Pete Hegseth, la administración Trump actual está comprometida con la República Dominicana en fortalecer la seguridad fronteriza, contrarrestar el narcoterrorismo y mejorar la vigilancia marítima.
La soberanía y la integridad territorial importan: cada nación tiene el derecho y la responsabilidad de controlar sus fronteras. Y esto es precisamente el primer pilar de nuestra política exterior: hacernos más seguros.
Posición sobre crisis haitiana
Como todos ustedes seguramente saben, los Estados Unidos tiene su propia amenaza a la seguridad fronteriza, alimentada por la creencia de la anterior administración estadounidense en las fronteras abiertas.
El resultado fue la llegada masiva de personas indocumentadas a mi país en cantidades sin precedentes, muchas de las cuales eran delincuentes o no tenían ningún interés en formar parte de los Estados Unidos y de lo que nuestra nación y nuestros valores representan.
Esto también se tradujo en una presión política sobre las autoridades dominicanas por parte de la administración Biden para que mantuvieran abierta su frontera con Haití en lugar de cerrarla.
El presidente Trump, al asumir nuevamente el cargo, cerró la frontera sur de los Estados Unidos y comenzó a deportar a los delincuentes ilegales del país. El presidente Trump cree plenamente en la soberanía y la seguridad fronteriza, y mi embajada reflejará esa creencia en todo lo que hagamos.
Por supuesto, la inestabilidad en Haití representa una amenaza para la seguridad de la República Dominicana y también para los Estados Unidos. Me comprometo a abordar este tema con el presidente Abinader y con el sector privado para encontrar soluciones que mitiguen la amenaza y ayuden a estabilizar a Haití.
- La meta sería que los haitianos puedan vivir y disfrutar de su país – uno que sea pacífico y seguro – que también se lo merecen.
En esto, y en muchos otros aspectos, la administración Trump y la República Dominicana están 100 % alineadas. Durante la histórica conferencia de prensa del secretario Hegseth junto con el presidente Abinader, nuestros países reafirmaron nuestro compromiso: Trabajar mano a mano para proteger nuestra región compartida de los narcoterroristas y las fuerzas que buscan envenenar a nuestras poblaciones y desestabilizar nuestras economías y libertad.
El secretario Hegseth destacó nuestros valores compartidos y se alucinó ante la hermosa bandera dominicana y su escudo con una Biblia abierta y una cruz, nuestras historias construidas sobre nuestra fe cristiana, la importancia que ambos países otorgan a la soberanía y al estado de derecho.
Esta es mi idea de diplomacia, seguridad regional, crecimiento económico y verdadera amistad.
Uno de los amigos "más confiables"
Y eso me lleva a un punto importante: «America First» no significa «América Alone». Nuestra fortaleza depende de la fortaleza de nuestros socios, y la República Dominicana es uno de nuestros amigos más confiables, con una capacidad demostrada e impresionante para hacer frente a las amenazas a las que se enfrenta nuestra región.
Juntos, formamos una frontera compartida de seguridad, comercio y cooperación que mantiene a nuestras dos naciones más seguras.
En lo que respecta a la lucha contra el narcotráfico y el lavado de activos, la República Dominicana ha demostrado ser un aliado indispensable. Nos enorgullece trabajar mano a mano con las fuerzas del orden y los reguladores financieros dominicanos para detener las redes ilícitas y proteger nuestras economías.
Por ejemplo, hemos ampliado esa colaboración mediante un grupo de trabajo conjunto contra el lavado de activos, profundizando el intercambio de información y la rendición de cuentas, y con el objetivo de poner fin al crimen organizado.
Estas no son cuestiones abstractas. Cuando detenemos el flujo de dinero ilícito, protegemos los puestos de trabajo, las familias y las comunidades. Mantenemos la equidad de nuestros mercados, la credibilidad de nuestras instituciones y la seguridad de nuestra población.
En cuanto a la trata de personas, quiero felicitar al presidente Abinader y a su equipo por la mejora de la República Dominicana al nivel 2 en el Informe sobre la trata de personas de los Estados Unidos.
También quiero felicitar al Amchamdr por su defensa y colaboración con el Gobierno para generar cambios importantes. El progreso de la República Dominicana refleja un liderazgo real que se mide en arrestos, enjuiciamientos y, lo que es más importante, en vidas protegidas.
Sabemos que el trabajo no ha terminado, pero se trata de un progreso significativo que merece ser reconocido.
Turismo y seguridad
Una República Dominicana más segura no solo es motivo de titulares impresionantes, sino que también fortalece el turismo. Esto me lleva al segundo pilar de nuestra política exterior: hacernos más fuertes.
Millones de turistas estadounidenses eligen cada año pasar sus vacaciones aquí. Cuando vienen, traen consigo no solo sus carteras, sino también su respeto y su amistad.
Una República Dominicana segura y estable garantiza que seguirán viniendo y apoyando el crecimiento de este país durante las próximas décadas. También agradecemos a nuestros socios de Politur, en especial al General Minoru Matsunaga, por su firme compromiso con la seguridad de los ciudadanos estadounidenses mientras disfrutan y exploran este hermoso país.
Desde hace mucho tiempo, la República Dominicana es uno de los socios más fieles de los Estados Unidos en el Caribe. Juntos, hemos trabajado para ampliar la cooperación en materia de seguridad, fortalecer la educación y mejorar la salud pública.
Cuando nos mantenemos unidos, ambos nos hacemos más fuertes.
En el mundo interconectado de hoy, la fortaleza también depende de la tecnología, y ahí es donde el concepto de redes confiables y reguladas se vuelve esencial. A medida que la República Dominicana avanza en la protección de su infraestructura digital crítica, los Estados Unidos está dispuesto a compartir su experiencia y apoyo técnico.
Estamos convencidos de que la ciberseguridad no solo tiene que ver con las computadoras, sino también con la soberanía. Un sistema digital seguro protege tanto a las empresas como a los consumidores y a las naciones.
Animamos a todos nuestros socios a implementar tecnología confiable para proteger la infraestructura crítica, ya que las redes inseguras pueden generar riesgos muy reales.
Según el Centro Nacional de Ciberseguridad de la República Dominicana, el país sufrió 233 millones de intentos de ciberataques solo en los primeros seis meses de 2025, dirigidos tanto a instituciones públicas como a ciudadanos particulares.
Y en septiembre, el ministerio de Defensa se defendió de un ciberataque que intentaba derribar su sitio web y el centro de mando C5I.
Nuestro compromiso de garantizar que las empresas estadounidenses y sus empleados operen en un entorno predecible, transparente y basado en el estado de derecho, es firme.
Acogemos con satisfacción los esfuerzos de la República Dominicana por fortalecer las instituciones y mejorar la eficiencia regulatoria, esfuerzos que ayudan a atraer inversiones de alta calidad desde los Estados Unidos.
Tecnología
El presidente Abinader y el ministro Bisonó, viajaron recientemente a California para reunirse con la industria de los semiconductores y expresar su interés en que la República Dominicana se convierta en parte de la cadena de suministro de esa industria, incluyendo reuniones con líderes empresariales de mi estado natal, Arizona.
Como quizás sepan, durante años mi amigo y actual CEO de la Cámara de Comercio de Arizona, Danny Seiden, ha trabajado para que Arizona sea el núcleo de la producción de semiconductores como parte de una prioridad del presidente Trump de asegurar el "onshoring" y "nearshoring" de esa producción.
A mí me encanta la idea del presidente Abinader y del ministro Bisonó de impulsar una delegación comercial a Arizona para explorar opciones de participar en esa producción.
Son ideas innovadoras como esta que pretendo priorizar y en las que trabajaré en estrecha colaboración con el presidente y con mi buen amigo Ito Bisonó, ambos comprometidos con el crecimiento económico y la seguridad de la República Dominicana y, lo que es más importante, con la prosperidad de sus ciudadanos a través de una relación económica cada vez más estrecha con los Estados Unidos.
Economía
Esto me lleva a mi último pilar: la prosperidad. Es, después de todo, lo que nos ha reunido a todos aquí, en este salón.
Los Estados Unidos y la República Dominicana comparten una de las relaciones económicas más dinámicas del hemisferio occidental.
Los Estados Unidos es la principal fuente de inversión extranjera directa en la República Dominicana. Y el flujo es bidireccional. Cuando las empresas dominicanas tienen éxito, las empresas y los trabajadores estadounidenses también se benefician.
También nos enorgullece enormemente nuestra cooperación en materia de los derechos de propiedad intelectual. Proteger la innovación y detener los productos falsificados mantiene el equilibrio en los mercados y ayuda a los empresarios de ambas partes.
- Los recientes avances de la República Dominicana en la lista Special 301 demuestran lo lejos que ha llegado nuestra colaboración.
Agricultura
La agricultura es otro punto positivo. La República Dominicana es ahora el cuarto mercado más grande para las exportaciones agrícolas estadounidenses en el hemisferio.
En julio, la República Dominicana acogió la más grande misión comercial de la historia del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. Esa misión, que rompió todos los récords, es una prueba de lo que ocurre cuando la confianza y la colaboración se unen.
Eso es extraordinario. Y es gracias al trabajo duro, al comercio justo y el respeto mutuo entre nuestras dos naciones.
Visita al Central Romana
Durante mi tiempo aquí, mi enfoque consistirá en trabajar de manera constructiva para promover oportunidades económicas. Precisamente por eso, quiero anunciar hoy que la primera visita a una empresa que haré como Embajadora será a Central Romana, el principal proveedor de azúcar de los Estados Unidos bajo nuestro contingente arancelario.
Podemos lograr avances cuando escuchamos, cuando somos transparentes y cuando nos tratamos como socios y amigos.
Bajo la Administración Trump y durante toda mi misión como embajadora, no pienso permitir desde la embajada la politización de asuntos comerciales, ni permitiré insinuaciones o acusaciones falsas para satisfacer a un sector activista y político dentro de los Estados Unidos.
Mi Embajada está comprometida con promover los intereses comerciales de los Estados Unidos y de sus empresas en la República Dominicana, mientras buscamos formas de ampliar y mejorar el comercio recíproco entre nuestros dos grandes países.
En definitiva, cuando las empresas estadounidenses tienen éxito en el extranjero, crean puestos de trabajo en nuestro país. Y pocos socios pueden contribuir de la manera excepcional que lo hace Amchamdr. Ustedes son el puente que conecta nuestras dos economías y nos permite prosperar unidos. Por ello, les estamos muy agradecidos.
Como representante política elegida personalmente por el presidente Trump para este hermoso país, afortunadamente puedo prescindir del típico estilo burocrático y diplomático y, en cambio, puedo ser yo misma: honesta, auténtica y directa en mi trabajo para promover los intereses nacionales de los Estados Unidos.
Durante el primer mandato del presidente Trump, y en todas las ocasiones posteriores, ha dejado claro a los líderes mundiales en la Asamblea General de las Naciones Unidas - y en otros foros, que su trabajo consiste en promover los intereses del pueblo estadounidense, y que espera que todos los líderes mundiales hagan lo mismo por sus respectivos países.
"Una bendición de Dios"
Cuando el presidente me llamó el diciembre pasado para pedirme que lo representara aquí, supe que era una verdadera bendición de Dios.
No solo porque sabía que me encantaría la gente, las playas y los valores de la República Dominicana, sino porque sabía que los Estados Unidos y la República Dominicana tienen muchos intereses entrelazados y una relación comercial que realmente importa a los ciudadanos de ambos países.
Por lo tanto, el trabajo que hacemos juntos es, literalmente, «America First» y «the Dominican Republic First» al mismo tiempo. Es decir, respetamos y celebramos plenamente que la República Dominicana ponga a la República Dominicana en primer lugar.
Así es como operan los verdaderos socios y amigos: respetando la soberanía, los valores y las prioridades de cada uno.
¡Nada me alegra más el corazón que un país que, como el mío, sea patriota, temeroso de Dios y centrado en los intereses nacionales vitales de su pueblo!
Estoy deseando conocerlos a cada uno de ustedes, y mantener conversaciones francas, honestas y creativas sobre cómo podamos mejorar nuestra relación económica en beneficio de ambos países.
Gracias nuevamente a la Cámara Americana de Comercio por recibirme hoy. Espero con interés muchas más conversaciones, trabajar mano a mano con todos ustedes y escribir el próximo capítulo de esta extraordinaria historia de amistad y colaboración.
Gracias, muchas gracias.
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