
¡Wow, nos hicieron trampa! Fue mi reacción luego que los encargados del Centro de Repeticiones del partido entre Gigante del Cibao y Tigres del Licey del martes dos de diciembre cambiaran la decisión que ha sido polémica durante dos días.
Dos jugadas prácticamente idénticas en el home plate, durante el partido entre Gigantes del Cibao y Tigres del Licey, recibieran decisiones distintas por parte del Centro de Repeticiones, pese a que el árbitro en el terreno aplicó correctamente la misma regla en ambos casos.
Las acciones ocurrieron en el Estadio Quisqueya Juan Marichal, donde dos corridas al plato fueron evaluadas bajo la regla 6.01(i) sobre obstrucción y colisión. En ambas jugadas, el árbitro principal decretó out, al considerar que el receptor tenía derecho a bloquear el plato por la trayectoria del tiro y que el corredor realizó una acción natural hacia la anotación.
El debate surgió cuando, tras revisar las repeticiones, el Centro de Repeticiones confirmó la decisión en la primera jugada en la parte alta de la octava entrada cuando Emilio Bonifacio captura un elevado al jardín derecho y pone out en pisa y corre en el plato a José Torre, sin objetar obstrucción, pero la revirtió en la segunda jugada que ocurrió en la misma octava entrada cuando con dos outs favoreció la carrera de la ventaja al Licey, cuando Mel Rojas Jr., intentó anotar luego de un mal tiro a primera base.
Esta jugada fue decisiva para que los Tigres del Licey terminaran ganando el partido y favoreció a que el equipo capitalino se colocara medio juego por encima de los Gigantes, quienes con un resultado diferente hubieran amanecido el miércoles tres de diciembre, a un juego y medio de los Tigres y medio de los Leones del Escogido en la cuarta posición clasificatoria.
Con 19 partidos aún por jugar desde esa decisión para los Gigantes, sería doloroso tener un cierre de temporada en el que el futuro de la clasificación se vea afectada por una decisión que estuvo amparada por la regla de manera correcta y no se sabe bajo qué criterio fue cambiada.
Para los fanáticos y quienes hacemos crónica se nos puede hacer difícil tener respuesta del criterio que se aplicó, sin embargo la gerencia de los Gigantes deben exigir una respuesta y consecuencias a lo interno de la Lidom.
Es de rigor que la liga interpele a quienes actuaron como jueces en el centro de revisiones y las amonestaciones o sanciones deben hacerse sentir con fuerza, para que este tipo de errores voluntarios o involuntarios no empañen la imagen de un juego que se asiste de revisión de repeticiones para ser más precisos, no para mal interpretar reglas.
Que un equipo quede fuera del Round Robin es el peor fracaso de la temporada y peor aun que tenga el asterisco que una simple revisión en home fue la que decidió la temporada, el esfuerzo, trabajo, sueño de cientos de personas que se dedican al 100% a un equipo de béisbol invernal.
Ojala y que el 23 de diciembre, cuando cierre la serie regular de los Gigantes contra los Tigres, no tengamos que recordar este mal momento.





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