Ricky Martin vivió una noche muy especial en el Coliseo de Puerto Rico, José Miguel Agrelot, al asistir con sus hijos Matteo y Valentino al cuarto concierto de la residencia de 30 fechas que Bad Bunny ofrece en su isla natal. Aunque llegó como un espectador más, terminó sorprendiendo al público al subir al escenario, específicamente a la emblemática estructura que recrea la casa del cortometraje que acompaña el álbum Debí tirar más fotos. Con una sonrisa genuina y su inconfundible carisma, Ricky compartió ese momento con sus hijos en un ambiente festivo, cercano y muy emotivo.
El show del viernes por la noche tenía una energía especial desde el principio. Bad Bunny, quien abrió esta serie de conciertos como un homenaje a su trayectoria musical, preparó una puesta en escena imponente para repasar toda su discografía y hacer bailar a su gente sin parar. Pero fue la inesperada aparición de Ricky Martin la que se robó todas las miradas. En las imágenes compartidas por asistentes, se lo ve bailando al ritmo de Tití me preguntó, uno de los grandes éxitos de Un Verano Sin Ti (2022), mientras sus hijos lo acompañan desde cerca, disfrutando de principio a fin como cualquier familia unida.
Sin necesidad de cantar, Ricky se convirtió en uno de los momentos más comentados de la noche. Muchos destacaron lo joven y radiante que se veía —“Pensé que era Maluma”, se leía en redes—, pero más allá de su apariencia, lo que más tocó a sus seguidores fue verlo en su papel más auténtico: el de padre presente, disfrutando con sus hijos como un fan más. En medio de luces, beats y ovaciones, eligió estar ahí, bailando en familia y celebrando la música con sencillez y alegría.
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