

Este cambio convierte a la tarjeta SIM en un servicio gestionado de forma remota, lo que facilita la migración entre líneas y operadoras, así como el uso de múltiples números en un solo dispositivo. Así, un mismo teléfono puede albergar distintas líneas (personal, laboral o de viaje) sin depender de componentes físicos.
¿Qué ventajas trae la eSIM?
Eliminación de la SIM física: La eSIM está soldada al interior del dispositivo, aboliendo la necesidad de bandejas o pequeñas tarjetas. Esto no solo simplifica el diseño y reduce posibles puntos de fallo, sino que también libera espacio para componentes adicionales o baterías más grandes.
Flexibilidad y multitarifa: Permite almacenar múltiples perfiles de operador, lo que se traduce en la posibilidad de cambiar de línea o de compañía sin tener que esperar la llegada de una SIM física. Ideal para viajeros, ya que facilita el uso de líneas locales en el extranjero o de números temporales.

Mayor seguridad: Al estar integrada en el dispositivo y protegida por mecanismos internos, es imposible extraerla tras un robo o manipulación. Además, permite bloquear de forma remota el número y desactivarlo rápidamente, reduciendo las posibilidades de fraude.
¿Cómo se activa una eSIM?
La activación varía según la operadora y el dispositivo. Generalmente, tras solicitar el cambio (presencialmente o por internet), se recibe un código QR que puede escanearse desde el menú de configuración del teléfono en “Redes móviles” o “SIM virtual”.
Asegurarse de que el dispositivo es compatible también es clave. En algunos iPhone (como el XS en adelante) y en la mayoría de los recientes Android de gama alta, el número EID aparece marcando *#06#. Si no aparece, lo más probable es que el dispositivo no cuente con eSIM integrada.

El futuro de la conectividad móvil
Aunque la adopción de la eSIM sigue en crecimiento, la transición completa a la SIM virtual será gradual. Muchos dispositivos aún incluyen bandejas tradicionales y aún hay mercados donde la infraestructura eSIM no está disponible. Sin embargo, la tendencia tecnológica es clara: es cuestión de tiempo para que la mayoría de los smartphones, y hasta smartwatches, prescindan de la SIM física.
En un contexto global más conectado, la eSIM abre la puerta a servicios avanzados como IoT, autos conectados, salud digital o soluciones empresariales. En este sentido, el estándar estandarizado por la GSMA en 2016 ya ha encontrado aplicaciones en el sector automotriz (eCall, asistencia de emergencia) y dispositivos wearables.
La eSIM no solo promete simplificar la gestión de tu línea móvil, sino también acelerar la innovación en dispositivos futuros, impulsando una conectividad más segura, flexible y sostenible. Mientras tanto, las operadoras continúan adaptándose a esta realidad, ofreciendo soluciones rápidas y, en algunos casos, gratuitas a sus usuarios.
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