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Cuáles son las facciones de la Iglesia católica que se enfrentan en el cónclave (y qué papel tendrá la herencia de Francisco)

Cardenales en fila

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Pie de foto,Entre los considerados 'papables' están el cardenal Pietro Parolin (segundo en la primera fila, desde la derecha) y el cardenal Luis Antonio Tagle (junto a Parolin).
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La elección del sucesor del papa Francisco es una decisión política, así siga ritos religiosos y sea fruto de una elección en la que los votantes son un selecto grupo de eminentes sacerdotes que, según la doctrina de la Iglesia católica, actúan bajo inspiración divina.

Para que el nuevo pontífice sea anunciado, los diferentes grupos de cardenales que forman el llamado cónclave -cada uno con sus intereses particulares-, deben formar alianzas y acuerdos a lo largo del proceso.

Cuando los 135 cardenales con derecho a voto —tienen derecho a voto hasta los 80 años— estén encerrados en la Capilla Sixtina, comenzarán las sesiones de votación y se consolidarán algunas convergencias y muchos desacuerdos, iniciados en reuniones anteriores o en contactos informales de los últimos días, semanas e incluso meses.

En la reunión secreta que empezará el 7 de mayo, se formarán nuevas posiciones, especialmente después de que se cuenten los resultados de cada ronda de votaciones.

En el cónclave, el Papa sólo es elegido cuando dos tercios de los electores se ponen de acuerdo sobre el mismo nombre y, hasta que esto ocurra, habrá momentos en los que el encuentro estará abierto a la reflexión y al debate entre los cardenales, llamados así en referencia a sus vestimentas rojas.

"Como el Papa estaba muy enfermo y anciano, es normal que los participantes en el cónclave ya estuvieran hablando muy discretamente sobre posibles sucesores y realizando sondeos, obviamente orales", dice el teólogo, filósofo y periodista Domingos Zamagna, profesor de la Universidad Pontificia de São Paulo (PUC-SP) y del Colegio São Bento, en una entrevista con BBC News Brasil.

"Pero aunque no suelen dejar que estos manejos del poder eclesiástico se hagan evidentes", añade, algunos "proporcionan pequeñas pistas a sus amigos y colaboradores más cercanos".

"Francisco quería que el futuro papa estuviera alineado con él. Y esto no es un deseo personal, sino el deseo de una tendencia", declaró a BBC News el teólogo e historiador Gerson Leite de Moraes, profesor de la Universidad Presbiteriana Mackenzie.

"Preparó, en el ámbito político, los cambios en el colegio cardenalicio para que el viento del cambio continuara después de su muerte."

Pero esta visión de la sucesión como un juego de facciones partidistas está lejos de ser unánime.

El sociólogo Francisco Borba Ribeiro Neto, director del periódico O São Paulo, de la Arquidiócesis de São Paulo, no está de acuerdo con la visión del cónclave como una disputa meramente política.

"Imaginar [el proceso] como una gran asamblea donde los diputados eligen a su presidente […] no es adecuado", enfatizó a BBC News.

En su opinión, los cardenales buscan un consenso sobre la "propuesta eclesial" más urgente para el mundo actual. Y, al analizar el escenario, ve dos líneas: por un lado, "la gran demanda de los sectores conservadores"; por otro lado, "la necesidad de una Iglesia más acogedora, más capaz de amar a los excluidos, a los que más sufren, a los que se sienten agraviados y marginados".

"No creo que podamos pensar en el proceso de sucesión del Papa como una cuestión de líneas o partidos, de estar afiliados o no, de estar juntos en la misma estrategia o no. No es así como van las cosas", explica.

¿Sucesor natural?

Los cardenales Pietro Parolin, Luis Antonio Gokim Tagle y Robert Francis Prevost durante el funeral del Papa Francisco

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Pie de foto,Los cardenales Pietro Parolin, Luis Antonio Gokim Tagle y Robert Francis Prevost se encuentran entre los favoritos a suceder a Francisco.

Considerando que, entre los 135 cardenales elegibles para votar, 108 fueron nombrados por el propio papa Francisco, es natural imaginar que el "partido de Francisco" será el más fuerte en el cónclave. ¿Pero puede realmente usarse esta figura?

No hay consenso entre los expertos y las figuras religiosas de la jerarquía católica, ya sea porque no todos los nominados por el pontífice fallecido el 21 de abril estaban alineados con él, o porque rechazan la idea de que la elección se base únicamente en criterios políticos y circunstanciales.

"Lo que no sabemos es si los cardenales serán fieles a su proyecto iniciado hace 12 años. Porque el mundo ha cambiado en estos 12 años. La Iglesia ha avanzado, pero, por otro lado, los reaccionarios también se han puesto manos a la obra", dice Moraes.

Y hay matices a tener en cuenta. Aunque surgen nombres muy alineados con él, como el italiano Matteo Maria Zuppi o incluso el filipino Luis Antonio Tagle, los expertos coinciden en que Francisco no dejó a un único sucesor natural: en los pasillos de la Santa Sede, Benedicto XVI (1927-2022), por ejemplo, fue visto durante mucho tiempo como el sucesor de Juan Pablo II (1920-2005), debido al protagonismo que adquirió durante el pontificado de este último.

"Francisco ha nombrado más cardenales [entre los electores actuales] que los papas anteriores. Esto influirá en la sucesión", señala Zamagna.

"Pero no veo al Papa planeando la sucesión de forma maquiavélica, como si se tratara de un tablero de ajedrez. Hizo lo que creyó necesario; nunca estuvo en su naturaleza querer incriminar a la gente, siempre pensando en el bien de la Iglesia y del pueblo".

Mantener las reformas

El cardenal Peter Appiah Turkson junto al fallecido papa Francisco

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Pie de foto,También entre los favoritos está el cardenal de Ghana Peter Appiah Turkson, considerado como muy cercano al fallecido Francisco

Lidice Meyer Pinto Ribeiro, profesora de la Universidad Lusófona, en Portugal, y autora del libro recientemente publicado "El cristianismo en femenino", destacó que "Francisco esperaba que su sucesor mantuviera sus reformas y las llevara más lejos".

Pero la Iglesia actual no vive sólo del "partido de Francisco". Señala que la antigua institución "se encuentra dividida en un grupo conservador opuesto" a las medidas implementadas en los últimos años.

El teólogo y escritor Frei Betto, fraile dominico, ve la situación con cautela y la califica de "impredecible". Para él, "no todos los cardenales elegidos por Francisco son progresistas" y esto ocurriría también porque el Papa no adoptó un criterio de selección "pensando en su sucesión".

"El criterio fue dotar a las distintas regiones del planeta de obispos que llevaran la insignia de cardenalicio, un título meramente honorario", le dijo a BBC News.

Betto dice que el Papa argentino "también nombró cardenales conservadores". Y lo habría hecho por la convicción de que era importante respetar "el consenso de los obispos locales". "Nunca nombraría a un progresista en un país con un episcopado predominantemente conservador", explica.

El sociólogo Ribeiro Neto señala también que el criterio de Francisco para elegir a los cardenales "no parece haber sido la línea pastoral, sino más bien la idea de descentralización en relación a una Iglesia inicialmente italocéntrica, y después eurocéntrica".

Raymond Leo Burke

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Pie de foto,Dentro de la Iglesia también hay oposición a los cambios impuestos por Francisco: esa oposición la lidera el cardenal estadounidense Raymond Leo Burke.

Cuando Francisco se convirtió en Papa, había 28 cardenales italianos. Hoy quedan 17. "Fue el país que más representantes perdió", señala.

"Él no nombró a todos los cardenales a su imagen y semejanza", coincide Moraes. "Francisco respetaba el trabajo de otras tendencias".

Betto pone como ejemplos de conservadores designados por Francisco los casos del italiano Marcello Semeraro, el chileno Fernando Natalio Chomali Garib y el peruano Carlos Castillo Mattasoglio.

La antropóloga Pinto Ribeiro también incluye en esta lista al congoleño Fridolin Ambongo Besungu. Entre los propuestos al cardenalato por Benedicto XVI hay también nombres fuertes de la oposición, como el estadounidense Raymond Leo Burke y el guineano Robert Sarah. El húngaro Péter Erdő es un raro superviviente de los nombrados por Juan Pablo II.

El ala conservadora del liderazgo de la Iglesia puede ser pequeña en número, pero es bastante vocal. Entre los estadounidenses, el cardenal Burke, considerado uno de los mayores críticos del Papa argentino, es visto como uno de los líderes de la oposición. "Todos sabemos que hubo y hay cardenales que desaprueban la renovación traída por Francisco", afirma Zamagna.

Francisco lo sabía, por supuesto. Tanto es así que desalojó a Burke de su apartamento en el Vaticano y lo removió de algunas funciones administrativas que tenía en la Curia romana.

Ésta fue la principal táctica de Francisco para lograr gobernar en medio de la disidencia: colocar a amigos en puestos clave. Y mover hilos para que sus detractores tuvieran cada vez menos poder.

El proceso electoral

Gráfico mostrando diferencias de vestimenta entre obispos y cardenales

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Pie de foto,Los cardenales y los obispos podrán reconocerse por sus vesimentas.
Gráfico que muestra la estola de los sacerdotes

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Aunque los nombres alineados con Francisco son mayoría, los analistas entienden que si en las primeras votaciones surge un adversario que termina concentrando los votos de todos aquellos que no están de acuerdo con el modelo de Francisco, ese candidato papal tiene posibilidades de ganar con un discurso de cambio, lo que en este caso supondría un retorno a las tradiciones.

Francisco se enfrentó a una oposición que hoy cuenta con el apoyo de la extrema derecha mundial. Sin duda, muchos católicos apoyan el regreso de una tendencia más conservadora.

Por lo tanto, este cónclave será muy interesante: determinará cómo se posicionará la Iglesia católica en los próximos años, afirma Moraes, profesor de la Universidad Presbiteriana Mackenzie.

"¿Podría formarse una coalición reaccionaria en torno a algún nombre de la oposición? Sí", añade.

El propio papa Francisco dijo en su autobiografía "Esperanza", recientemente publicada, que el proceso de escrutinio suele tener una primera ronda de "cortesía". "Votas por un amigo, una persona respetada…", dijo. En este sentido, es como un homenaje, una deferencia hacia alguien.

"Entonces comienza un mecanismo bien conocido y consolidado: cuando hay varios candidatos fuertes, los indecisos, como fue mi caso, dan su voto a quienes saben que no ganarán. Se trata esencialmente de votos de depósito, que esperan a que la situación se desarrolle y se desenvuelva con mayor claridad", explicó, hablando de lo ocurrido tras bambalinas, relatando su experiencia en 2013.

El primer día del cónclave sólo se realiza una votación. A partir del segundo hay dos: uno por la mañana y otro por la tarde. A partir de estas, algunos nombres terminan volviéndose más fuertes que otros. Hasta que una inmensa mayoría deposita su confianza en una de las figuras religiosas y ésta termina siendo elegida.

De izquierda a derecha: Francisco Javier Errázuriz Ossa, Fernando Chomali, Carlos Aguiar Retes, Odilo Scherer.

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Pie de foto,De izquierda a derecha: Francisco Javier Errázuriz Ossa, Fernando Chomali, Carlos Aguiar Retes, Odilo Scherer.
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135 cardenales de todo el mundo están habilitados para participar en el cónclave secreto que comienza el 7 de mayo, y de ellos 108 fueron nombrados por el papa Francisco.

Expertos afirman que esto aumenta la posibilidad de que el próximo sumo pontífice comparta su visión de una Iglesia progresista y más inclusiva.

Sólo los altos dirigentes católicos conocidos como cardenales con menos de 80 años podrán formar parte en esta elección a puerta cerrada que ellos consideran como un deber y una responsabilidad espiritual.

No hay un cronograma que indique cuánto tiempo tomará elegir al próximo Papa, pero los dos cónclaves anteriores, celebrados en 2005 y 2013, duraron dos días.

Aunque hay pocas posibilidades de que el próximo sumo pontífice sea latinoamericano, como su predecesor, 23 cardenales de América Latina formarán parte en la solemne decisión.

"Acabamos de tener un Papa latinoamericano, con el español como lengua y con una cultura latina, por tal razón, dentro del Colegio Cardenalicio, la percepción es que es muy difícil que el próximo Papa sea latinoamericano o español", le dice a BBC Mundo el periodista y escritor José Francisco Serrano, especialista en el Vaticano y profesor de la Universidad CEU San Pablo, en Madrid.

Aunque afirma que los cardenales latinoamericanos tampoco son precisamente los que marcarán tendencia en el cónclave, hay algunas figuras importantes de la región cuyas voces serán escuchadas e incluso unos pocos que son vistos por otros dirigentes católicos como opciones para suceder al papa Francisco.

Añade que otros cardenales latinoamericanos, que no entran al cónclave por tener más de 80 años, también cuentan con una gran influencia dentro de sus colegas debido a su antigüedad y experiencia.

Un grupo más o menos homogéneo

José Ramón Navarro Pareja, responsable de la sección de Religión del diario ABC, apunta que los cardenales latinoamericanos constituyen un grupo relativamente homogéneo.

"Muchas veces se plantea que ciertos grupos nacionales, como los estadounidenses, los italianos o los españoles, se ponen de acuerdo y forman un grupo de presión", dice en entrevista con BBC Mundo.

"Pero cuando conoces sus planteamientos, te das cuenta de que muchas veces no se basan en afiliaciones nacionales para conformar grupos, sino que al final los une su posición sobre la Iglesia".

Navarro sugiere que la mayoría de los 23 lectores latinoamericanos tienen en mayor y menor medida un perfil similar al del papa Francisco.

"Aparte del hecho de que fue Francisco quien hizo cardenales a la mayoría de ellos, a muchos los conocía personalmente y tenía una relación más cercana con ellos que con otros cardenales", prosigue.

Según los expertos consultados por BBC Mundo, cuatro voces latinoamericanas destacan dentro del grupo de cardenales con derecho a voto y otros dos, que no entran en el cónclave, también pueden jugar un papel importante debido a su influencia en el Vaticano.

Carlos Aguiar Retes, 75 años, México

Carlos Aguiar Retes, ofició una misa por el fallecimiento del papa Francisco en la Basílica de Guadalupe, el 21 de abril de 2025, en Ciudad de México.

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Pie de foto,Carlos Aguiar Retes, ofició una misa por el fallecimiento del papa Francisco en la Basílica de Guadalupe, el 21 de abril de 2025, en Ciudad de México.

Según Serrano Oceja, el cardenal Carlos Aguiar Retes es el latinoamericano que tiene más peso dentro del cónclave en este momento.

Afirma que tiene uno de los perfiles más acreditados debido a su trayectoria, su autoridad dentro del episcopado de México y la relevancia de esa diócesis.

Nació el 9 de enero de 1950 en Tepic, una ciudad en el oeste de México.

Su formación académica incluye un doctorado en Teología Bíblica en Roma.

Fue ordenado sacerdote en 1973 y durante su carrera se destacó como presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

En 2018 fue designado como arzobispo primado de México, el cargo más alto en la jerarquía católica mexicana.

"Aguiar es uno de los cardenales más cercanos a Francisco ideológicamente y se cree que buscaría una absoluta continuidad", explica José Ramón Navarro Pareja.

"Puede jugar un gran papel siendo lo que se denomina en el lenguaje del cónclave uno de los 'grandes electores', que son los cardenales que tienen una cierta influencia sobre un grupo importante y una capacidad de movilizar el voto no necesariamente hacia ellos mismos, sino hacia un tercer candidato que considere oportuno".

Fernando Chomali, 68 años, Chile

El cardenal chileno Fernando Chomali saliendo del Vaticano, el 24 de abril de 2025.

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Pie de foto,El cardenal chileno Fernando Chomali saliendo del Vaticano, el 24 de abril de 2025.

Fernando Chomali es, según Navarro, otro de los "grandes electores" con gran influencia en el cónclave.

"Tuvo una relación absolutamente directa con Francisco y también va a tratar de unir a aquellos que buscan un planteamiento de la Iglesia similar al de Francisco", explica.

Algunos incluso ven a Chomali como un candidato al máximo puesto.

"Recientemente, a mí me han llegado a decir en Roma que Chomali era el candidato de Francisco", precisa Navarro.

Chomali nació en marzo de 1957 en Santiago de Chile en una familia con ascendencia palestina. Es licenciado en Teología moral de la Universidad Lateranense de Roma y doctor en sagrada teología de la Universidad Gregoriana de Roma.

Fue nombrado arzobispo de Santiago de Chile por el papa Francisco en octubre de 2023.

Días después de la muerte del papa Francisco, afirmó a la prensa que no tenía "ninguna posibilidad de ser Papa" y sostuvo que Francisco "es el ejemplo a seguir por todos".

Odilo Scherer, 75 años, Brasil

El cardenal brasileño Odilo Scherer oficia una misa en la iglesia de San Andrés del Quirinal el 10 de marzo de 2013.

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Pie de foto,Odilo Scherer fue considerado como "papable" en el cónclave de 2013 y fue cercano a Benedicto XVI.

José Ramón Navarro explica que, entre los cardenales que comparten la visión de la Iglesia del papa Francisco y los que no, el cardenal brasilero Odilo Scherer es visto como un "centrista".

Scherer nació el 21 de septiembre de 1949 en el sureño estado brasileño de Río Grande del Sur.

Estudió en la Pontificia Universidad Católica de Paraná y en la Pontificia Universidad Gregoriana, en Roma, donde obtuvo su doctorado en Sagrada Teología en 1991.

En el Vaticano es visto como un conservador moderado, un cardenal conciliador que fue cercano a Benedicto XVI.

Asumió la arquidiócesis de Sao Paulo, la mayor de Sudamérica, en 2007, año en que también fue proclamado cardenal.

Durante el cónclave e 2013 llegó a ser considerado "papable".

"Es un cardenal que obtuvo votos en el cónclave anterior, al final no fue él sino Francisco, pero estuvo muy presente en el voto", señala Navarro.

"Me parece que incluso podría surgir como un candidato fuerte para convertirse en Papa si llegara a surgir un bloqueo entre dos grandes sectores y ninguno alcance la mayoría de dos tercios", añade.

Cualquier candidato tendrá que alcanzar al menos 89 votos, es decir, dos tercios de los votos de los presentes para convertirse en el próximo Papa.

Daniel Sturla, 65 años, Uruguay

El cardenal Daniel Sturla en el Rosario de Bendiciones, en Montevideo el 27 de enero de 2018.

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Pie de foto,Muchos consideran a Daniel Sturla como un candidato para reemplazar al papa Francisco.

Daniel Fernando Sturla nació en Montevideo, capital de Uruguay, el 4 de julio de 1959.

Ha contado que sintió su llamada a la vocación sacerdotal tras una conversación con un sacerdote.

Fue ordenado sacerdote en 1987 y tras ejercer varios cargos en el seno de la congregación salesiana fue nombrado obispo auxiliar de Montevideo por el papa Benedicto XVI en 2011.

Tres años después, en febrero de 2014, fue nombrado arzobispo de Montevideo por el papa Francisco.

El periodista José Francisco Serrano explica que Sturla es un cardenal que marca muy bien la continuidad entre el Pontificado de Benedicto XVI y el papá Francisco.

"Es un hombre especializado en historia de la Iglesia, un gran religioso en Uruguay y se ha convertido en una figura interesante e influyente dentro de los Cardenales".

Tanto es así que varios medios y expertos lo han llegado a incluir dentro de los posibles nombres que pueden surgir en el cónclave.

Congregaciones generales

El papa Pablo VI, cuyo verdadero nombre era Giovanni Montini, se dirige a los obispos y cardenales presentes en la reunión del Sínodo en la Capilla Sixtina.

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Si bien será en la Capilla Sixtina donde los cardenales ejercerán su voto, antes del cónclave tienen lugar una serie de congregaciones generales en las que participan 183 cardenales, y de ellos 120 electores, según la oficina de prensa de la Santa Sede

Dos cardenales con derecho al voto no participarán en las congregaciones que se llevan a cabo actualmente por motivos de salud.

En estas congregaciones, que comenzaron al día siguiente de la muerte del pontífice argentino, los cardenales discuten sobre el futuro de la Iglesia católica, sus desafíos y también sobre sus responsabilidades.

"Contrariamente a lo que se ha visto en películas como "Cónclave" (2024), en la Capilla Sixtina no se discute durante el proceso electoral. Se entra rezando y luego los cardenales simplemente ejercen su voto", explica José Ramón Navarro.

"No es un Parlamento en el que se discute lo que la Iglesia está haciendo mal o no", agrega.

Por su parte, José Francisco Serrano explica que las congregaciones previas al cónclave sirven como una plataforma en la que surgen algunos candidatos, como fue el caso del papa Francisco, cuyo nombre comenzó a sonar tras sus intervenciones en las congregaciones.

"Jorge Bergoglio tuvo un papel muy destacado en las congregaciones generales previas a su elección. Fue allí donde muchos cardenales descubrieron su potencial", precisa.

Por eso, no se descarta que durante estos días probablemente los cardenales puedan descubrir alguna figura destacada.

En las congregaciones generales, algunos cardenales mayores de 80 años suelen tener mucha influencia, por su autoridad y experiencia.

Leonardo Sandri, 81 años, Argentina

El cardenal Leonardo Sandri presidió la celebración eucarística del Domingo de Ramos poco antes de la muerte del papa Francisco.

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Pie de foto,El cardenal Leonardo Sandri presidió la celebración eucarística del Domingo de Ramos poco antes de la muerte del papa Francisco.

A lo largo de los años, Leonardo Sandri ha logrado posicionarse como uno de los cardenales más experimentados del Vaticano.

Fue él quien el 2 de abril de 2005, desde la Plaza de San Pedro, anunció la muerte del papa Juan Pablo II.

Nació en Buenos Aires en noviembre de 1943 y estudió Teología en el Seminario Metropolitano de Buenos Aires. También obtuvo un doctorado en Derecho canónico por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.

Fue ordenado sacerdote cuando apenas tenía 23 años, en 1967, y a los 27 abandonó su vida sacerdotal para unirse al servicio diplomático del Vaticano.

Desde entonces, ha dedicado su vida a la Santa Sede.

Fue proclamado cardenal en 2007 por Benedicto XVI y en el cónclave de 2013 se perfilaba como uno de los favoritos para convertirse en el posible primer papa latinoamericano.

Entre muchos otros puestos, ha sido asesor de la Secretaría de Estado y actualmente es prefecto emérito del Dicasterio para las Iglesias Orientales, así como consejero de la Comisión Pontificia para América Latina (CAL).

También es miembro del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica y del Dicasterio para la Comunicación, que se encarga de todo el sistema de comunicaciones de la Santa Sede.

Según expertos, Sandri encarna la continuidad dentro de la Curia, de la que ha sido uno de los principales impulsores en las últimas décadas.

Y pese a que ya no cuenta con un voto, podría tener una gran influencia tras bastidores.

"Todo lo que dice el cardenal Sandri suele ser relevante para muchos otros cardenales", afirma José Francisco Serrano.

Francisco Javier Errázuriz Ossa, 91 años, Chile

Por su edad, Errázuriz tampoco no puede participar en el cónclave, pero su antigüedad lo ha convertido una de las voces más respetadas en el Vaticano.

Ha tenido una distinguida carrera en la Iglesia y fue un miembro de confianza del Consejo de Cardenales, cuya misión era aconsejar y asesorar al papa Francisco.

Nació el 5 de septiembre de 1933 en Santiago de Chile y fue ordenado sacerdote en julio de 1961. Es licenciado en Teología por la Universidad de Friburgo, en Suiza.

Entre 2003 y 2007, ocupó la presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).

También presidió la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, inaugurada por Benedicto XVI en Aparecida, Brasil, en 2007.

Errázuriz fue nombrado cardenal en 2001 por Juan Pablo II y asumió el cargo de Arzobispo Emérito de Santiago de Chile en 2010.

"Es un cardenal con la capacidad de organizar un grupo en torno a los distintos cardenales latinoamericanos", señala Serrano.

Sin embargo, un hecho que puede que le haya restado influencia en los últimos años dentro del Vaticano es que estuvo implicado en el encubrimiento de un escándalo de abuso sexual que sacudió a la Iglesia en Chile en 2018.

2 mexicanos y 17 sudamericanos

Los cardenales latinoamericanos constituyen el 17% de los votos en el cónclave.

Aunque Brasil y Argentina cuentan con el mayor número de votantes, muchos otros países de la región también cuentan con representación, desde México hasta Chile, pasando por Colombia, Cuba, Haití y Paraguay.

México tiene seis cardenales en el Colegio Cardenalicio, pero sólo dos de ellos podrán votar.

América Central y el Caribe están representados por el arzobispo de San Cristóbal de la Habana, Juan de la Caridad García Rodríguez, el guatemalteco Alvaro Ramazzini, el nicaragüense Leopoldo Brenes y Chibly Langlois, es el primer y único cardenal haitiano en la historia del país.

Por su parte, América del Sur cuenta con 17 cardenales con derecho a voto.

Aparte de los siete brasileños y los cuatro argentinos, en el cónclave estarán presentes el ecuatoriano Luis Fernando Cabrera, el paraguayo Adalberto Martínez Flores y el peruano Carlos Gustavo Castillo, quien sucedió a Juan Luis Cipriani como arzobispo de Lima en enero de 2019 por decisión del papa Francisco.

También participará en el proceso el arzobispo de Bogotá, Luis José Rueda Aparicio, quien es percibido como un gran mediador y líder social.

Otro latino que no aparece en la lista debido a que representa a Marruecos en la Iglesia, es Cristóbal López Romero (72 años), arzobispo de Rabat, quien nació en Almería, España, y se nacionalizó paraguayo.

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