Lo han “matado” 2 veces: drama de un hombre en Nueva York en pelea con IRS y SSA

Gene Indenbaum ha sido declarado “muerto” dos veces por el IRS y la Administración del Seguro Social (SSA), creándole una pesadilla burocrática y bancaria, con tarjetas de créditos desactivadas y otros inconvenientes emocionales.

La batalla de Indenbaum con el gobierno federal se reavivó esta temporada de impuestos después de que sus problemas comenzaran en 2022 con la repentina muerte de su esposa, informó News 12.

Ahora Indenbaum, un neoyorquino viudo que vive en Long Island, descubrió que lo declararon “muerto” por segunda vez tras intentar presentar su declaración de impuestos antes de la fecha límite del próximo 15 de abril.

Primero, en 2022, la SSA lo declaró fallecido, lo que le causó numerosos dolores de cabeza, pues además su seguro médico, cuentas bancarias y tarjetas de crédito quedaron desorganizadas. El problema se resolvió después de que News 12 revelara su problema en mayo de 2024. Pero ahora volvió a suceder: cuando el residente de Smithtown intentó presentar su declaración de impuestos electrónicamente este año, su contador lo llamó para informarle que el IRS no tenía documentación que demostrara que estaba vivo.

“Tuve que salir de la carretera y parar”, declaró en referencia a que se encontraba tras el volante al recibir la mala noticia. “Estaba muy disgustado”. Ahora su única opción es enviar al IRS una carta que recibió previamente del Seguro Social confirmando que aún está vivo.

Si bien espera que el asunto se resuelva por segunda vez en dos años, se quedó pensando sobre con cuánta frecuencia lo matarán en el papel. “No hay ninguna garantía… Por suerte, sólo tengo que declarar impuestos una vez al año”.

Además, cada error federal le ha traído recuerdos dolorosos de la muerte de su esposa en agosto de 2022, después de casi 50 años de matrimonio. “Me ha devuelto todo el dolor que sentí. Todos cometemos errores, pero no se trata de si cometes un error, sino de cómo lo rectificas”, dijo Indenbaum en 2024, durante el primer inconveniente, sin saber que de nuevo viviría ese sinsabor.