
En su primer discurso tras la toma de posesión como presidente de Estados Unidos el lunes, Donald Trump repitió una idea que ya insinuó días atrás y es su convencimiento de que "maravillosos soldados de China" están "operando amorosa, pero ilegalmente, el Canal de Panamá".
La afirmación ha sido desmentida por funcionarios de Ciudad de Panamá y Pekín.
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha dicho en repetidas ocasiones que se trata de "un disparate", subrayando que no existe "absolutamente ninguna injerencia china" en el canal.
En las últimas semanas, Trump ha amenazado con recuperar el canal por la fuerza, alegando que se aplican tarifas "exorbitantes" para los buques estadounidenses, otra aseveración rechazada por las autoridades panameñas.
Las estratégicas vías navegables, por las que circula alrededor del 5% del volumen del comercio marítimo mundial, son gestionadas por la Autoridad del Canal de Panamá, un organismo del gobierno panameño, y no por soldados chinos.
Sin embargo, la inexacta afirmación de Trump refleja la preocupación de algunos funcionarios estadounidenses por las importantes inversiones de China en el canal y sus infraestructuras circundantes.
La historia del Canal
Históricamente, Estados Unidos desempeñó un papel fundamental en la construcción y administración del paso, que une los océanos Atlántico y Pacífico.
Tras un intento fallido de construirlo por parte de Francia, Estados Unidos se hizo con los derechos para llevar a cabo el proyecto.

La construcción del canal concluyó en 1914.
Permaneció bajo control estadounidense hasta 1977, cuando el entonces presidente Jimmy Carter firmó un tratado para ceder gradualmente el canal a Panamá, que Trump calificó de "insensato".
Desde 1999, la Autoridad del Canal de Panamá, que es propiedad del gobierno panameño pero opera independientemente de él, tiene el control exclusivo de las operaciones de la vía interoceánica.
Los tratados firmados por EE.UU. y Panamá estipulan que el canal permanecerá permanentemente neutral, pero EE.UU. se reserva el derecho de defender cualquier amenaza a la neutralidad del canal utilizando la fuerza militar en virtud de este acuerdo.
¿Cuál es el papel de China en las operaciones del canal?
No hay evidencias públicas que indiquen que el gobierno chino ejerza ningún control sobre el canal, pero las empresas chinas tienen una presencia significativa en él.
De octubre de 2023 a septiembre de 2024, China representó el 21,4% del volumen de carga que transitó por el Canal de Panamá, lo que lo convierte en el segundo mayor usuario después de Estados Unidos.
En los últimos años, China también ha invertido mucho en puertos y terminales cerca del canal.
Dos de los cinco puertos adyacentes al canal, Balboa y Cristóbal, situados en los lados Pacífico y Atlántico respectivamente, han sido operados por una filial de Hutchison Port Holdings desde 1997.
La empresa es a su vez filial de CK Hutchison Holdings, un conglomerado con sede en Hong Kong fundado por el empresario hongkonés Li Ka-shing. Tiene operaciones portuarias en 24 países, incluido Reino Unido.

La explotación de estos puertos ofrece a CK Hutchison Holdings una gran cantidad de información estratégica potencialmente útil sobre los buques que transitan por la vía navegable, afirmó Ryan Berg, director del Programa de las Américas del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
"Existe una creciente tensión geopolítica de carácter económico entre Estados Unidos y China", afirmó Berg. "Ese tipo de información sobre la carga sería muy útil en caso de guerra en la cadena de suministro".
Aunque no es de propiedad estatal china, Berg dijo que en Washington ha habido preocupación por el grado de control que Pekín podría ejercer sobre la empresa.
CK Hutchison Holdings no respondió a la solicitud de comentarios de la BBC.
Según Andrew Thomas, profesor de la Universidad de Akron (EE.UU.) que ha escrito un libro sobre el canal, las licitaciones para explotar esos puertos apenas tuvieron competencia.
"En aquel momento, a Estados Unidos no le importaban estos puertos y Hutchison no puso objeciones", afirmó.
Las empresas chinas, tanto privadas como estatales, también han reforzado su presencia en Panamá mediante inversiones de miles de millones de dólares, entre ellas una terminal de cruceros y un puente que se construirá sobre el canal.
Este "paquete de actividades chinas", como lo describió Thomas, podría haber motivado la afirmación de Trump de que el canal es "propiedad" de China, pero la explotación de esos puertos no equivale a propiedad, subrayó.
Pekín ha afirmado en repetidas ocasiones que los lazos de China con América Latina se caracterizan por "la igualdad, el beneficio mutuo, la innovación, la apertura y los beneficios para el pueblo".
¿Cuáles son los intereses de China en Panamá?
La situación estratégica de Panamá hace que China lleve años compitiendo por aumentar su influencia en el país y ampliar su huella en un continente que tradicionalmente se ha considerado "el patio trasero" de Estados Unidos.

En 2017, Panamá rompió lazos diplomáticos con Taiwán y estableció relaciones formales con China, lo que supuso una importante victoria para la diplomacia china.
Meses más tarde, Panamá se convirtió en el primer país latinoamericano en unirse a la iniciativa china Belt and Road, un proyecto mundial de infraestructuras e inversiones valorado en un billón de dólares.
La República Dominicana, El Salvador, Nicaragua y Honduras siguieron su ejemplo y también rompieron lazos con Taipei en favor de Pekín.
China ha ampliado lentamente su poder blando abriendo su primer Instituto Confucio en el país y concediendo una subvención para construir un ferrocarril.
Las empresas chinas también han patrocinado "cursos de formación en medios de comunicación" para periodistas panameños.
¿Qué dicen en Panamá?
Miembros de la comunidad china en Panamá le dijeron a la BBC que apenas tomaron nota de las afirmaciones de Trump.
Generaciones de familias chinas se han asentado en el país, y Dora Gao, una ciudadana china que se trasladó a Ciudad de Panamá hace más de una década para abrir un restaurante, afirmó que las huellas de China están "por todas partes en Panamá".

"Lo que dijo Trump [sobre los soldados] carece de fundamento y es risible", dijo Gao. "Creo que se siente amenazado por la creciente influencia de China en Panamá".
Muchos panameños de a pie se quedaron perplejos ante las afirmaciones de Trump.
"Pasé tres meses con acceso total trabajando para un libro del sindicato de pilotos del Canal de Panamá y crucé el canal de ida y vuelta 15 veces", declaró a la BBC un periodista local, Tito Herrera.
"Nunca he visto a un soldado chino vigilando el Canal de Panamá ni nada que esté remotamente relacionado con eso".
Este artículo fue escrito y editado por nuestros periodistas con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial para la traducción, como parte de un programa piloto.

Como la mayor obra de ingeniería de su época y ciertamente una de las más ambiciosas de todos los tiempos, el Canal de Panamá tuvo un efecto transformador sobre el planeta incluso desde antes de que empezara a ser construido.
Pero los impactos más duraderos de este paso artificial, que tiene más de un siglo de antigüedad y cuya ampliación se concretó en 2016, probablemente no sean los que te imaginas.
Efectivamente, el canal recortó significativamente la distancia entre los puertos de los océanos Atlántico y Pacífico, y revolucionó el comercio mundial al permitir grandes ahorros en tiempo y dinero para un mundo que todavía hoy utiliza los mares para mover la mayor parte de su carga.
Pero, por razones de geografía, solamente afectó un número limitado de rutas. Y, aunque útil, no resultó clave para el desarrollo de Estados Unidos, el país que lo construyó, lo administró hasta principios de siglo y cosechó al principio la mayor parte de sus beneficios.

En cambio al canal -inaugurado el 15 de agosto de 1914- se le puede atribuir, sin ninguna duda, la paternidad de la República de Panamá.
Y también desarrollos inesperados como la prosperidad de la isla caribeña de Barbados y el nacimiento del gigante de la aviación Boeing en Seattle.
A 25 años de que Estados Unidos devolviera a Panamá la administración y dominio de esta vía transoceánica, en BBC Mundo te presentamos una lista con cinco cosas que cambiaron en el mundo tras su construcción.
1. Un nuevo país en el mapa de Centroamérica
Durante mucho tiempo una provincia más de la actual Colombia, la independencia definitiva de Panamá se hizo realidad en noviembre de 1903 gracias al interés estadounidense en el proyecto del canal.
Para ese entonces el gobierno de EE.UU. ya había adquirido los derechos de la compañía francesa dueña de la primera concesión, pero no había logrado llegar a un acuerdo satisfactorio con las autoridades colombianas.
Y el impaciente presidente estadounidense Teodoro Roosevelt decidió resolver el impasse apoyando las pretensiones independentistas de los habitantes del istmo, quienes rápidamente pagaron el favor con un nuevo y generoso trato.

"No hay nada que sugiera que si EE.UU. no hubiera anclado sus naves en ambas costas de Panamá, impidiendo la llegada de las tropas colombianas, el movimiento independentista panameño habría tenido éxito", explicó Noel Maurer, coautor de The Big Ditch ("La gran zanja"), una historia política y económica del Canal de Panamá.
"Y es casi 100% seguro, tan seguro como se puede estar cuando se analizan los acontecimientos históricos, que si EE.UU. no hubiera tomado esa decisión, Panamá hoy todavía sería parte de Colombia", le dijo el académico a BBC Mundo.
Los análisis de Maurer en "La gran zanja", sin embargo, sugieren que durante mucho tiempo la nueva nación no se benefició particularmente del canal excavado en su territorio.
Sería sólo con la entrega del mismo al estado panameño, el 31 de diciembre de 1999, que éste pasaría a convertirse en un verdadero motor de desarrollo para la nación, generando ingresos directos (más de US$8.590 millones desde el año 2000 hasta la fecha) y múltiples oportunidades.
2. Progreso para una pequeña isla caribeña
Para muchos será un sorpresa, pero los números de Maurer sugieren que para encontrar el mayor beneficiario del Canal de Panamá hay que moverse unos 2.300 kilómetros hacia el Este.
Ahí está la isla de Barbados: de acuerdo a datos del Banco Mundial, el país tiene un PIB per cápita de unos US$24.000, siendo mucho mayor al de otros de sus pares del Caribe como Jamaica o Haití.
Y todo en buena medida gracias a la construcción del canal, pues fue ahí que EE.UU. encontró la mano de obra necesaria para sacar adelante su ambicioso proyecto.

Unos 19.900 barbadenses fueron contratados por el canal (44% de toda la mano de obra empleada en la construcción). A ellos habría que sumar unos 25.000 emigrantes por cuenta propia, procedentes de una isla cuya población apenas superaba los 150.000 habitantes.
Y la prosperidad llegó no sólo por las remesas enviadas de regreso a casa sino por su impacto sobre el mercado laboral local, que tuvo que empezar a pagar mejores salarios, incorporar mujeres y tecnificar la industria azucarera, principal actividad económica de la isla.
Según Maurer, una consecuencia significativa de todo esto fue un dramático aumento en el número de pequeños propietarios y el rápido crecimiento del sector bancario.
Y "el dinero de Panamá" también ayudó a consolidar un sistema de seguridad social de Barbados, que en 1921 ya cubría al 94% de la población y sirvió para elevar significativamente su nivel educativo, transformando a la isla para siempre.
3. Campaña modelo de salud pública
No fue sólo la tecnología y un diseño mejor adaptado a la difícil geografía panameña lo que permitió a EE.UU. triunfar ahí donde habían fracasado los franceses.
Igual de importante fue su habilidad para acabar con la malaria y la fiebre amarilla, enfermedades que diezmaron a los trabajadores de la malograda aventura francesa.
Y aunque el vínculo entre mosquitos y enfermedades ya había sido identificado algunos años antes por el cubano Carlos Finlay –y los principios para controlar el contagio fueron puestos en práctica en Cuba durante la guerra hispano-estadounidense de 1898– sería su exitosa aplicación en Panamá la que terminaría dándole visibilidad mundial al modelo.

Los números hablan por sí solos: se estima que en las labores de construcción del canal fallecieron en total 25.609 personas.
Pero 22.819 de estas muertes se produjeron durante la administración francesa, en su mayoría por las enfermedades que EE.UU. lograría combatir tan efectivamente más tarde.
Y el mérito corresponde fundamentalmente al epidemiólogo estadounidense William Gorgas, quien anteriormente había estado estacionado en Cuba y fue el encargado de diseñar la campaña de salud pública más ambiciosa de su tiempo
Para Maurer, el esfuerzo por erradicar la malaria y la fiebre amarilla sería la principal contribución del proyecto del canal a Panamá, después del canal mismo. Y las lecciones aprendidas en el proceso beneficiaron a todo el mundo.
4. Un imperio… pero de la aviación
No es un secreto que, desde el inicio, Estados Unidos concibió el Canal de Panamá como una pieza fundamental para su consolidación como potencia mundial tanto en el plano económico como militar.
Pero los números de Maurer sugieren que el canal no fue un factor fundamental en la expansión estadounidense de inicios del siglo XX, a pesar de que el país del norte recibió el grueso de sus beneficios financieros: equivalentes al 0,2% de su Producto Interno Bruto anual de durante las primeras dos décadas.
El canal, sin embargo, sí tuvo un efecto transformador sobre ciertas regiones, sobre todo el noroeste estadounidense, que logró aumentar considerablemente el mercado interno para su producción maderera.
Y esas ganancias fueron las que permitieron a William Boeing, en ese entonces presidente de una maderera en el estado de Washington, empezar una pequeña compañía aérea y sostenerla en sus primeros años.

"Para la Segunda Guerra Mundial, Boeing ya había cambiado dramáticamente la economía de Seattle", apunta Maurer.
"Sin el Canal de Panamá, toda la región del noroeste de EE.UU. y una parte importante de Canadá se hubieran desarrollado mucho más lentamente, y en una forma muy diferente a cómo lo hicieron".
5. Aprovechando el crecimiento de China
El de Seattle no es el único ejemplo de una región transformada gracias a la construcción del Canal de Panamá. Y las ventajas tampoco se limitaron a Estados Unidos.
Entre los primeros beneficiarios, por ejemplo, también se destacan Chile y Japón, gracias al abaratamiento del transporte de sus productos hasta la costa este de EE.UU. y, en menor medida, hacia la Europa atlántica.
Y el canal también ha sido aprovechado por parte de países como Argentina y Brasil, e incluso regiones de Estados Unidos.
"La demanda de carbón, por ejemplo, ha disminuido mucho en Estados Unidos. Pero el Canal de Panamá está permitiendo a muchas regiones productoras de carbón exportar su producto al este de Asia", indicó Maurer.

"No es lo mejor para el planeta, pero es bueno para las mineras del este de EE.UU.", le dijo a BBC Mundo.
Y aunque el impacto del canal sobre productos como la soya brasileña no es tan dramático (pues las necesidades de China garantizan la demanda, más allá del canal), Maurer cree que los costos que habría que enfrentar en ausencia del canal hubieran reducido y ralentizado el boom en la demanda de commodities que tanto ha beneficiado a Latinoamérica.
"No se puede decir que sin el Canal de Panamá las cosas serían completamente diferentes, pero muchos cambios seguramente se habrían producido más lentamente", afirmó el académico.

Donald Trump tomará posesión como presidente de Estados Unidos el próximo 20 de enero. El republicano basó su campaña electoral con promesas de dejar a Estados Unidos al margen de conflictos extranjeros, como la guerra de Ucrania, en el aumento de aranceles a socios comerciales extranjeros y en la reconstrucción de la industria manufacturera nacional.
Pero en los últimos días ha sugerido un enfoque más agresivo de su política exterior.
Al principio bromeó que Canadá sería un estado más de EE.UU., pero desde entonces ha amenazado con recuperar el control del Canal de Panamá.
También reiteró su deseo, expresado durante su primer mandato, de comprar el territorio autónomo danés de Groenlandia, que no está a la venta.
Es poco probable que Estados Unidos asuma el control de alguna de estas regiones, pero estas declaraciones podrían indicar que la visión de "Estados Unidos primero" de Trump incluye hacer alarde de la fuerza como superpotencia más allá de sus fronteras en beneficio del comercio y la seguridad nacional de Estados Unidos.
El domingo, Trump dijo en una conferencia conservadora en Arizona que Panamá estaba cobrando a los barcos estadounidenses tarifas "ridículas y altamente injustas" por usar su canal.

Tras hacerse cargo de la construcción de la vía fluvial a principios del siglo XX, Estados Unidos entregó el control total a Panamá en la década de los 70 mediante un tratado.
Pero esta semana, Trump dijo que si la "estafa" no se detenía, exigiría que el canal fuera devuelto a Estados Unidos, aunque no especificó cómo.
Trump agregó que no quería que el Canal de Panamá "cayera en las manos equivocadas" y citó específicamente a China, que tiene intereses significativos allí.
"Existe un verdadero interés de seguridad nacional de Estados Unidos, en controlar su neutralidad", dijo Will Freeman, investigador de estudios latinoamericanos en el Consejo de Relaciones Exteriores, sobre los comentarios de Trump.
"La declaración de Trump va en ese sentido".
Según los datos, China es el segundo mayor usuario del Canal de Panamá después de Estados Unidos y también tiene importantes inversiones económicas en el país.
La influencia de China en Panamá
En 2017, Panamá cortó relaciones diplomáticas con Taiwán y lo reconoció como parte de China, una importante victoria para Pekín.
El Canal de Panamá no sólo es esencial para el comercio estadounidense en el Pacífico, dijo Freeman: en caso de cualquier conflicto militar con China, sería necesario para trasladar barcos y otros activos estadounidenses.
También destacó los frecuentes comentarios de Trump sobre el trato injusto de los socios comerciales hacia Estados Unidos, así como la promesa del presidente electo de aumentar drásticamente los aranceles a los productos extranjeros, en particular los de China.
Las quejas de Trump sobre los costos de envío parecen reflejar sus puntos de vista sobre el comercio, dijo Freeman.
Aunque las declaraciones pueden ser "coercitivas", dijo Freeman, aún queda por ver "si las autoridades del canal reducirán las tarifas sobre la carga estadounidense en respuesta a la amenaza".

El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, emitió un comunicado diciendo que el canal y sus alrededores pertenecen a su país y seguirán siendo así.
Trump pone sus miras en Groenlandia
Durante el fin de semana, Trump dijo en una publicación en las redes sociales que Estados Unidos "siente que la propiedad y el control de Groenlandia es una necesidad absoluta" por razones de seguridad nacional y libertad global.
Estados Unidos mantiene la base espacial Pituffik en Groenlandia.
El territorio es rico en recursos naturales, incluidos minerales de tierras raras y petróleo, y ocupa una ubicación estratégica para el comercio, ya que las potencias mundiales buscan expandir su alcance en el Círculo Polar Ártico.
Rusia, en particular, ve la región como una oportunidad estratégica.
Trump lanzó la idea de comprar Groenlandia en 2019, durante su primer mandato como presidente, pero nunca se concretó.
El primer ministro de Groenlandia, Múte B. Egede, respondió a los últimos comentarios de Trump esta semana: "No estamos en venta y no estaremos en venta".

Aún así, Trump continuó enfatizando sus declaraciones públicas online.
En Truth Social, la cuenta de Trump mostró una imagen de una bandera estadounidense plantada en medio del Canal de Panamá.
Su segundo hijo mayor, Eric Trump, publicó una imagen en X que mostraba a Estados Unidos agregando Groenlandia, el Canal de Panamá y Canadá a un carrito de compras en línea de Amazon.
Para Trump, las promesas de usar el poder de Estados Unidos a su favor ayudaron a impulsar sus dos exitosas campañas presidenciales.
Fue una táctica que utilizó durante su primera presidencia, amenazando con aranceles y el despliegue de "soldados armados" para obligar a México a reforzar la seguridad a lo largo de su frontera con Estados Unidos.
De cara a su segundo mandato, Trump podría planear usar una estrategia similar una vez que asuma el cargo el 20 de enero.
Aunque aún está por ver qué sucederá, Dinamarca ha expresado su voluntad de trabajar con su administración.
También anunció un enorme aumento en el gasto de defensa para Groenlandia, horas después de que Trump repitiera su deseo de comprar el territorio del Ártico.

El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, rechazó este domingo la amenaza del mandatario electo de EE.UU., Donald Trump, de que Washington podría intentar "recuperar" el control del Canal de Panamá.
"Quiero expresar de manera precisa que cada metro cuadrado del Canal de Panamá y su zona adyacente es de Panamá, y lo seguirá siendo", afirmó Mulino en un comunicado compartido en las redes sociales.
"La soberanía y la independencia no son negociables", prosiguió.
Trump causó controversia tras sugerir que su gobierno podría intentar recobrar el control estadounidense de la vía interoceánica que, según él, Washington cedió "tontamente" a su aliado centroamericano.
Durante su discurso en una convención en Phoenix, Arizona, el político republicano acusó a Panamá de cobrar "precios exorbitantes" a los barcos y buques estadounidenses que utilizan el canal.
"Las tarifas que cobra Panamá son ridículas, altamente injustas", afirmó dirigiéndose a una multitud de seguidores que se habían congregado en el AmericaFest 2024, una reunión anual organizada por Turning Point USA, un grupo que promueve ideas conservadoras entre estudiantes y que apoyó a su campaña electoral.
"Esta completa estafa a nuestro país cesará de inmediato", añadió Trump, sugiriendo que impulsaría la medida cuando asuma el 20 de enero.

"Exigiremos que se nos devuelva el Canal de Panamá"
Los comentarios del presidente electo de EE.UU. provocaron una rápida respuesta de su par de Panamá, quien los rechazó enérgicamente.
"Cada panameño aquí o en cualquier lugar del mundo lo lleva en su corazón, y es parte de nuestra historia de lucha y una conquista irreversible", señaló.
"Los panameños podemos pensar diferente en muchos aspectos, pero cuando se trata de nuestro Canal y nuestra soberanía, nos unimos todos bajo una única bandera, la de Panamá".
Aunque Trump no explicó cómo presionaría a Panamá para que entregue parte de su terrotorio, analistas ven sus comentarios como una señal de que la política exterior y la diplomacia de la primera economía del mundo podrían cambiar una vez que asuma su mandato el mes próximo.
Trump advirtió que si no se reducen las tarifas de transporte marítimo, su gobierno exigiría que Panamá les "devolviera" el Canal de Panamá "en su totalidad, rápidamente y sin preguntas".

El sábado, el político republicano había afirmado que la vía era un "activo nacional vital" para Estados Unidos.
El Canal de Panamá, de 82 kilómetros de longitud, atraviesa la nación centroamericana y es el principal vínculo entre los océanos Atlántico y Pacífico.
Fue construido a principios del siglo XX y fue controlado por Estados Unidos hasta 1977, cuando diferentes tratados fueron cediendo gradualmente el territorio a Panamá.
Después de un período de administración conjunta, Panamá asumió el control exclusivo del canal en 1999.
Hasta 14.000 barcos lo cruzan cada año, incluidos buques militares y portacontenedores que transportan automóviles, gas natural y otras mercancías.
Además de Panamá, Trump también ha acusado a Canadá y México de prácticas comerciales que él considera desleales.
También les atribuyó haber permitido el ingreso de drogas e inmigrantes a Estados Unidos, algo que han desestimado.

1 Comentarios
Me encanto tu blog. Gracias por compartir las noticias mas relevantes.
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