En mayo de 2021, Henrick Fisker y su esposa Geeta Gupta-Fisker, fundadores del Fisker Group, le presentaron al Papa Francisco el diseño del que sería, tentativamente para 2022, el primer “Papamóvil” eléctrico del mundo. Pero los planes cambiaron cuando la producción del Fisker Ocean, el prometido SUV de menos de menos de 40.000 dólares y un alto grado de componentes reciclados se demoró casi un año, por lo cual todavía sigue siendo un proyecto pendiente.
Sin embargo, el compromiso del sumo pontífice con la movilidad sustentable continúa, y según se anunció esta semana, a partir de una alianza con el Grupo Volkswagen, la incorporación de una flota completa compuesta por cerca de 40 autos eléctricos de la casa alemana, ha comenzado con la entrega de las primeras dos unidades, que son del modelo ID.3 Pro Performance.
Esta versión del más pequeño de los autos eléctricos de Volkswagen está equipada con baterías de 77 kWh, que le permite alcanzar una autonomía de más de 550 kilómetros. Tiene una potencia de 204 CV con un torque de 310 Nm y una aceleración de 0 a 100 km/h en 7.9 segundos, aunque estos son parámetros que poco importarán para el uso dentro de la ciudad estado.
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El plan del Sumo Pontífice es reemplazar la totalidad de los vehículos de la flota del Vaticano para el año 2030, incorporando todas unidades de la marca alemana, aunque de diversos modelos. Esta será la primera vez que la totalidad de los vehículos oficiales serán de una misma marca. Se contempla que lleguen modelos ID.4, ID.5 e ID.7, aunque no se ha mencionado el modelo que quizás mejor utilidad podría tener para el Papa, el VW ID.Buzz, la versión eléctrica de la famosa Kombi de los años 60.
La flota actual de autos se irá reemplazando conforme vayan arribando los modelos eléctricos. Algunos autos serán guardados en el museo de la Santa Sede, aunque la mayoría se venderán. Además, a diferencia de otras unidades que han integrado esa flota, esta no será una donación, sino una compra que el Vaticano ha realizado con la financiación de Volkswagen Financial Services (VWFS).
“La electrificación de flotas se está volviendo cada vez más importante en todo el mundo. El hecho de que los empleados del Vaticano ahora se vayan a movilizar en modelos de Volkswagen ID es un gran honor para nuestra marca y subraya el atractivo de nuestra gama de modelos 100% eléctricos”, señaló Imelda Labbé, integrante del directorio del Grupo VW, en ocasión del acto de entrega de los primeros vehículos al Papa Francisco.
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Hace pocos días, el Papa había vuelto a mencionar la importancia de la protección del medio ambiente al decir que “las señales del cambio climático están aquí y son cada vez más evidentes. Es comprobable que los cambios climáticos específicos provocados por la humanidad están aumentando notablemente. Ni qué decir tiene que esa erosión en nuestro clima afecta en mayor medida a las regiones menos favorecidas del mundo. Toda contribución por parte de los estados desarrollados, por muy pequeños que sean pueden marcar la diferencia”.
Desde sus tiempos en los que usaba su nombre de Jorge Bergoglio, el Papa argentino siempre ha sido alguien con vastos conocimientos técnicos y un profundo interés por aportar a la protección del planeta a nivel climático, lo que los llevó a involucrarse directamente en el tema. Esto es algo nuevo para él, ya que antes de entrar al Seminario, se graduó como técnico químico en la ENET N°27 “Hipólito Yrigoyen” de Monte Castro, en la ciudad de Buenos Aires.
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Desde entonces, su atención puesta en todo lo relacionado con las energías renovables fue una constante. Incluso cuando todavía era el Arzobispo de Buenos Aires, siempre se mantuvo informado acerca de los distintos desarrollos que se hacían con el uso del hidrógeno para propulsar motores. De hecho, ya como Papa, en el año 2020, y gracias a la donación de Toyota Motor Corporation, incorporó a la flota de vehículos del Vaticano, un Toyota Mirai, vehículo que funciona con el sistema de pila de combustible de hidrógeno.
En 2021, en concordancia con los valores de sostenibilidad expresados en la segunda encíclica “Laudato si” del Sumo Pontífice, centrada principalmente en el planeta Tierra y cuidado del medioambiente, BMW Italia le había donado también una unidad de su modelo 100% eléctrico i3, la cual pasó a ser parte del pequeño staff de autos ecológicos del Vaticano junto al Toyota Mirai Fuel Cell. Con los dos VW ID.3 ya recibidos, ahora son cuatro las unidades de movilidad sustentable de la Santa Sede.
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