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Otoniel: quién es Dairo Antonio Úsuga, el poderoso narcotraficante más buscado de Colombia

 

Dairo Antonio Úsuga alias Otoniel

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La captura de alias Otoniel se da tras una búsqueda de más de 10 años.

Para capturar al hombre más buscado de Colombia fueron necesarios 150 policías de inteligencia, 500 miembros del ejército, 22 helicópteros, la cooperación de agencias de inteligencia de Estados Unidos y Reino Unido y un policía muerto.

Dairo Antonio Úsuga David, mejor conocido por su alias "Otoniel", fue aprendido el sábado en un cambuche cubierto con una carpa de camuflaje en el Cerro de Yokí, cerca de la población de Necoclí, departamento de Antioquia, al noroccidente de Colombia.

Por su captura se ofrecían dos recompensas: US$800.000 del gobierno de Colombia y US$5 millones de EE.UU., que hoy espera su extradición para juzgarlo por delitos de narcotráfico.

Pero Otoniel, de 50 años, no es sólo un poderoso narcotraficante, jefe del temido Clan del Golfo, que hoy controla cerca de 300 municipios del país (25% del total), sino que además es autor de masacres, desplazamientossecuestros y acusado de pedofilia.

Mientras el gobierno de Colombia celebra su captura y el presidente Iván Duque la califica como "el golpe más duro que se le ha propinado al narcotráfico en este siglo en nuestro país" y un golpe que "marca el final del Clan del Golfo", surgen dos preguntas:

¿La captura de Otoniel significa realmente el fin del Clan del Golfo, máximo responsable hoy de la exportación de cocaína desde Colombia? ¿Traerá su extradición justicia para sus miles de víctimas?

Rueda de Prensa sobre la captura de alias Otoniel

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El presidente de Colombia Iván Duque dijo que la captura de Otoniel es "el golpe más duro que se le ha propinado al narcotráfico en este siglo" en Colombia.

BBC Mundo habló con expertos.

"No es tan significativo para el narcotráfico"

"Yo creo que el gobierno y las autoridades policiales tienen razón en celebrar una operación que a todas luces demuestra una capacidad de inteligencia, una capacidad de monitoreo, una persistencia en la lucha contra este criminal y su organización", le dice a BBC Mundo Sergio Guzmán, director de Colombia Risk Análisis, una consultora de riesgos políticos y de seguridad que opera en Colombia.

"La captura del criminal más buscado del país por los últimos 10 años es un éxito por donde se le mire", agrega.

Pero Guzmán no cree que la captura de Otoniel signifique necesariamente el fin del Clan del Golfo y mucho menos del narcotráfico en Colombia.

"El mercado de la droga funciona en un mercado internacional donde oferta y demanda juegan un papel determinante, en donde el precio de la cocaína, por más elevado que sea, no hace que los consumidores dejen de buscarla como una droga recreativa y de ocio y que eso a su vez alimente la oferta en lugares en donde el Estado no solo no llega, sino que no provee alternativas sostenibles que puedan competir con el porvenir o las plusvalías que el negocio del narcotráfico sí lo hace", explica Guzmán.

"Desde el punto de vista meramente económico, la captura de Otoniel no es tan significativa por los efectos que tendrá sobre el narcotráfico como tal".

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Dairo Antonio Úsuga fue conducido esposado tras la captura

El experto dice que sería "esperanzador" sí Otoniel colabora con las autoridades ya que está en capacidad de desmantelar un cartel, pero todo depende de los incentivos que reciba. Y por ahora "nada sugiere que lo hará".

¿El fin del Clan del Golfo?

Considerado como un gran cartel, el Clan del Golfo era conocido inicialmente como los Urabeños, por la región del Urabá donde opera, aunque sus tentáculos se extienden a gran parte del país y más allá (miembros del grupo han sido capturados en Brasil, Argentina, Perú, España y Honduras).

En su núcleo ha estado un clan familiar, los Úsuga, al que no solamente han pertenecido Otoniel y Giovanni sino también varios primos y otros familiares cercanos.

Otoniel tomó el mando del Clan luego de que la policía diera muerte a su hermano Juan de Dios en 2012.

La pareja de Otoniel

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La pareja de Otoniel, Blanca Senobia Madrid Benjumea, alias "La Flaca", fue capturada en 2015.

"Se volvieron un eslabón muy importante que despacha droga de Colombia más que todo hacia Centroamérica y Norteamérica en parcería con los cárteles mexicanos que ya digamos en ciertas partes del país están controlando territorio al sur, están entrando y adentrándose a Ecuador y que por supuesto, digamos, los hace responsables de una gran parte de la cocaína que parte de Colombia hacia el mundo", dice.

En contravía de la optimista afirmación del presidente Duque sobre el fin del grupo criminal, medios colombianos informaron este domingo que las autoridades ya saben de los posibles reemplazos de Otoniel en el mando del Clan del Golfo.

El nombre que más suena es el de Jesús Ávila Villadiego, alias Chiquito Malo, que lleva 20 años al lado de Otoniel y está al frente de la producción y comercialización de cocaína del Clan del Golfo en algunas zonas de Antioquia.

Al igual que en el caso de Otoniel, contra Chiquito Malo hay una circular roja de Interpol y un pedido de extradición de EE.UU.

"Hay que recordar que Otoniel también es el heredero de (alias) Giovanni, que era su hermano", afirma Guzmán.

"Otoniel es el heredero que siempre le va a heredar el puesto de este cargo a alguien más. No importa lo que lo que suceda, siempre habrá un vacío de poder que requiere que alguien más lo llene", agrega.

Dairo Antonio Úsuga, tras ser capturado.

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El operativo para capturar a Otoniel contó con la participación de 150 policías de inteligencia, 500 militares y la colaboración de agencias de EE.UU. y Reino Unido.

'Temor y Zozobra'

Por su parte Elizabeth Dickinson, analista para Colombia del International Crisis Group, una organización mundial de análisis de conflicto, dice que las dos palabras que más ha escuchado de la gente que vive en los territorios controlados por Otoniel son temor y zozobra.

"Una cosa que hemos visto como un patrón, no sólo con esta organización sino en muchas de crimen organizado y de grupos armados en Colombia, es que cuando hay una captura de alto nivel, el nuevo mando siente que le toca mostrar que él es tan fuerte, capaz de manejar la situación, y eso en muchos casos implica mucha violencia", le dice Dickinson a BBC Mundo sobre las posibles consecuencias de la captura y relevo de Otoniel.

"Asesinatos selectivos, purgas dentro de la propia organización, tal vez violencia en contra de la fuerza pública. Entonces es realmente un período muy peligroso en ese sentido", agrega.

"La gente está realmente aterrorizada esperando una nueva ola de violencia. Es como si esto fuera a reabrir las luchas pasadas y más rupturas dentro de la organización".

Extradición a EE.UU. vs. Justicia para las víctimas

"Otoniel debe ser extraditado a la mayor brevedad. Ese proceso debe ser ágil y una vez cumpla sus condenas por narcotráfico en los EE.UU. deberá responder por todos sus crímenes en Colombia", dijo el presidente Iván Duque en una entrevista publicada este sábado en El Tiempo.

Sin embargo, la extradición de grandes capos de la droga de Colombia a EE.UU. ha dejado a las víctimas esperando justicia.

Para Elizabeth Dickinson la extradición es un caso difícil.

"Claramente los que tienen derecho primero a la justicia son las víctimas colombianas y deben tenerla dentro de un sistema de justicia en Colombia, pero tal vez también hay alguna sensación de que acá no hay garantías durante un proceso judicial", expone.

"Puede ser que la amenaza de mandarlo a EE.UU. también pueda ayudar a sacar un par de informaciones. Seguramente él [Otoniel] no quiere eso, no quiere gastar su vida en una prisión en EE.UU., entonces me imagino es como una ficha en el juego de qué se puede lograr con su captura".

Otoniel

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Sergio Guzmán coincide con que no se asegura la justicia para las víctimas de otros delitos distintos al narcotráfico en Colombia.

"Yo creo que las víctimas de torturas, de masacres, los líderes sociales asesinados pueden respirar tranquilos con que este capo no está, digamos, en las calles, pero justicia para ellos no habrá con una extradición, porque la primera prioridad de Estados Unidos es juzgarlos por sus delitos asociados al tráfico", afirma.

"Sus demás delitos ya dependen de la justicia colombiana, que no tiene un buen reporte de actitud contra el crimen y la impunidad que es también muy preocupante y menos para las víctimas que han sufrido en las regiones en donde Otoniel es famoso por entre muchas otras cosas, abusar sexualmente de menores de edad".

Pero, tal como lo explica Guzmán, no son solamente las víctimas que se quedan esperando justicia por ese hijo o ese padre asesinado, abusado, desaparecido en manos de los grupos que lideran los grandes capos. Es también el negocio del narcotráfico que a pesar de los miles de extraditados a EE.UU. desde Colombia cada año, no cambia.

"Los grandes capos de la droga que han sido extraditados o han colaborado con autoridades judiciales en Estados Unidos y Colombia como Carlos Lehder, como los hermanos Rodríguez Orejuela, no han resultado en un cambio significativo en el modelo o la lucha contra los estupefacientes como tal".


Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel

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Hay más de un centenar de procedimientos jurídicos abiertos contra Dairo Antonio Úsuga David.

La cabeza de Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, tenía dos precios: el gobierno de Estados Unidos ofrecía US$5 millones por información que llevara a su captura y el colombiano, unos US$800.000.

Pese a ello, la operación para poner tras las rejas al jefe narcotraficante más buscado de Colombia, jefe del poderoso Clan del Golfo, apenas culminó este sábado, luego de casi una década de intensa búsqueda.

Otoniel, de 50 años de edad, fue detenido en el municipio de Necoclí, en el noroeste de Colombia, en una operación conjunta en la que participaron más de 300 uniformados del Ejército, la Fuerza Aérea y la Policía Nacional desplazados en más de una veintena de helicópteros.

"Es el golpe más duro que se le ha propinado al narcotráfico en este siglo en nuestro país. Este golpe es solamente comparable con la caída de Pablo Escobar en los años 90", dijo al celebrar la noticia el presidente de Colombia, Iván Duque.

En 2015, las autoridades colombianas iniciaron un operativo para capturar a Otoniel en el que participaban unos 1.200 efectivos pertenecientes a los grupos élite mejor preparados del país, más del doble de los 500 que en su momento llegaron a estar rastreando a Escobar.

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Un militar junto a alias Otoniel.

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La captura de Otoniel requirió un enorme operativo de seguridad.

"Alias Otoniel era el narcotraficante más temido en todo el mundo, asesino de policías, soldados, líderes sociales, reclutador de menores", señaló Duque.

En cuanto al Clan del Golfo, el ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, dijo este sábado que se había convertido en los últimos años en "la mayor amenaza" debido a que "el mayor número de toneladas de coca que sacaba Colombia hacia mercados de EE.UU. y Europa era manejado y articulado" por esta organización criminal.

Según la prensa colombiana, contra Otoniel hay una circular roja emitida por Interpol por homicidio múltiple, secuestro múltiple y concierto para delinquir, entre otros delitos. Además, es objeto de más de 120 procesos judiciales abiertos por todo tipo de delitos.

Una historia de violencia

La vida de Otoniel puede verse como una acumulación de capas geológicas de la historia de la violencia en la Colombia de las últimas décadas.

Nació en Antioquia a principios de la década del 70 y a los 16 años se sumó junto a su hermano a las filas del desaparecido movimiento guerrillero Ejército Popular de Liberación (EPL).

Luego junto a su hermano Juan de Dios Úsuga David, alias "Giovanni", se vinculó a las FARC y más adelante, en lo que parece un giro de 180 grados, a los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia.

En 2005 ese grupo se desmovilizó (dejó las armas), pero los hermanos se unieron a las filas del jefe narco Daniel Rendón Herrera, alias "Don Mario".

Don Mario, tras ser arrestado en 2009.

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La captura de Don Mario dej[o a los hermanos Úsuga David al frente del Clan del Golfo.

Cuando éste fue capturado en 2009, Otoniel y Giovanni quedaron a cargo de la organización.

Otoniel se convirtió en líder máximo cuando su hermano murió a manos de la Policía Nacional durante un asalto a una "narcofiesta" de fin de año, el 1 de enero de 2012.

De familia a cartel

Considerado como un gran cartel, el Clan del Golfo era conocido inicialmente como los Urabeños, por la región del Urabá donde opera, aunque sus tentáculos se extienden a gran parte del país y más allá (miembros del grupo han sido capturados en Brasil, Argentina, Perú, España y Honduras).

En su núcleo ha estado un clan familiar, los Úsuga, al que no solamente han pertenecido Otoniel y Giovanni sino también varios primos y otros familiares cercanos.

Helicóptero de la Policía de Colombia

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La Policía de Colombia distribuía panfletos desde helicópteros para pedir ayuda a los ciudadanos para capturar a los líderes del Clan del Golfo.

Por ejemplo, Francisco José Morelo Peñata, alias "El Negro Sarley" (muerto en una operación policial en abril de 2013), tenía una relación sentimental con una de las hermanas de Otoniel, según la policía, y era el segundo de la organización tras la muerte de Giovanni.

La encargada de las finanzas del grupo era la pareja de Otoniel, Blanca Senobia Madrid Benjumea, alias "La Flaca", quien fue capturada en 2015.

Y quien era señalado por la policía como el contacto con los carteles mexicanos y el encargado de manejar la coordinación del tráfico de drogas hacia Centroamérica era un sobrino de Otoniel e hijastro de El Negro Sarley, Harlison Úsuga, alias "Pedro Arias", también apresado en 2015.

En agosto pasado, el gobierno de Colombia autorizó la extradición a Estados Unidos de Alexander Montoya Úsuga alias 'El Flaco', un primo de Otoniel que había sido capturado en 2012 en Honduras.

El departamento de Justicia de Estados Unidos ha calificado al Clan del Golfo como "una de las más importantes organizaciones de crimen organizado transnacional" que amenazan ese país.

Por otra parte, desde los tiempos en que eran conocidos como los Urabeños, el Clan del Golfo ha distribuido panfletos en los que se hacen llamar como Autodefensas Gaitanistas de Colombia, lo que es considerado por la prensa colombiana como un ardid para ocultar sus verdaderos fines.

Permanente evasión

Los fuertes vínculos familiares, así como su firme implantación en una zona de Colombia que conocen bien son algunas de las razones por la cuales a las autoridades les había costado tanto capturar a Otoniel.

Dairo Antonio Úsuga, tras ser capturado.

FUENTE DE LA IMAGEN,REUTERS

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La detención de Otoniel requirió de la participación cojunta de varios cuerpos de seguridad del Estado.

En parte eso tiene que ver con la estrecha relación de su familia con Urabá.

Ellos son oriundos de la región, a la que los miembros del clan conocen bien.

Saben manejarse sobre su terreno y tienen poder sobre su población.

Tras la muerte de Giovanni, el clan decretó un paro armado que dejó estancada a la región por un par de días.

Pero Otoniel tenía también varios trucos para evadir a sus perseguidores.

Entre ellos, estaba el uso de perros criollos entrenados para que le den aviso cuando alguien extraño se aproxima, con tiempo suficiente como para poder escapar.

Iván Duque.

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El gobierno de Iván Duque comparó la detención de Otonial con la de Pablo Escobar.

En una de esas huidas tuvo que dejar atrás a uno de esos animales, un sabueso fino colombiano.

Los policías se lo llevaron, le dieron el nombre de Oto y lo entrenaron y lo usaron en el operativo de 2015 para que los ayude a buscar a su antiguo amo, cuyo olor se le hace inconfundible.

Además, de acuerdo con la prensa colombiana, Otoniel no usaba aparatos tecnológicos como teléfonos celulares para evitar ser rastreado, por lo que se comunicaba con los miembros de su organización enviando mensajes de voz que eran distribuidos en grabadores y memorias USB por correos humanos.

El temor a ser capturado lo llevaba también a cambiar constantemente el lugar donde pasaba las noches, usualmente en la selva y, con frecuencia, en chozas de madera.

Esas viviendas rurales contrastaban con los televisores de pantalla gigante, las bebidas costosas y los perfumes de lujo que las autoridades solían encontrar cuando le seguían los pasos.

Otro elemento distintivo de sus guaridas eran unos costosos colchones especiales, que le ayudaban a amainar las molestias de una hernia de disco.

Ahora que ha sido detenido no queda claro si podrá persuadir a las autoridades de que en la cárcel le permitan dormir en un colchón semejante.


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