San Francisco de Macorís.- Padres y madres de los cinco jovencitos muertos la pasada semana en un aparatoso accidente de tránsito, en el Ranchito La Vega, exhortaron a la juventud dominicana a convertirse en guardines de sus vidas y saber que son la piedra angular del futuro.
En una emotiva ceremonia religiosa, donde familiares y amigos expusieron su sentir sobre la tragedia ocurrida hace nueve días, fueron abundantes los llamados a los jóvenes a la reflexión, para ser útiles a la construcción de una sociedad mejor.
La misa fue encabezada por el reverendo padre Amable Fernández en el Colegio Nuestra Señora de La Altagracia, donde cursaban estudios los adolescentes Luis de Jesús Almonó, Camil Hernández, Nabil Piña de la Rosa, Miguel Ángel de la Cruz y Emil Suarez Ledesma.
El padre de Miguel Ángel de la Cruz, habló en nombre de los demás padres de las víctimas y expresó que los jóvenes deben cuidarse y cultivar los valores positivos, para generar los cambios que requiere la sociedad.
Además resaltó que esta tragedia debe ser un ejemplo para reflexionar y valorar más la vida, especialmente en la etapa juvenil.
De la Cruz expresó su eterna gratitud al pueblo de San Francisco de Macorís y toda la sociedad domincana, por las grandes muestras de solidaridad y respaldo a todas las familias.
En la ceremonia religiosa participaron varios sacerdotes, diáconos y religiosas.
Emociones
Un grupo de jovencitos amigos y compañeros de estudios de los fallecidos leyeron mensajes e improvisaron palabras emotivas cargadas de ternura para recordar las vivencias que tuvieron con ellos.
Familiares, amigos y todos los presentes fueron impactados cuando fueron soltadas cinco palomas en recordación de los adolescentes caídos, brotando lágrimas de gran parte de los asistentes al oficio religioso.
Con escenas de dolor y manifestaciones profundas de sentimientos colectivo la comunidad francomacorisana se llevó a cabo el novenario de los cinco jóvenes que la semana pasada murieron en un accidente en la carretera San Francisco- Ranchito, donde el sacerdote Amable Fernández llamó a los padres a darle un mayor seguimiento a sus hijos para evitar que le suceda lo que hoy viven los padres de los adolescentes que perdieron la vida en el hecho.
Miles de personas se concentraron en el Colegio la Altagracia donde estudiaban los jóvenes para desde allí, concluir con los actos religiosos del novenario, lo que constituyó una manifestación de dolor en todos los participantes.
Las víctimas de este suceso fueron Kamil Rodríguez Hernández de 16 años, Nabil Piña Cabreja, hijo de la empresaria Eunice Cabrera, quien falleció recientemente, Luis Jesús Almonó, Emil Suarez, y Miguel de la Cruz León.
Padres y madres lloraron, amigos y familiares no pudieron nuevamente ocultar las lagrimas que salía de los más profundo de los corazones adoloridos, que tienen ahora que soportar la ausencia de sus hijos, también sus compañeros de estudios, amigos y familiares vivieron algo que nunca pensaron tendría que ver los enormes gestos de solidaridad de una comunidad que se unió para concluir con el novenario de cinco jóvenes que partieron por siempre.
Durante la celebración realizada por el sacerdote Amable Fernández, en los salones multi uso del colegio la Altagracia, exhortó a los padres de familia a velar más por sus hijos y a los jóvenes a tener en cuenta que se hace necesario una valorización a la vida como forma de evitar la tragedia que hoy enluta a los a los francomacorisanos de todos los sectores sociales.
" Jóvenes vamos a luchar para evitar tragedia como la que acaba de pasar, necesitamos de una mayor integración entre padres e hijo, es un momento para una reflexión profunda entre los padres y sus hijos, pues la sociedad necesita que no sigan produciendo este tipo de hechos con nuestra juventud’’ proclamó el sacerdote Fernández.
Cinco palomas fueron lanzadas al aire por los padres de los fallecidos para para decirle el ultimo adió a los jóvenes que partieron por siempre.
En medio del alta donde ce realizó la eucarística se colocaron las cinco fotos de cada uno de los fallecidos, por donde desfilaron los familiares para ver de cerca sus rostros, ahí se llenaban de lágrimas sus ojos, pues la recordación era muy profunda y no podían impedir que salieran lágrimas de lo más profundo de sus corazones.
En una emotiva ceremonia religiosa, donde familiares y amigos expusieron su sentir sobre la tragedia ocurrida hace nueve días, fueron abundantes los llamados a los jóvenes a la reflexión, para ser útiles a la construcción de una sociedad mejor.
La misa fue encabezada por el reverendo padre Amable Fernández en el Colegio Nuestra Señora de La Altagracia, donde cursaban estudios los adolescentes Luis de Jesús Almonó, Camil Hernández, Nabil Piña de la Rosa, Miguel Ángel de la Cruz y Emil Suarez Ledesma.
El padre de Miguel Ángel de la Cruz, habló en nombre de los demás padres de las víctimas y expresó que los jóvenes deben cuidarse y cultivar los valores positivos, para generar los cambios que requiere la sociedad.
Además resaltó que esta tragedia debe ser un ejemplo para reflexionar y valorar más la vida, especialmente en la etapa juvenil.
De la Cruz expresó su eterna gratitud al pueblo de San Francisco de Macorís y toda la sociedad domincana, por las grandes muestras de solidaridad y respaldo a todas las familias.
En la ceremonia religiosa participaron varios sacerdotes, diáconos y religiosas.
Emociones
Un grupo de jovencitos amigos y compañeros de estudios de los fallecidos leyeron mensajes e improvisaron palabras emotivas cargadas de ternura para recordar las vivencias que tuvieron con ellos.
Familiares, amigos y todos los presentes fueron impactados cuando fueron soltadas cinco palomas en recordación de los adolescentes caídos, brotando lágrimas de gran parte de los asistentes al oficio religioso.
Con escenas de dolor y manifestaciones profundas de sentimientos colectivo la comunidad francomacorisana se llevó a cabo el novenario de los cinco jóvenes que la semana pasada murieron en un accidente en la carretera San Francisco- Ranchito, donde el sacerdote Amable Fernández llamó a los padres a darle un mayor seguimiento a sus hijos para evitar que le suceda lo que hoy viven los padres de los adolescentes que perdieron la vida en el hecho.
SFM sepulta bajo lágrimas a sus chicos
El sepelio de cuatro adolescentes y un joven de 22 años fallecidos en un accidente de tránsito ocurrido la madrugada del domingo en la carretera Ranchito-La Vega y San Francisco de Macorís, se convirtió ayer en una manifestación de dolor, mientras la población sigue atrapada en medio de la consternación.
Ayer, el concejo de regidores del municipio, a través de la resolución 05-2019, declaró duelo municipal los días 16 y 17, debido a esta tragedia.
El presidente del concejo, Richard Tejada, manifestó que ese ente no puede estar ajeno “a una tragedia que ha consternado la conciencia y la sensibilidad de los francomacorisanos”.
Las víctimas mortales son los adolescentes Luis Almonó, Camil Francisco Rodríguez, Emil Suárez Ledesma, Miguel Ángel Cruz, y Navil Peña de la Rosa, un joven de 22 años.
Cuatro de los jóvenes fueron sepultados cerca de las diez de la mañana en el Cementerio Municipal de San Francisco de Macorís y otro en Pimentel, de donde era oriundo, también perteneciente a la provincia Duarte. Sus restos fueron velados en el salón multiuso del Colegio La Altagracia de San Francisco de Macorís, donde estudiaban el bachillerato, e igual como ocurrió en el velatorio, al sepelio asistieron decenas de personas, entre ellos profesores, estudiantes, autoridades municipales.
Estos cinco chicos fueron definidos por educadores que les impartieron clases como buenos estudiantes y que no tenían quejas de ellos.
Los fenecidos eran amigos del colegio y el sábado participaron en un cumpleaños. Se informó que al menos los cuatro adolescentes fueron regresados a sus respectivas casas.
No obstante, uno de ellos, aprovechando que sus padres dormían en su residencia, tomó la llave de el carro marca Toyota color negro placa A611141 estacionado en la marquesina, y salió en búsqueda de los demás.
Los jovencitos salieron a dar una vuelta y llegaron casi a la Capital, de acuerdo a versiones.
Tras el regreso en horas de la madrugada, el auto se estrelló en contra de una caseta y luego chocó con una pared de una banca de loterías.
Muchos de los familiares de los adolescentes sufrieron ataques de nervios mientras se realizaba el entierro, entretanto la población no sale del asombro por lo ocurrido.
Ayer periodistas del Listín Diario observaron que obreros retiraban los escombros del establecimiento donde se estrelló el auto en Ranchito, de La Vega.
San Francisco de Macorís y toda la provincia Duarte está de luto. No para de llorar la muerte de los cinco adolescentes que perdieron la vida en el accidente de tránsito ocurrido la madrugada del domingo en Ranchito, La Vega, al norte de República Dominicana.
Este lunes antes del sepelio se ha realizado una misa de cuerpo presente en la catedral Santa Ana, donde al igual que el domingo en la tarde, las familias de Luis Jesús Almonó, Camil Francisco Rodríguez, Emil Suárez Ledesma, los tres de 15 años, Navil Piña de la Rosa, de 16, y Miguel Ángel de la Cruz, se unieron para exponer los cuerpos en el colegio La Altagracia, donde estudiaban los muchachos.
Estaban todos en el bachillerato, vivían cerca y compartían como amigos más allá de las aulas y las relaciones que se pueden hacer dentro de un centro educativo.
“Son cinco sueños y futuros profesionales que se pierden en San Francisco, no entiendo qué pasó, porque esos muchachos no se les habían salido de las manos a su padres”, decía un allegado a las familias que hoy no encuentran consuelo por la pérdida.
En la catedral Santa Ana de San Francisco de Macorís este lunes es notoria la consternación y el duelo que se vive. Toda la comunidad ha llenado este templo para llorar a sus cinco muchachos.
Estaban de fiesta el sábado en la noche:
De acuerdo a versiones de familiares, el sábado 14 de junio, horas antes de la tragedia, los muchachos estaban compartiendo en un cumpleaños, y luego de ahí todos fueron llevados a sus casas.
Más tarde, uno de ellos tomó las llave del vehículo Toyota Corolla, color negro, salió en pijama a buscar a los demás y salieron sin el consentimiento de sus padres.
“Viejo, fuimos casi llegando a la capital y nos devolvimos; Miguel está loco... la curva a 180, y ahora vamos a La Vega y compramos más bebidas. Muchachos los quiero, si hoy me muero”, escribió por WhatsApp uno de los cinco muchachos que fallecieron.
Los cuerpos de cuatro de los adolescentes serán sepultados en el cementerio de San Francisco de Macorís, mientras que el de Navil Piña de la Rosa, será sepultado en el campo santo de Pimentel, municipio también de la provincia Duarte.
Gran consternación ha causado en la comunidad francomacorisa-na la trágica muerte de cinco adolescentes en edades de 15 a 17 años a las 4:30 de la madrugada del domingo 15 de septiembre en un siniestro en el vehículo que viajaban en el tramo Ranchito San Francisco de Macorís donde el carro Toyota Corolla en el que ocupaban se estrelló contra una caseta y luego contra el local de una banca de lotería.
Los fallecidos son Camil Rodríguez Hernández de 16 años, hijo de los esposos Milton Rodríguez y la comunicadora Dennis Hernández; Nabil Piña de la Rosa, hijo del empresario Bolivar Piña y su recién fallecida esposa Eunice de la Rosa Cabreja; Luis Jesús Almonó, hijo del magistrado Sulpicio Almonó y esposa; Emil Suarez, hijo de los abogados Trumant Suárez y Eunice Ledesma quien es funcionaria judicial y Miguel de la Cruz León, hijo de los esposos médicos Miguel Vladimir de la Cruz Gabriel y Jasmín de León.
Todos murieron al recibir golpes en diferentes partes del cuerpo con el impacto del vehículo al estrellarse contra la caseta y la banca de lotería. El auto placa A 611141, es propiedad de la familia De la Cruz León.
De acuerdo a relatos sobre la tragedia De la Cruz León, sacó a escondidas el vehículo de su familia y salió a recoger a sus amigos como travesura de adolescentes en horas de la madrugada. Miguel de la Cruz León quien conducía el vehículo perdió el control del mismo produciéndose el fatal accidente en el tramo Ranchito - San Francisco.
El padre de una de las víctimas narró que su hijo había participado en la celebración del cumpleaños de un amigo y que se entero de su muerte cuando lo llamaron y le preguntaron por su hijo, y el respondió que estaba durmiendo, y cuando fue a la habitación se encontró con que no estaba en el hogar, fue cuando le informaron que había fallecido en el accidente.
El fallecimiento de los jóvenes constituyó una sorpresa para todos, pues desconocían que estos estaban fuera de sus residencias, luego que habían retornado de un cumpleaños.
La manifestación de dolor que se vive en los sectores donde los padres tienen incidencia obligó a que los cuerpos sin vida fueran traslados al Colegio Católico La Altagracia donde todos estudiaban, mostrando consternación los profesores del centro, especialmente las religiosas que dirigen el mismo, ya que eran estudiantes meritorios del centro.
Fue necesario habilitar el salón multiuso del Colegio la Altagracia para colocar los cuerpos, al lugar han desfilado cientos de personas a expresar su pesar por tan lamentable hecho en que la población ve partir a estos jóvenes.
Del colegio La Altagracia fueron trasladados a las funerarias Las Mercedes y la Municipal de donde partirán a darle cristiana sepultura la mañana del lunes 16 de septiembre.
Camil Rodríguez Hdez
Una irreflexión entre adolescentes y un joven mayor de edad, que tomó las llaves del carro de sus padres, aprovechando que estos dormían, para buscar y dar un paseo con sus amigos de infancia, terminó en una tragedia que ha destrozado a cinco familias.
“Viejo, fuimos casi llegando a la capital y nos devolvimos; Miguel está loco... la curva a 180, y ahora vamos a La Vega y compramos más bebidas. Muchachos los quiero, si hoy me muero”, escribió por WhatsApp uno de los cinco jóvenes que fallecieron la madrugada del domingo en un accidente de tránsito en el Ranchito, La Vega.
Pero la terrible premonición no solo se quedó en escritura, también el mismo joven realizó un video donde decía: “Si aquí morimos los quiero, chicos, los queremos”.
Las cinco víctimas en el accidente fueron identificadas como Luis Jesús Almonó, Camil Francisco Rodríguez, Emil Suárez Ledesma, los tres de 15 años, Navil Piña de la Rosa, de 16, y Miguel Ángel de la Cruz, de 22.
Los adolescentes eran hijos de familias de San Francisco de Macorís, de acuerdo a los informes. Uno era hijo de un juez, otro de una doctora y los demás de comerciantes y profesionales.
El vehículo en el que se trasladaban era un Toyota Corolla, color negro, placa A-611141, cuyo conductor perdió el control y se estrelló primero contra una caseta y luego con la pared de una banca de loterías.
Cientos de personas, entre ellos estudiantes y maestros, acudieron ayer al colegio La Altagracia, donde también estaban los parientes de los fallecidos, para dar el pésame a las cinco familias.
Otra muerte
En otro caso registrado en La Romana, Bernardo Pío Ozuna, de 56 años, falleció ayer en un accidente de tránsito, mientras conducía su moto por una calle de esa ciudad.
En otro caso registrado en La Romana, Bernardo Pío Ozuna, de 56 años, falleció ayer en un accidente de tránsito, mientras conducía su moto por una calle de esa ciudad.
Ozuna chocó con otra motocicleta cuando conducía por la calle Gregorio Luperón, próximo al hospital “Francisco A. Gonzalvo”. Luego del suceso ocurrido frente al parque de Las Enfermeras, otros vehículos chocaron de frente, pero fue por distracción, según se le informó al bloguero Ricardo Pérez, quien vive en La Romana.
CIFRAS FATALES
Estremecedor Según el Observatorio de Seguridad Ciudadana, entre enero y junio de 2019, 996 personas han fallecido por accidentes de tránsito en todo el país. El promedio durante esos meses ha sido entre 145 y 160 muertes cada 30 días.
Estremecedor Según el Observatorio de Seguridad Ciudadana, entre enero y junio de 2019, 996 personas han fallecido por accidentes de tránsito en todo el país. El promedio durante esos meses ha sido entre 145 y 160 muertes cada 30 días.
De acuerdo al estudio, el domingo es el día de mayor número de víctimas con el 33% de los eventos semanales.
De igual modo, similar proporción de fatalidades se aprecia en el rango horario que va de 6:00 de la tarde a 11:59 de la noche. En cuanto a los medios de transporte involucrados, persiste el protagonismo de las motocicletas y los peatones.
Los restos de los cinco jóvenes que murieron en un accidente de tránsito en Ranchito, La Vega, son velados en el colegio donde asistían.
En el salón del colegio La Altagracia, de San Francisco de Macorís, cinco familias, amigos y todo el pueblo llora consternado la muerte de los muchachos que se estrellaron contra una caseta y una pared de banca de loterías en la carretera de Ranchito, al norte de República Dominicana.
Cientos de personas, entre ellos estudiantes y maestros, han acudido al lugar para dar el pésame a estas cinco familias.
Las cinco víctimas en el accidente son Luis Jesús Almonó, Camil Francisco Rodríguez, Emil Suárez Ledesma, los tres de 15 años, Navil Piña de la Rosa, de 16, y Miguel Ángel de la Cruz, de 22.
Luego de la exposición de los cuerpos en el centro educativo, cada familia trasladará a su ser querido una diferentes funerarias para luego darles cristiana sepultura.
Los adolescentes eran hijos de familia de San Francisco de Macorís, de acuerdo a los informes. Uno de era hijo de un juez, otro de una doctora y los demás de comerciantes y profesionales.
Los informes indican que uno de los jóvenes aprovechando que sus padres dormían, tomó la llave del carro Toyota Corola color negro, placa A 611141, buscó a sus amigos de infancia y de estudios en el colegio y que salieron a dar una vuelta.
Fueron velados en horas de la tarde del 15 de septiembre, los cinco jóvenes que perdieron la vida en un fatal accidente ocurrido en horas de la madrugada, en el Distrito Municipal de Ranchito, La Vega.
Con gran dolor los familiares y amigos los cuerpos de Miguel Ángel De La Cruz, Luis De Jesús Almonot, Nabil Piña de la Rosa Cabreja, Camil Rodríguez Hernández y Emil Suárez, velaron sus restos en el Colegio La Altagracia, donde recibían docencia.
Entre las víctimas están el hijo de la periodista Dennys Hernández, directora de la revista caras, del Juez Sulpicio Almonot, la magistrada Ledesma y el doctor Miguel de la Cruz.
Entre las víctimas están el hijo de la periodista Dennys Hernández, directora de la revista caras, del Juez Sulpicio Almonot, la magistrada Ledesma y el doctor Miguel de la Cruz.
Voz Editorial Noticiario 1070, Hibi Radio
En los 241 años a cumplir este viernes 20 de convertirnos en municipio, nunca se había manifestado tanto dolor como en el día de ayer, cuando fueron sepultados en el cementerio municipal los restos de 5 estudiantes del colegio La Altagracia, que murieron en un aparatoso accidente de tránsito en la carretera San Francisco de Macorís-Ranchito.
Para que el dolor fuera màs intenso, allí corrió la información del fallecimiento inesperado de los reconocidos deportistas, señores Wilson Jiménez (Papi Lala) y Cesario Rosario (Cesarito).
Como si la muerte nos acechara a todos, sin importar status social y económico, se confirmó la muerte del joven recién accidentado Emmy De León y el fallecimiento por quebrantos de salud de la madre del locutor Félix Marte, doña María Reyes.
Es verdad que por designio del creador de todas las cosas, nacimos, crecemos y terminamos muriendo, pero en los últimos meses los hechos de violencia y las enfermedades, de distintas maneras nos están arrancando de los brazos a nuestros seres màs queridos.
En medio de esa realidad, tiene un valor incalculable para la existencia humana el llamado de nuestros obispos, Jesús María de Jesús Moya y Fausto Ramón Mejía Vallejo, cuando manifiestan “dejar a un lado el individualismo, la imprudencia y el desborde sin control de convertirnos en millonarios con el dinero mal habido”.
Hagamos espacios para ser parte importante en la construcción una sociedad de menos violencias y de mayor convivencia humana.
Antonio María Jiménez es locutor y periodista, director del Noticiario 1070 y dirige varios programas en Hibi Radio. Correo: redaccion@antoniomaria.net
Cinco personas perdieron la vida la madrugada de este domingo, en un trágico accidente ocurrido en la comunidad de Ranchito de la provincia La Vega.
Uno de los fallecidos fue identificado como Miguel Ángel de la Cruz de 22 años, oriundo de esta ciudad de San Francisco de Macorís, hijo del ortopeda Miguel de la cruz, medico del siglo 21. Un hijo del juez Luis Sulpicio Almono Núñez, un hijo de la empresaria que se suicidio Eunice Cabreja . Un hijo de la productora de la revista caras Denia Hernandez y por ultimo el hijo del abogado truman suarez.
Los los restos de Miguel Ángel de la Cruz se encuentran en la funeraria las Mercedes y en donde los demás cuerpos serán velados según un acuerdo entre las familias.
Según datos extraoficiales, los jóvenes que se desplazaban en un carro Toyota Corolla de color negro, habrían perdido el control del mismo impactando con una caseta y una banca de loterías, perdiendo la vida al instante.
Los cuerpos fueron trasladados a la morgue del Hospital Traumatológico y Quirúrgico Prof. Juan Bosch, en El Pino, La Vega, donde están siendo identificados por sus familiares.
Estén atentos al pulmón que estaremos ampliando esta información.
Via El Pulmon
Cinco personas murieron la madrugada de este domingo al estrellarse el vehículo que ocupaban contra las paredes de dos establecimientos comerciales en la localidad de Ranchito, de la Vega.
Testigos dijeron que al parecer el conductor del carro, marca Toyota Corolla, color negro, placa A-611141, perdió el control y se estrelló primero contra una caseta y luego con la pared de una banca de loterías.
Hasta el momento organismos de socorro, miembros de la Policía y de la DIGESETT en La Vega solo han identificado a uno de los fenecidos, quien respondía al nombre de Miguel Ángel de la Cruz, de 22 años.
Los informes indican que las víctimas eran nativas de San Francisco de Macorís, provincia Duarte.
Tres de ellos murieron en el lugar del accidente y dos cuando eran conducidos al hospital traumatológico Profesor Juan Bosch, en La Vega.
El vehículo quedó totalmente destruido y los negocios sufrieron daños en sus estructuras.
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